Un pueblo con firma propia

El nombre del alcalde de la localidad burgalesa de Huerta de Rey, Antonio, es una excepci¨®n en su pueblo pese a que tiene 787.347 tocayos en Espa?a, seg¨²n el Instituto Nacional de Estad¨ªstica. En esta poblaci¨®n lo habitual es llamarse de una forma distinta a la del resto de los mortales. Digna Marciana, Burgundofora, Exuperancia, Plautila, Eufronia o Lupicinio son los nombres de algunos de los vecinos de Huerta de Rey. As¨ª hasta llegar a los 333 apelativos que se han registrado en los archivos municipales de la localidad desde 1890. El s¨¢bado 31 de julio se celebr¨® en esta poblaci¨®n una jornada de nombres raros que reuni¨® a m¨¢s de 200 personas y que recog¨ªa el testigo del Encuentro Internacional Con Nombre Propio que tuvo lugar en agosto de 2008. El requisito para participar era que el apelativo en cuesti¨®n no figurase en el INE entre los 150 m¨¢s habituales de Espa?a.

"No creo que tenga muchas tocayas", dice al borde de la carcajada Digna Marciana

Lleg¨® a haber hasta cuatro personas con el mismo nombre y apellido y hubo hasta siete hombres llamados Juan Molinero en el pueblo

"Soy Hier¨®nides Ranulfo Moreno Benito y me encanta mi nombre. Me llamo as¨ª porque el d¨ªa de mi nacimiento coincidi¨® con ese santo", explica uno de los vecinos de Huerta de Rey. El responsable de que esta sea una de las localidades con m¨¢s nombres raros de Espa?a es Adolfo Moreno, el abuelo de Hier¨®nides, que era secretario municipal. En 1890, comenz¨® a recomendar a sus vecinos que pusieran a sus hijos nombres del santoral o del Martirologio Romano debido a que casi todo el mundo se llamaba igual y a que en el pueblo se repiten 4 ¨® 5 apellidos (Rica, Guerrero, Molinero, G¨¢rate). En estas circunstancias, el correo rara vez llegaba correctamente a sus destinatarios. "En aquella ¨¦poca, las cartas se enviaban sin direcci¨®n, y todo el mundo se enteraba de las intimidades de sus vecinos porque siempre hab¨ªa errores con los nombres", explica Hier¨®nides. "Lleg¨® a haber hasta cuatro personas con el mismo nombre y apellido y hubo hasta siete hombres llamados Juan Molinero", comenta Jos¨¦ ?ngel Sebasti¨¢n, uno de los organizadores de la jornada del 31 de julio. La ¨²nica soluci¨®n cuando no se sab¨ªa a qui¨¦n pertenec¨ªa una carta era que sus posibles destinatarios se reunieran con el cartero, abrir el sobre y leer las primeras l¨ªneas en voz alta para saber a qui¨¦n iba dirigida.

"No creo que tenga muchas tocayas", dice al borde de la carcajada Digna Marciana, de 84 a?os. "Tengo este nombre porque la mujer que me llev¨® a bautizar se llamaba as¨ª", comenta divertida. A pesar de lo poco terrenal de su apelativo, Marciana asegura que es una persona muy abierta y risue?a. "Cada vez me gusta m¨¢s mi nombre, y encima salgo bastante en la televisi¨®n. ?A mis a?os me voy a hacer famosa!", comenta. A pesar de todo, en Espa?a hay otras 1.701 personas que se llaman Marciana , seg¨²n el INE. Aunque la costumbre de poner un nombre dependiendo del santoral es t¨ªpica en muchos lugares de Espa?a, lo que hace diferente a Huerta de Rey es que buscaban entre los posibles nombres los m¨¢s extra?os.

Historietas graciosas

En Huerta de Rey no cuesta encontrar an¨¦cdotas. "En los a?os 70, yo viv¨ªa en Valladolid. Una vez me lleg¨® una carta en cuyo sobre solo pon¨ªa 'Hier¨®nides Moreno Benito - Valladolid'. Ni direcci¨®n ni nada. Ahora, cuando voy a alg¨²n lado, deletreo mi nombre y aqu¨ª paz y despu¨¦s gloria", asegura el nieto de Adolfo Moreno. Uno de los concejales del pueblo, Ercilio N¨²?ez, tampoco escapa a la tradici¨®n de la localidad. "Cuando conoc¨ªa a gente de otros lugares en la adolescencia, al principio les ca¨ªa muy bien, pero en cuanto se enteraban de c¨®mo me llamaba hu¨ªan. Por eso, ten¨ªa que decir que era Pepe o Luis", recuerda. El alcalde de la localidad, Antonio Mu?oz, afirma que sus padres quisieron poner a su hermano un nombre tan raro que el cura se neg¨®. "Ten¨ªa un primo que se llamaba Restituto ?ngel, pero, como todo el mundo le llamaba ?ngel, no se enter¨® de su verdadero nombre hasta que fue a la mili", recuerda.

La tradici¨®n que inaugur¨® Adolfo Moreno ha propiciado la celebraci¨®n de Encuentros Internacionales con Nombre Propio, en los que se re¨²nen personas que se llaman de una forma poco com¨²n. El primero tuvo lugar en 2008 y acudieron m¨¢s de 300 personas. El pasado 31 de julio se celebr¨® una jornada de nombres raros y la asistencia disminuy¨® un poco: m¨¢s de 200 personas se acercaron a Huerta de Rey. El alcalde, Antonio Mu?oz, cree que lo mejor de este tipo de acontecimientos es la publicidad que se le da al pueblo. "Adem¨¢s, toda fiesta que se haga es bienvenida", a?ade. El concejal Ercilio N¨²nez, que ha sido uno de los organizadores del encuentro, hace un balance muy positivo y opina que lo mejor de este tipo de acontecimientos es que "sirven para descubrir el significado etimol¨®gico y simb¨®lico de los nombres". Asegura que el descenso en el n¨²mero de participantes se debe a que el 31 de julio es un d¨ªa en el que mucha gente a¨²n no hab¨ªa ido al pueblo. "A¨²n as¨ª, han venido personas desde Valladolid, Zamora, Madrid, Barcelona y Logro?o", afirma. Para participar era necesario que el nombre propio no apareciese en la lista de los 150 m¨¢s habituales del INE.

El preg¨®n de la jornada de nombres raros corri¨® a cargo de Adolfo Moreno, tocayo y nieto del secretario que inici¨® la tradici¨®n. Despu¨¦s hubo un pasacalles hasta la iglesia, donde se celebr¨® un oficio religioso a la Virgen de la Arandilla. Uno de los momentos m¨¢s emotivos del d¨ªa tuvo lugar con la presentaci¨®n del libro de oro de los nombres raros, un tomo en blanco en el que firmaron las personas que ten¨ªan un apelativo fuera de lo com¨²n. El libro permanecer¨¢ en Huerta de Rey para que quien considere que tiene un nombre extra?o pueda firmar. El d¨ªa termin¨® con una suelta de vaquillas y una capea.

Problemas del pueblo

El alcalde de la localidad cree, pese a todo, que la costumbre de poner nombres raros se est¨¢ perdiendo con el tiempo, una teor¨ªa que no comparte el concejal Ercilio. "Hay bastantes chicos de poco m¨¢s de 20 a?os que siguen llam¨¢ndose Oria, Arandilla, Aaron, Tob¨ªas...", asegura. Jos¨¦ ?ngel Sebasti¨¢n, uno de los organizadores de la jornada de nombres raros, no cree que la tradici¨®n se est¨¦ perdiendo, sino que "lo ¨²nico que ocurre es que ahora hay menos nacimientos".

El alcalde lamenta que, aunque los nombres raros permiten al pueblo aparecer en los medios de comunicaci¨®n, nadie atiende a las necesidades que tiene la localidad. El problema principal de la poblaci¨®n es el paro, seg¨²n explica. "Hace poco cerraron una industria de lanas y una cantera de m¨¢rmol que hab¨ªa a ocho kil¨®metros del pueblo. Otra empresa de maderas tambi¨¦n tuvo que despedir a mucha gente", lamenta. Huerta de Rey cuenta habitualmente con 700 habitantes, pero esa cifra se cuadriplica en verano. Esto, seg¨²n el alcalde, crea problemas de abastecimiento de agua porque "no existe un dep¨®sito lo suficientemente grande".

Mientras el pueblo lucha por solucionar sus problemas, el libro de oro de los nombres raros sigue esperando a que los visitantes de Huerta Rey compongan con sus apelativos las p¨¢ginas m¨¢s curiosas de la localidad.