Isaac Rosa: "Internet no es tan decisivo para nuestras vidas"
Respuesta ¨ªntegra del autor de 'El pa¨ªs del miedo' a las preguntas de EL PA?S
Es cierto que para nuestra generaci¨®n las tecnolog¨ªas de la informaci¨®n tienen m¨¢s peso que para las anteriores. Pero en realidad nos relacionamos con ellas de forma muy similar a nuestros hermanos mayores y padres: todav¨ªa como algo excepcional, con asombro, sin naturalidad. Est¨¢ extendido el malentendido de que somos la primera generaci¨®n de Internet, pero no es cierto: todos tenemos memoria personal de un cercano ancien r¨¦gime en que no hab¨ªa Internet ni m¨®viles, a diferencia de la generaci¨®n de mis hijas, que no han conocido otra cosa. Por eso en la literatura de mis coet¨¢neos la tecnolog¨ªa tiene m¨¢s presencia que influencia, y la tiene todav¨ªa de manera forzada, anacr¨®nica ya en su nacimiento. Me enternece la creencia de quien piensa que es moderno por meter correos electr¨®nicos, chats o hiperv¨ªnculos en sus novelas. Qu¨¦ mal envejecer¨¢n esos libros, qu¨¦ risa dar¨¢n a los lectores de dentro de treinta a?os.
Por otro lado, no soy ni tecn¨®filo ni tecn¨®fobo, pero no participo del optimismo tecnol¨®gico de muchos. En realidad no creo que Internet sea tan decisivo para la literatura, porque no es tan decisivo para nuestras vidas aunque nos parezca que ya no podr¨ªamos vivir sin la Red. Como dec¨ªa antes, se nos olvida que hace poco m¨¢s de una d¨¦cada que convivimos con correo y buscadores, y mucho menos de las redes sociales o los blogs.
Pienso que estas tecnolog¨ªas nos aportan mucho, nos enriquecen en muchos sentidos, pero tambi¨¦n pueden influir negativamente en nuestras creaciones. Somos v¨ªctimas, tambi¨¦n los escritores, de ciertas formas de econom¨ªa intelectual, que son muy ¨²tiles para manejar las nuevas herramientas de comunicaci¨®n pero que pueden ser nefastas para la literatura. El copy-paste como t¨¦cnica constructiva, la googlelizaci¨®n del conocimiento, la brevedad expositiva, el esp¨ªritu multimedia que acaba en picoteo superficial... Son formas v¨¢lidas para el ocio, el consumo o el trabajo, pero m¨¢s bien empobrecedoras de la literatura. Y ya se notan en muchas novelas.
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