Diez obras maestras... que nunca llegaron a rodarse
La historia del cine registra numerosos proyectos de enorme ambici¨®n que no pudieron salir adelante
Ahora que Steven Spielberg se ha quedado compuesto y sin novia por culpa de Liam Neeson (que se ha largado con viento fresco de su proyecto sobre Abraham Lincoln) quiz¨¢s sea un buen momento para repasar esas pel¨ªculas que sobre papel parec¨ªan un triunfo seguro y que finalmente acabaron besando la lona.
Ronnie Rocket, de David Lynch
En 1977, un a?o despu¨¦s de haber estrenado Cabeza borradora, David Lynch empez¨® a darle vueltas a la idea de hacer una secuela del filme. Lynch escribi¨® un gui¨®n donde aparec¨ªa un ser deforme que hab¨ªa sido sometido a m¨²ltiples operaciones quir¨²rgicas contra su voluntad, incluida la implantaci¨®n de una mata de pelo pelirroja. El personaje era secuestrado por dos cirujano-forajidos que le insuflaban vida pero que le provocaban un indeseado efecto secundario: necesitaba conectarse a un enchufe cada dos por tres. La acci¨®n se completaba con unos tipos llamados Hombres Donut, que vest¨ªan largas gabardinas negras y que explotaban cuando alguien les mencionaba que llevaban los cordones desabrochados. Los Donuts ten¨ªan terribles poderes y eran capaces de obligar a cualquiera que les cayera mal a comerse sus propias manos. Hasta Lynch reconoci¨® en su momento que "quiz¨¢s sea una pel¨ªcula muy abstracta".
Conclusi¨®n: el gui¨®n ahuyent¨® a los inversores y tras dos d¨¦cadas de insistencia el realizador decidi¨® dejar de lado el proyecto.
Dune, de Alejandro Jodorowsky
S¨ª, ya sabemos que el apenas mencionado David Lynch estren¨® Dune en 1984 (en realidad era la versi¨®n de Dino de Laurentis, que redujo la versi¨®n del director de las seis horas hasta los 180 minutos -aunque existen dos versiones m¨¢s, una de 137 y otra de 190) de la que sigue renegando a d¨ªa de hoy. Sin embargo, y mucho antes de que Ridley Scott y David Cronenberg acabar¨¢n d¨¢ndole calabazas al topoderoso Dino de Laurentis el legendario Alejandro Jodorowsky intent¨® llevar a la gran pantalla su propia versi¨®n de la saga de Frank Herbert. En ella Salvador Dal¨ª ejercer¨ªa de emperador, Dan O' Bannon firmaba el gui¨®n y H.R. Giger (pintor e ilustrador, creador de Alien) se encargar¨ªa de dar vida a las criaturas. El delirante proyecto estuvo vivo unos a?os y cada uno de los implicados intent¨® sacar adelante el proyecto usando sus propios contactos, pero fue en vano. Los que leyeron el gui¨®n tacharon la cosa de "locura".
Conclusi¨®n: si alguien se hubiera atrevido podr¨ªamos estar hablando de la pel¨ªcula m¨¢s salvajemente surrealista de la historia.
Spiderman, de James Cameron
En 1991, el m¨ªtico Stan Lee, cabeza visible de la editorial Marvel y James Cameron, ya un director reconocido por pel¨ªculas como Terminator y Aliens, se reunieron en Los ?ngeles para hablar de la posibilidad de que el segundo se hiciera cargo de la adaptaci¨®n cinematogr¨¢fica de Spiderman. Al salir de esa reuni¨®n Lee declar¨® que no hab¨ªa mejor candidato posible para el proyecto que Cameron. En 1993 el realizador entreg¨® su primer tratamiento y Lee declar¨® a la revista Premiere que "era magn¨ªfico, Cameron ha sabido capturar la esencia de Spiderman". El gui¨®n primerizo del director mostraba a un joven Peter Parker enfrentado a una suerte de Electro (aquel villano capaz de manejar la electricidad con solvencia) y despertando a la pubertad, con influencias del mism¨ªsimo Kafka. En 1995 parec¨ªa que la cosa estaba al caer pero la lucha entre Sony, Carolco y MGM por los derechos se interpon¨ªan entre el cazador y su presa. Cuando en febrero de 1999 un juez otorg¨® a Marvel la potestad para negociar un nuevo trato y esta se decidi¨® por Sony, Cameron volvi¨® a ser el favorito para ocupar la silla de director. Sin embargo, este dijo que su tiempo hab¨ªa pasado y as¨ª el proyecto pas¨® a dormir el tiempo de los justos.
Conclusi¨®n: el gui¨®n de Cameron, magn¨ªfico, puede encontrarse en la red e inclu¨ªa una impresionante batalla final en las Torres Gemelas. Definitivamente, no va a poder ser.
Superman, de Kevin Smith
En 1996 Warner Bros se propuso dar un empuj¨®n a una de sus franquicias con m¨¢s potencial, Superman. Para ello decidieron convocar a varios directores e invitarles a mostrar sus ideas para el proyecto. Kevin Smith (director de Clerks o Mallrats) fue uno de los que asistieron a esa reuni¨®n. El director, furibundo amante de los c¨®mics, prometi¨® entregar un tratamiento a la mayor brevedad. Finalmente acab¨® enviando a los estudios un gui¨®n de ochenta p¨¢ginas donde, en resumen, Lex Luthor contactaba con una entidad extraterrestres, Brainiac, para que le ayudara a acabar con el Hombre de Acero. Una vez en la Tierra el alien¨ªgena descubr¨ªa que Superman depend¨ªa del sol y trazaba un plan con Luthor para privarle de esa fuente de energ¨ªa. En la pel¨ªcula, el tipo de la capa apenas aparec¨ªa, no hab¨ªan escenas de vuelo (Smith cre¨ªa que el p¨²blico ya no se cre¨ªa lo de que un tipo pudiera volar) y Clark Kent hablaba y hablaba sin parar. A pesar de ello, parece que el gui¨®n era magn¨ªfico. Los jefazos del estudio decidieron que una pel¨ªcula con tan poca acci¨®n era inconcebible y le dieron el finiquito a Smith y ficharon a Tim Burton. Ya de patitas en la calle Smith declar¨®: "?A qui¨¦n va apoyar Warner Bros, al tipo que hizo Clerks o al que gan¨® quinientos millones de d¨®lares con Batman?".
Conclusi¨®n: despu¨¦s de m¨¢s de trescientos millones de d¨®lares, nueve guiones distintos y cuatro directores la cosa acab¨® con Superman returns, de Bryan Singer. Como dir¨ªa Bernd Schuster: "no hace falta decir nada m¨¢s".
Las cruzadas, de Paul Verhoeven
En 1997 el realizador holand¨¦s Paul Verhoeven estaba quit¨¢ndose el mal sabor de boca que le hab¨ªa dejado Showgirls con el exitazo del que estaba disfrutando con la reci¨¦n estrenada Starship troopers. En ese momento empez¨® a fraguarse en su cabeza la idea de llevar a la gran pantalla una super-super-producci¨®n sobre Las Cruzadas. Contact¨® con Arnold Schwarzenegger para que encabezara el reparto (interpretar¨ªa a Hagen, un ladr¨®n metido sin desearlo en el embrollo de la Guerra Santa) y encarg¨® el gui¨®n a Walon Green, el guionista responsable de Grupo salvaje, la obra maestra de Sam Peckinpah. En 1998 todo estaba listo, el libreto entregado, el reparto perfilado (con Charlton Heston, Robert Duvall o Jennifer Lopez acompa?ando al Governator) pero hab¨ªa un ligero problema: Verhoeven calculaba que necesitar¨ªa entre doscientos y trescientos millones para llevar a cabo el proyecto. Obviamente, all¨ª se acab¨® la cruzada de Verhoeven. Sin embargo a principios de 2001 la pel¨ªcula parec¨ªa haber retomado fuerza y varios inversores se mostraron interesados... hasta que en septiembre de ese mismo a?o un gigantesco atentado derrib¨® las Torres Gemelas y de pronto lo de la Guerra Santa no pareci¨® tan buena idea.
Conclusi¨®n: aunque en noviembre de 1998 todos coincidieron que el gui¨®n, que acababa de salir a la luz, era apabullante, el proyecto ha viajado al limbo de los olvidados.
El g¨¦nesis, Robert Bresson
En 1963 el famoso director franc¨¦s convenci¨® a Dino de Laurentis de rodar una pel¨ªcula sobre el G¨¦nesis. El rodaje empez¨® en Roma aquel mismo a?o, con de Laurentis husmeando por el set d¨ªa si d¨ªa tambi¨¦n, lanz¨¢ndose a la yugular del realizador y entrometi¨¦ndose en toda clase de decisiones creativas en las que no deb¨ªa tener ni voz ni voto. Cansado del acoso Bresson se larg¨® en menos de una semana llev¨¢ndose su gui¨®n con ¨¦l. Despu¨¦s pas¨® dos d¨¦cadas intentando llevar adelante el proyecto por sus propios medios, encontr¨¢ndose siempre con un muro de incomprensi¨®n y las consiguientes dificultades financieras. Aunque se rodaron algunas escenas estas nunca han sido vistas por el p¨²blico y se rumorea que est¨¢n cogiendo polvo en la caja fuerte de veterano productor italiano. Bresson muri¨® en 1999 sin haber podido concretar su sue?o.
Conclusi¨®n: nunca trabajes con Dino de Laurentis.
Proyecto sin t¨ªtulo, Lars Von Trier
L'enfant terrible del s¨¦ptimo arte se empe?¨® a finales de los 90' en rodar su propia pel¨ªcula sobre el holocausto. Sus productores le dieron luz verde y quisieron ver m¨¢s con lo que el dan¨¦s escribi¨® un breve libreto sobre el tema, al que Von Triers daba -obviamente- un tratamiento hiperrealista. El realizador empez¨® entonces a confeccionar una lista de actores sobre la que empezar a trabajar y se la pas¨® al equipo de producci¨®n. Los problemas llegaron cuando el cineasta entreg¨® tambi¨¦n una lista de condiciones indispensables para trabajar: la construcci¨®n de un campo de concentraci¨®n que siguiera fielmente los planos originales nazis y un periodo de seis semanas en el que los actores vivir¨ªan en el "set" (por llamarlo de alguna manera) y ser¨ªan alimentados como presos para que tuvieran el aspecto fam¨¦lico que requer¨ªa el proyecto. Obviamente los productores se asustaron, los actores dijeron "no" y el realizador acab¨® dedic¨¢ndose a tareas m¨¢s provechosas.
Conclusi¨®n: nos quedaremos sin saber hasta donde hubiera podido llegar la combinaci¨®n nazis + Lars Von Trier.
Kaleidoscope, de Alfred Hitchcock
A mediados de los 60' Hitch se debat¨ªa en una especie de crisis creativa por el mal funcionamiento de sus ¨²ltimas pel¨ªculas, especialmente de Marnie, la ladrona. Para superar la etapa el brit¨¢nico decidi¨® lanzarse sin paraca¨ªdas a su proyecto m¨¢s ambicioso: un filme rodado enteramente con c¨¢mara subjetiva (al parecer desde el punto de vista del asesino) sobre un maniaco homicida y violador que aterrorizaba Londres. El director pensaba utilizar detalles de cr¨ªmenes reales y todo tipo de matices escabrosos (incluyendo un apu?alamiento estilo Psicosis) prometiendo su trabajo m¨¢s oscuro. Adem¨¢s, un buen d¨ªa el orondo director decidi¨® que el protagonista ser¨ªa gay. Con todo el mejunje ya mezclado los jefazos de MCA decidieron que aquello era una locura y que el rechazo al filme (con un reparto a base de desconocidos) ser¨ªa generalizado as¨ª que rechazaron la pel¨ªcula, sumiendo al realizador en una depresi¨®n.
Conclusi¨®n: ?alguien duda de que hubiera sido maravillosa?
Napole¨®n, de Stanley Kubrick
En 1968 el genio decidi¨® que su pr¨®ximo proyecto ser¨ªa Napole¨®n, una biograf¨ªa del emperador, figura hist¨®rica por la que Kubrick estaba fascinado. Para ello recluto a Jack Nicholson, que har¨ªa a las veces de Napole¨®n Bonaparte, y empez¨® su particular recolecci¨®n de datos. Veinte mil fotos, quinientos libros y un informe de la NASA -sobre el tiempo que hac¨ªa en Waterloo el d¨ªa de la batalla -despu¨¦s, Kubrick se encontr¨® con la negativa de su estudio habitual, la Metro Goldwyn Mayer. Seguramente la demanda del director por lo que se refer¨ªa a los extras (afirmaba que necesitaba de 50.000 a 70.000 para lo cual ya hab¨ªa hablado con el estado mayor del ej¨¦rcito rumano) tuvo algo que ver, y aunque algunos historiadores mantienen que el presupuesto no sobrepasaba los seis millones de d¨®lares de la ¨¦poca cuesta mucho creer que la cantidad bajara de las nueve cifras dadas las dimensiones del rodaje y del reparto, con m¨¢s de cincuenta personajes movi¨¦ndose en escena. Kubrick acudi¨® entonces a Warner, que le confes¨® que deseaban ardientemente trabajar con ¨¦l pero que no estaban interesados en Napole¨®n. Finalmente el realizador abandon¨® el proyecto y se olvid¨® del peque?o gran hombre franc¨¦s.
Conclusi¨®n: hay rumores de que Spielberg quiere convertir el tratamiento de Kubrick, de unas setenta y dos p¨¢ginas, en una miniserie para televisi¨®n. Seguiremos informando.
Batman, de Orson Welles
En 1946 Orson Welles trat¨® de acometer una versi¨®n de Batman, personaje que hab¨ªa nacido en 1939. El realizador estaba obsesionado con el h¨¦roe del c¨®mic y quer¨ªa ser el primero en llevarlo a la gran pantalla. Para ello hab¨ªa escrito un tratamiento y contactado con lo mejor de la ¨¦poca: George Raft ser¨ªa Dos Caras; James Cagney dar¨ªa vida a El Acertijo; Basil Rathbone ser¨ªa El Joker, y -ojo al dato- Marlene Dietrich se pondr¨ªa en la piel de Catwoman. La ¨²nica duda llegaba con el personaje de Bruce Wayne/Batman ya que el estudio quer¨ªa a Gregory Peck. Finalmente Welles cedi¨® y rod¨® algunas escenas con Peck embutido en el traje de hombre murci¨¦lago. Todo fue de primera hasta que el estudio se asusto y cort¨® el grifo, con lo que el proyecto se fue al garete...
Conclusi¨®n: nunca hubo ning¨²n Batman de Orson Welles. El rumor se lo invent¨® ese anarquista del c¨®mic llamado Mark Millar (Kick Ass, Wanted) en una columna publicada en 2003 en la revista Comic Book Resources y pronto se convirti¨® en la comidilla de la red, que a¨²n sigue especulando en c¨®mo hubiera sido algo de ese tama?o y con un reparto semejante. Sea como fuere, no cabe ninguna duda de que hubiera sido la pel¨ªcula de superh¨¦roes m¨¢s cool de la historia.
Babelia
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