Los leones de la Alhambra salen del taller

Los 12 leones m¨¢s emblem¨¢ticos de la historia del arte pueden volver a verse desde ayer, una vez que han finalizado los trabajos para su restauraci¨®n que los han mantenido en los talleres del patronato desde 2007. Forman parte de una exposici¨®n en la cripta del Palacio de Carlos V de la Alhambra, donde permanecer¨¢n hasta final de a?o. "Se trata de un momento hist¨®rico. Por fin todo el mundo puede ver los leones como realmente eran. Todav¨ªa no est¨¢n totalmente terminados, pero las intervenciones que quedan van a realizarse delante de los visitantes algunos de los d¨ªas", explic¨® la presidenta del Patronato de la Alhambra, Mar¨ªa del Mar Villafranca.

La restauraci¨®n de los leones ha costado 1.200.000 euros, incluyendo los trabajos sobre la taza de la fuente.

Durante los trabajos, no han sido pocos los descubrimientos realizados por los restauradores sobre las esculturas. En primer lugar, al quitar la gruesa costra de cal y microbios que recubr¨ªa el m¨¢rmol, se ha roto uno de los mitos que circulaban en torno a ellos. Los doce leones no son iguales. Son hermanos, pero no gemelos. Sus pesos oscilan entre los 250 y los 300 kilos, pero esta no es su ¨²nica diferencia. Los artesanos comenzaron sus trabajos tras la elaboraci¨®n de un modelo, que debi¨® ser el le¨®n n¨²mero 10, que tiene una decoraci¨®n m¨¢s trabajada y que presenta huella en forma de l¨¢grima y bigotes mucho m¨¢s rizados en el rostro que el resto. Adem¨¢s, las colas nunca son iguales como tampoco lo es su tama?o o su perfil. Con estos datos, los restauradores se decantan por la teor¨ªa de que fueron esculpidos por distintas manos que trataron de expresar detalles diferentes, como puede apreciarse con especial transparencia en las u?as de las patas.

Tampoco coinciden las orejas, pero es posible que esto sea el fruto de una restauraci¨®n realizada en el siglo XVII por Alonso de Mena, que decidi¨® sustituirlas para salvar su deterioro, ya que era la parte m¨¢s vulnerable de las esculturas.

Los famosos felinos, que fueron construidos entre 1362 y 1391 por orden de Muhammad V, que los encarg¨® a un taller de la zona en el que se emple¨® m¨¢rmol de Macael (Almer¨ªa), tambi¨¦n guardaban otros secretos que han podido desvelarse. Durante el trabajo realizado por los restauradores, en una de las piezas apareci¨® un peque?o graffiti que podr¨ªa pertenecer al escritor rom¨¢ntico brit¨¢nico Richard Ford y que est¨¢ datado en 1831.

Adem¨¢s, desde que comenzaran hace tres a?os los trabajos, el n¨²mero con el que se mencionaba cada uno de ellos se ha ido sustituyendo por un nombre dado por los restauradores. F¨¦lix, Melanie, Olivia, Rey Gud¨², Calimero... Ninguno es igual a otro y quienes han convivido con ellos durante todos estos a?os los reconocen sin esfuerzo.

"Estaban muy deteriorados, ha sido una intervenci¨®n decisiva", explicaron en la Feria Internacional de la Restauraci¨®n algunos de los profesionales que han participado en los trabajos. Se han valido de la ciencia y la tecnolog¨ªa. El esc¨¢ner, el l¨¢ser y la simulaci¨®n tridimensional han servido de bistur¨ª para poder rescatar las figuras originales. Los efectos del clima y de la cal del agua fueron demoledores sobre ellos. Hoy han recuperado su esplendor, aunque resulte extra?o verlos de ese modo, como despu¨¦s de un ba?o que los ha dejado limpios, escasos de tiempo.

Los leones de la Alhambra, restaurados