El hombre de la feria del libro se llama Jorge Ruiz
La Reina Sof¨ªa inaugura la cita de El Retiro en un paseo con lluvia al final
El hombre de la Feria del Libro de Madrid se llama Jorge Ruiz. Es el responsable de la editorial Equipo Sirius, dedicada a la divulgaci¨®n cient¨ªfica y a la literatura de ciencia ficci¨®n. Su caseta es la n¨²mero 227, y est¨¢ tan al final del recorrido si se entra desde la calle de Alcal¨¢ que casi nadie repar¨® en ¨¦l durante la ma?ana. A unos pasos de all¨ª y bajo la lluvia, la ministra de Cultura, ?ngeles Gonz¨¢lez-Sinde, desped¨ªa a la Reina pasadas las dos de la tarde.
Ni siquiera el chaparr¨®n alcanz¨®, sin embargo, a disipar la pregunta del d¨ªa: ?d¨®nde est¨¢n los libros electr¨®nicos? Pilar Gallego, presidenta de la feria, anunci¨® el lunes pasado que este a?o se permitir¨ªa vender -antes lo prohib¨ªa expresamente el reglamento- textos digitales. Las editoriales que lo solicitaran, a?adi¨®, tendr¨ªan una identificaci¨®n especial. La organizaci¨®n colg¨® en su web una lista de 30 sellos pero esta ma?ana era misi¨®n casi imposible encontrar uno. En Maeva dec¨ªan que era un error de la organizaci¨®n y que ellos venden a trav¨¦s de plataformas como Leqtor, no en El Retiro. En la caseta de Acantilado derivaban amablemente -"primera noticia"- al distribuidor. Por su parte, SM y Santillana remit¨ªan al d¨ªa 9 de junio, fecha en que se presentar¨¢ en el C¨ªrculo de Bellas Artes de Madrid la gran plataforma digital espa?ola, Libranda.
Pero ah¨ª estaba Jorge Ruiz con su Papyrus -un lector de libros electr¨®nicos-, su ordenador y su cat¨¢logo de 70 t¨ªtulos. En la feria no ha vendido todav¨ªa ninguno pero explica que en el primer trimestre de este a?o ha vendido ya tantas descargas como en todo el a?o pasado. ?Cu¨¢ntas? "No muchas... perm¨ªtame que no d¨¦ cifras". Vende por 9 euros la versi¨®n digital de t¨ªtulos que en papel cuestan 21,90 y cree que aqu¨¦lla todav¨ªa no es competencia grande para ¨¦stos: "Pero empieza a serlo". Por ahora, el mercado del libro electr¨®nico en Espa?a supone s¨®lo un 0,8% del total.
La Reina Sof¨ªa hubiera, pues, tenido dif¨ªcil cargar el dispositivo de lectura que dicen sus colaboradores que utiliza en algunos viajes. Libros en papel no le faltaron desde que la en la caseta de los pa¨ªses n¨®rdicos -invitados de honor de la feria- recibi¨® un ejemplar de El castillo de los Pirineos (Siruela) de manos de su autor, el noruego Jostein Gaarder, que esta tarde inaugurar¨¢ a las 19.30 la programaci¨®n cultural de la cita en una conversaci¨®n con el periodista de TVE David Cantero. A partir de esa caseta, la n¨²mero 6, comenz¨® una romer¨ªa en la que la Reina carg¨® con libros como De Valladolid, con textos de Miguel Delibes, la poes¨ªa in¨¦dita de Blas de Otero (publicada por Galaxia Gutenberg / C¨ªrculo de Lectores), libros infantiles para sus nietos -como los de Mario Vargas Llosa y Arturo P¨¦rez-Reverte publicados por Alfaguara o El principito en versi¨®n c¨®mic editado por Salamandra- y textos de autoayuda y religi¨®n para s¨ª misma.
En la caseta de Berkana, la librera Mili Hern¨¢ndez, le regal¨® De Sodoma a Chueca. Una historia cultural de la homosexualidad en Espa?a (Egales), de Alberto Mira. Mientras la Reina continuaba su paseo, la librera reproduc¨ªa la conversaci¨®n: "Le he dicho que en el libro de Pilar Urbano hizo unas declaraciones sobre el matrimonio homosexual y el d¨ªa del orgullo gay que no nos gustaron a los gays y lesbianas, y que yo cre¨ªa que eran fruto del desconocimiento. Por eso le he regalado el libro de Mira. Creo que es importante que est¨¦ en la biblioteca de la Casa Real".
En el camino, fotos de curiosos, aplausos, apretones de mano, llamadas telef¨®nicas -"?A qu¨¦ no sabes al lado de qui¨¦n estoy?"- y el n¨²mero de la suerte en el sorteo de la Cruz Roja: el 76451. Se lo vendi¨® Eduardo a la Reina y a la ministra de Cultura. Con la mercadotecnia montada, el vendedor sigui¨® a la comitiva: "?Compre el n¨²mero que se ha llevado la Reina!" Por mucho que ese n¨²mero se le hubiera terminado diez casetas antes, la frase dur¨® hasta m¨¢s all¨¢ de las dos. En ese momento, a la altura de la caseta de Siruela, la editorial de Gaarder, empez¨® a llover. A la Reina, no obstante, le dio tiempo de pedir que el escritor noruego le firmara por la tarde un ejemplar de, c¨®mo no, El mundo de Sof¨ªa.
Despedida la soberana, la ministra de Cultura y el director general del libro, Rogelio Blanco, reci¨¦n llegados de la feria de Nueva York -dedicada esta vez a Espa?a- combat¨ªan el jet lag y, de paso, las preguntas de los periodistas. ?La declaraci¨®n como bien de inter¨¦s cultural del archivo de Salamanca es un blindaje para que no se mueva de all¨ª un solo papel? "En absoluto. De all¨ª nunca se ha movido nada sin que quede una copia digital. Esa declaraci¨®n no cambia nada", respondi¨® Rogelio Blanco. ?Teme las protestas del mundo del cine ante los anunciados recortes de las subvenciones a las pel¨ªculas? Turno de la ministra: "El mundo del cine es consciente de la situaci¨®n que atravesamos y del esfuerzo que hay que hacer". La lluvia aprieta y adi¨®s. Todas las casetas han cerrado ya. S¨®lo queda abierta la de Jorge Ruiz, que trajina con su ordenador y explica que por la mitad de lo que cuesta en papel te llevas en el pen drive, en la tarjeta del dispositivo de lectura o te manda ¨¦l mismo por correo electr¨®nico un ejemplar de Mi querido, mi viejo, mi amigo, unas "p¨ªldoras interactivas de ciencia" que ha escrito, le da pudor decirlo, ¨¦l mismo.
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