Brenda Blethyn, la inglesa con may¨²sculas

Durante 15 a?os, Brenda Blethyn (1946, Ramsgate) se hinch¨® a hacer cap¨ªtulos en series inglesas. Nadie le pon¨ªa cara. Incluso apareci¨® en El r¨ªo de la vida, de Robert Redford y protagonizada por Brad Pitt . Nada. Hasta que se cruz¨® en su vida Mike Leigh con el gui¨®n de Secretos y mentiras, y el talento de Blethyn estall¨®. Desde ese rodaje, dos candidaturas al Oscar y un pu?ado de magn¨ªficas pel¨ªculas han demostrado que Blethyn era uno de los tesoros ocultos m¨¢s valiosos del Reino Unido. En persona, la actriz parece prolongar ese rol de peque?a y t¨ªmida mujer, con ese tono de voz timorato que ella maneja de forma d¨²ctil desde la firmeza hasta la ternura.

Hoy estrena London river, del franc¨¦s Rachid Bouchareb , un filme sobre los atentados en 2005 en Londres realizados por terroristas islamistas radicales. A Blethyn le toca el papel de mujer que busca a su hija entre las v¨ªctimas de la matanza, un rastreo en el que le acompa?a un inmigrante africano que tambi¨¦n ha perdido a su hijo. En el festival de San Sebasti¨¢n, Blethyn defendi¨® este trabajo, un papel por el incluso ha aprendido franc¨¦s. "Ha sido una experiencia emocionante. Mi compa?ero de reparto, Sotigui [Kouyat¨¦, el gran actor y director teatral de Mal¨ª, presencia habitual en las obras de Peter Brook] hablaba ingl¨¦s con un acento muy fuerte, y la primera que hablamos lo hicimos por tel¨¦fono. En esa curiosa conversaci¨®n intu¨ª su generosidad. Cuando nos conocimos cara a cara, conectamos inmediatamente: los dos venimos del teatro, y de ah¨ª nace el respeto por el compa?ero. Rachid nos empuj¨® a improvisar; es un director que te hace sentir la persona m¨¢s interesante que haya conocido y eso cre¨® un ambiente perfecto de trabajo".

Aparecer como inglesa en un filme que habla de uno de los momentos m¨¢s dram¨¢ticos de la historia reciente del Reino Unido, no preocup¨® mucho a la actriz en cuanto tuvo el gui¨®n en la mano: "Nunca me hubiera interesado un proyecto que primara el sensacionalismo. Los atentados tuvieron un gran impacto y no hubiera estado bien que se capitalizara eso. Rachid ha escogido un punto de vista humanista, ha centrado el gui¨®n en dos individuos padres de v¨ªctimas y ese es, para m¨ª, el ¨²nico punto de vista coherente. Mi personaje no sab¨ªa nada del Islam antes del rodaje, y aprende paso a paso junto con el espectador. A Rachid le gusta que su c¨¢mara no juzgue lo que pasa. Puede que s¨ª lo haga alguno de sus personajes, pero no ¨¦l como director, que deja las reflexiones para el p¨²blico". Como persona, m¨¢s all¨¢ de ser actriz, Blethyn no entiende c¨®mo unas personas -en aquel caso, ingleses mismos- apostaron por la violencia. "No s¨¦ por qu¨¦ pasan estas cosas. Cuando yo era joven, tambi¨¦n me horrorizaban como j¨®venes ultraderechistas daban palizas en los a?os cincuenta a paquistan¨ªes en el centro de Londres. ?Qui¨¦n no tendr¨ªa ganas de vengarse tras sufrir eso? Casi prefiero no pensar esto: las dos cosas me provocan repulsi¨®n por igual".

De fondo, London river abre los ojos sobre el habitual desconocimiento en Occidente del Islam. "Cuando conoces a alguien por primera vez no le preguntas por su religi¨®n. Deber¨ªa ser algo privado y deber¨ªamos ser respetuosos con las creencias respectivas. Cuando alguien te dice que ha hecho algo 'en nombre de', siento una mala vibraci¨®n. No conozco bien ni el hinduismo ni el budismo, pero me parece que no son religiones que alimenten titulares de peri¨®dicos. El Islam, s¨ª; y muchas veces es por culpa de atentados. La mayor¨ªa de los musulmanes son pac¨ªficos y penan por las barbaridades de unos pocos. No es nada justo". Blethyn incluye en su tono, ahora filme en esta respuesta, unas risas descompresoras. Aunque la respuesta sea seria, parece que ese truco le sirve para no sentirse una predicadora. ?Tal vez porque fuera de su pa¨ªs ella es la imagen que todos tenemos en la cabeza de la inglesa de edad media y clase media? "Vaya, no era consciente de eso, pero es muy agradable, se agradece. Me gusta hacer los papeles de gente com¨²n. Aunque soy capaz de encarnar a alguien con mucho glamour". Carcajada final en defensa de su talento.