Puerto Rico vuelve al mapa de la literatura

En los atlas, Puerto Rico sale siempre en ese lugar inc¨®modo y c¨®ncavo que queda entre dos p¨¢ginas enfrentadas, par-impar. O fuerzas el libro y la vista o la encuadernaci¨®n se traga la isla. Sentado en su casa del viejo San Juan, el ensayista portorrique?o H¨¦ctor Feliciano utiliza esa imagen para describir la invisibilidad en la que se ha ido sumiendo para Espa?a y para buena parte del resto de Latinoam¨¦rica un lugar que lucha para que su estatus como cola de le¨®n respecto a Estados Unidos no oculte el que mantiene como cabeza de rat¨®n respecto a la Am¨¦rica hispana. Su renta per capita es mayor que la de Chile, el vecino m¨¢s rico del sur, pero menor que la de Misisipi, el estado m¨¢s pobre del vecino del norte.

Para reivindicar su posici¨®n de cruce insular entre caminos continentales, San Juan inaugur¨® ayer la primera edici¨®n del Festival de la Palabra . Coordinado por la escritora portorrique?a Mayra Santos-Febre y el espa?ol Jos¨¦ Manuel Fajardo, el festival ha llenado la ciudad, empedrada de adoquines azules, de carteles en los que una lengua a lo Rolling Stones sale de las p¨¢ginas de un libro abierto. "Nos quedaremos sin aliento, pero no sin palabras", era la consigna anoche en el inmenso patio del Cuartel de Bajall¨¢. All¨ª no pudo llegar la voz de Jos¨¦ Saramago, efermo, pero retumb¨® la Bomba -una m¨²sica de madre africana nacida en Puerto Rico- y el Daniel Mordzinski, fot¨®grafo argentino afincado en Par¨ªs -o en los aviones- inaugur¨® una muestra de sus retratos de escritores. Efectivamente, si hoy es mi¨¦rcoles, esto es San Juan y si est¨¢ Mordzinski, el hombre de la c¨¢mara en los Hay del universo mundo y en la Semana Negra de Gij¨®n, esto es un festival literario.

C¨®mo contar la violencia, c¨®mo narrar desde la condici¨®n de extranjero, c¨®mo afect¨® el terremoto al vecino Hait¨ª y c¨®mo afectar¨¢ Internet a los peri¨®dicos son algunos de los asuntos que hasta el domingo ocupar¨¢n en coloquios, talleres y visitas a centros de ense?anza a autores como Alfredo Bryce Echenique, Sergio Ramirez, Luis Sep¨²lveda, Gioconda Belli, Rosa Montero, Jos¨¦ Ovejero, Leonardo Padura, Mempo Giardinelli, Iv¨¢n Thays, Mart¨ªn Caparr¨®s, Luis Rafael S¨¢nchez y Elsa Osorio.

Por una semana Puerto Rico abandona el lado fronterizo de los atlas de la literatura. Estado Libre Asociado de Estados Unidos, la isla ocupa un lugar estrat¨¦gico en la geograf¨ªa y la historia pero tambi¨¦n en la historia de la cultura espa?ola. Sin ella el exilio de muchos republicanos hubiera sido mucho m¨¢s inh¨®spito. A unos metros del antiguo cuartel que sirve de sede al Festival de la Palabra, extramuros y a un paso del mar, en el viejo cementerio de Santa Mar¨ªa Magdalena de Pazzis, est¨¢ la tumba de Pedro Salinas. Ajena a la actualidad, Telma D¨ªaz, embalsamadora durante d¨¦cadas y hoy a cargo del camposanto, ense?a el lugar a quien quiera visitarlo. Lo hace mientras habla del poeta de la generaci¨®n del 27 como "pr¨®cer de Puerto Rico".