Irene Zoe Alameda: "Pasada esta oleada se redescubrir¨¢n las formas cl¨¢sicas"

1. C¨®mo las nuevas tecnolog¨ªas han afectado a tu literatura

Sin las nuevas tecnolog¨ªas todo lo que he escrito ser¨ªa diferente, y en mi caso esto es mucho m¨¢s cierto que en otros autores. Quien eche un simple vistazo a mis textos lo ver¨¢. La imaginaci¨®n y sus contenidos, y los medios de los que se vale para expresarse, est¨¢n interrelacionados. Por otra parte, el universo referencial del escritor de hoy ha incorporado como tercer universo el virtual, que se une a los antiguos (el rural y el urbano). Esto es un hecho. Mientras que para muchos escritores un ordenador es una m¨¢quina de escribir m¨¢s ¨²til, mi modo de trabajar depende de los gadgets de ¨²ltima generaci¨®n del mercado: todos se me quedan cortos porque la creatividad se vuelve m¨¢s potente cuanto mayor es tu capacidad para recogerla y gestionarla.

2. Manifestaci¨®n de la vida no tecnol¨®gica a trav¨¦s de esa nueva literatura

La vida pre tecnol¨®gica se manifiesta en la literatura de la misma forma que antes, la aproximaci¨®n verbal s¨®lo ha cambiado para referirse al campo virtual porque para ese campo hab¨ªa que inventar un nuevo lenguaje. Ahora los "viejos temas" parecen no estar muy de moda, pero estoy segura de que, pasada esta oleada de novedad y creaci¨®n de vocabulario y estilos, se redescubrir¨¢n formas cl¨¢sicas, las cuales ser¨¢n reformuladas. Pero para eso falta algo de tiempo porque ahora estamos abriendo nuevos campos literarios.

3. El papel como reminiscencia arqueol¨®gica. Batalla papel y pantalla

Desde luego, la Sostenibilidad, como ideolog¨ªa de este comienzo de milenio impone un recorte dr¨¢stico a todos los productos que puedan ser sustituidos por soportes m¨¢s econ¨®micos y menos lesivos para el planeta. El papel es arqueolog¨ªa, como de hecho lo es un peri¨®dico impreso al final del d¨ªa: tan obsoleto est¨¢ el papel ya. En realidad, el papel durar¨¢ lo que duremos quienes hemos crecido leyendo libros impresos: le queda un siglo de vida. Desaparecidos nosotros, ya nadie lo echar¨¢ de menos en su vida diaria y los libros pasar¨¢n a ser un objeto especial, de adoraci¨®n melanc¨®lica.