T¨®cala otra vez, Sam (en las calles de Nueva York)
El artista brit¨¢nico instala en espacios p¨²blicos de Nueva York 60 pianos antes de hacer lo mismo en Londres
La m¨²sica es una llave infalible para hacer amigos. O al menos para abrir el camino hacia la comunicaci¨®n. Despu¨¦s de acudir cada semana a la misma lavander¨ªa y encontrarse siempre con la misma gente y nunca cruzar palabra, el artista brit¨¢nico Luke Jerram pens¨® que si en ese local hubiera habido un piano, seguro que se hubieran entablado conversaciones y hecho amistades. Y decidi¨® hacer la prueba llevando esa idea hasta el extremo: llenar de pianos una ciudad.
Desde marzo de 2008 Jerram, originario de Bristol, ha colocado pianos en las calles de las principales urbes del mundo, de Barcelona (que en marzo recibi¨® 23 pianos) a Sidney pero hoy se inaugura la 'pata' m¨¢s ambiciosa del proyecto: Nueva York. La 'gran manzana' amanec¨ªa hoy lunes con 60 pianos en sus calles y simultaneamente otros 21 llover¨¢n ma?ana sobre Londres. Con un frase sobre cada uno de ellos que dice Play me, I am yours (t¨®came, soy tuyo), los pianos, decorados por artistas y conseguidos a trav¨¦s de donaciones, residir¨¢n en parques y puntos de referencia neoyorquinos y londinenses desde hoy y hasta el pr¨®ximo 10 de julio. Cualquiera que pase por delante est¨¢ invitado a tocar o a mirar y escuchar al improvisado m¨²sico, en un intento por conseguir que los ciudadanos, hoy encerrados en el universo del tel¨¦fono m¨®vil y cada vez menos pendientes de lo que ocurre a un metro de ellos, desconecten e interactuen entre ellos.
El proyecto Play me, I am yours es tambi¨¦n una declaraci¨®n de principios sobre el espacio p¨²blico y sobre el uso que se le da. "Al trastornar la relaci¨®n de la gente con su ciudad, los pianos tambi¨¦n sirven para provocar, activar y reclamar las calles" escribe Jerram en la web del proyecto, www.streetpianos.com
Incluso la misma web est¨¢ concebida para que quienes disfruten con los pianos dejen en ella sus historias, sus fotos o sus videos. "Al igual que Facebook, los pianos y esta webside sirven para crear un recurso de conexi¨®n, un lienzo en blanco para que la gente se exprese y comparta su creatividad".
Curiosamente uno de los descubrimientos que Jerram ha hecho con este proyecto es que en todas las ciudades del mundo hay decenas de "pianistas escondidos", gente que sabe tocar pero que por diferentes razones no tiene acceso al instrumento. Ese precisamente era el caso de un ni?o al que su madre vio tocar por primera vez en Brasil en uno de los pianos de I am yours, play me despu¨¦s de pagarle lecciones de piano durante tres a?os. Aquella familia no ten¨ªa dinero para tener un piano en casa, como sin duda le ocurre a muchas otras. De ah¨ª que una vez que concluya el proyecto, los instrumentos ser¨¢n donados a escuelas de m¨²sica y centros p¨²blicos. Adem¨¢s, al estar decorados por diferentes artistas, cumplen una doble funci¨®n ya que tambi¨¦n 'ejercen' como piezas de arte visual, contribuyendo a darle vida a la ciudad.
Este no es el primer experimento musical impulsado por Jerram. En 2008 mont¨® un concierto en el aire en Bristol, aunque el proyecto, que iba a permitir tener a unas 100.000 personas como audiencia porque se trataba de m¨²sicos montados en siete globos que iban a volar a trav¨¦s de la ciudad, acab¨® frustr¨¢ndose por problemas clim¨¢ticos. Seg¨²n explica en su web "perd¨ª gran parte del presupuesto en pagar a los pilotos y a los m¨²sico contratados para ese d¨ªa as¨ª que no pod¨ªa repetirlo y tuve que pensar en otra cosa. Play me, I am yours fue lo que se me ocurri¨®" explica en su web. Jerram, a quien tambi¨¦n le gusta hacer proyectos art¨ªsticos directamente conectados con la ciencia, no s¨®lo ha llevado los pianso hasta Nueva York sino toda una serie de virus mort¨ªferos como el del sida que bajo su direcci¨®n han sido transformados en delicadas piezas de cristal. La inquietante colecci¨®n de bellezas mort¨ªferas se exhibe en la galer¨ªa Heller de Manhattan.
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