Alegr¨ªa para Antonio

No, el momento m¨¢s emocionante de la noche no fue cuando Miguel R¨ªos interpret¨® Tesoros, aunque el veterano rockero le infundi¨® br¨ªo a la pieza de Antonio Vega. Tampoco fue la aparici¨®n Ketama con Se dejaba llevar por ti, reunidos exclusivamente para la ocasi¨®n despu¨¦s de seis a?os de silencio. Ni siquiera ese sentido El sitio de mi recreo, cantando con pellizco flamenco por Rosario. Cuando a todos los espectadores se les encogieron las tripas, se les acumularon las l¨¢grimas en los ojos y les temblaron las piernas fue con el int¨¦rprete m¨¢s desconocido del extenso cartel. Ocurren estas cosas cuando se tienta a la magia, y el homenajeado anoche, Antonio Vega, la exhib¨ªa hasta cuando ten¨ªa un mal d¨ªa.

Fue pisar el escenario el hermano mayor de Antonio Vega, Carlos, con zancada pausada y rostro relajado, y un nudo oprimi¨® el cuello de los 12.000 espectadores que casi llenaron el Palacio de los Deportes. El parecido f¨ªsico de Carlos con Antonio es importante. La misma fina figura, id¨¦ntica mirada de genio extraviado. Incluso Carlos se agarra una coleta con su melena encanecida, como hac¨ªa Antonio es sus ¨²ltimos a?os. Pero lo m¨¢s estremecedor fue cuando Carlos, guitarra colgada a la espalda, abri¨® la boca y se puso a cantar los primeros versos de Lucha de gigantes, esa reflexi¨®n po¨¦tica sobre sentirnos peque?os en un mundo que te devora (?les suena a algo?): "Lucha de gigantes, el aire en gas natural/ un duelo salvaje advierte, lo cerca que ando de entrar/ en un mundo descomunal, siento mi fragilidad". Cerrabas los ojos y pensabas: "?Es Antonio Vega el que est¨¢ cantando?". Congoja.

La vida se apag¨® para Antonio Vega, posiblemente el mejor compositor de pop espa?ol junto a Santiago Auser¨®n, el 12 de mayo de 2009. Casi un a?o despu¨¦s lleg¨® anoche su concierto homenaje. Con el elocuente t¨ªtulo de ?Viva Antonio! se reunieron casi una treintena de artistas para interpretar temas del compositor madrile?o. No hubo tristeza ni aflicci¨®n en toda la noche. S¨ª momentos emotivos, conmovedores, pero tanto los espectadores (la mayor¨ªa talluditos) como los participantes quisieron ofrecer una noche de alegr¨ªa a Antonio Vega.

Los padres de Antonio no asistieron. Ganas no les faltaron, pero no era aconsejable. Carlos Vega, de 55 a?os (tres m¨¢s que el creador de Chica de ayer), organizador del homenaje y hermano de Antonio, lo justifica: "Mis padres est¨¢n muy mayores y el golpe emocional hubiese sido muy fuerte". Las otras dos hermanas s¨ª acudieron al Palacio. El momento de la noche fue cuando Carlos interpret¨® Lucha de gigantes. No, Carlos no se dedica a cantar pop. Es arquitecto, pero con talento musical. El suficiente como para componer canciones para su hermano, como Mis dos amigos o Entre t¨² y yo. Anoche Carlos era un flan. "He cantado alguna vez con Antonio, pero esto es muy especial. Ser¨¢ la primera y la ¨²ltima vez que lo haga. ?Nervios? No, p¨¢nico. Me tomar¨¦ dos lexatines y a cantar", dec¨ªa antes de la actuaci¨®n.

La mec¨¢nica del espect¨¢culo fue sencilla. Una banda base para todo el mundo (la ¨²ltima que acompa?¨® a Antonio Vega, con el teclista Basilio Mart¨ª de jefe: un diez para ellos que sonaron de lujo) y los artistas subiendo al escenario a interpretar una sola canci¨®n, ya sea del repertorio de Antonio Vega o de los efervescentes Nacha Pop. Los beneficios del concierto ir¨¢n destinados a organizaciones solidarias: Interm¨®n, la Fundaci¨®n Antonio Vega y las Escoles de Nicaragua.

Pronto se comprob¨® que no es nada f¨¢cil enfrentarse a las canciones de Vega, siempre condicionadas por su tono profundo y melanc¨®lico. El Gran Wyoming hizo lo que pudo (cantar no es lo suyo) con Antes de que salga el sol; Pau Don¨¦s no lleg¨® al tono de H¨¢blame a los ojos. La cosa mejor¨® bastante con Mam¨¢, Burning y Quique Gonz¨¢lez. Por ser un poco pejiguero en una noche tan especial: se echaron en falta m¨²sicos j¨®venes, artistas de corte menos comercial que sin duda han recibido la influencia de Vega. Por poner ejemplos: Vetusta Morla, Sidonie o La Habitaci¨®n Roja. Los mejores momentos se acumularon al final: Manolo Garc¨ªa con Esperando nada, los tres Nacha Pop con Atr¨¢s y la canci¨®n final, la inevitable Chica de ayer, con todos los participantes en el escenario. El concierto fue un par¨¦ntesis de dos horas y media en estos once ¨²ltimos meses sin Antonio. En cuanto que dejaron de sonar las guitarras, ya echabas otra vez de menos a Antonio Vega.