Pa¨ªs Vasco y Catalu?a: toros distintos y distantes
La prohibici¨®n de la fiesta de los toros en Catalu?a ha dado alas a los movimientos antitaurinos que persiguen el mismo objetivo en el resto de Espa?a. Normal, por otra parte; la victoria en la batalla catalana les empuja animosamente a continuar la lucha. Y ya se han iniciado las primeras escaramuzas en distintas comunidades aut¨®nomas. Ayer mismo, a las puertas del museo Guggenheim de Bilbao, 125 militantes contra el espect¨¢culo taurino dibujaron con sus propios cuerpos la silueta de un toro gigante, herido por varias banderillas.
?Son imaginativos estos antitaurinos! Conocen los resortes de la comunicaci¨®n... Y est¨¢n convencidos de que el agua fina cala y tiene capacidad para inundar con el tiempo; sobre todo, si cuentan con el apoyo de medios de comunicaci¨®n, (el caso de la televisi¨®n p¨²blica es flagrante), que dan cobertura a escenas pintorescas protagonizadas por ?125! personas, mientras callan que, horas m¨¢s tarde, varios miles se reunieron en la plaza bilba¨ªna para deleitarse con la est¨¦tica torer¨ªa de los rejoneadores Hermoso de Mendoza y Leonardo Hern¨¢ndez.
Pero es verdad que no estamos m¨¢s que en los albores de una ofensiva sin precedentes contra la fiesta taurina, al abrigo de una mayor sensibilidad social hacia los animales y en un momento de grav¨ªsima crisis existencial del espect¨¢culo por la desidia e irresponsabilidad manifiesta de sus protagonistas.
Pero, de ah¨ª a la erradicaci¨®n de la fiesta va un largo trecho. Y en el Pa¨ªs Vasco, m¨¢s dilatado a¨²n por las especiales y a?ejas relaciones de esta tierra con el juego de toros, que poco tienen que ver con la historia taurina pasada y presente de Catalu?a.
Ni en uno ni en otro lugares pastan ganader¨ªas bravas (si bien, algunos historiadores mantienen que el toreo de a pie naci¨® en las tierras norte?as vascas y navarras) ni son viveros fecundos de j¨®venes aspirantes a la gloria de los ruedos, pero entre los bilba¨ªnos, los donostiarras y los vitorianos son muchos los que sienten la afici¨®n a los toros como algo propio, herencia de una historia adherida a la tierra, transmitida de padres a hijos, y vigente hoy con la misma fuerza de anta?o: la Semana Grande de Bilbao, iniciada ayer, sigue siendo una de las citas trascendentales de la temporada taurina, prestigiada por toros elegidos y una afici¨®n exigente; San Sebasti¨¢n ha recuperado los festejos tras un par¨¦ntesis de 28 a?os; y las fiestas de la Virgen Blanca de Vitoria no se entienden sin el protagonismo taurino.
Adem¨¢s, son numerosas las localidades vascas que celebran festejos de toros e innumerables las pe?as donde un chato de vino acompa?a los recuerdos imborrables de los buenos aficionados entre fotograf¨ªas de toreros de la tierra tan afamados como Cocherito de Bilbao, Luis Mazzantini, Fortuna, Pedrucho o el actual Iv¨¢n Fandi?o.
En suma, en el Pa¨ªs Vasco existe una enraizada afici¨®n a los toros, a diferencia de Catalu?a, donde las ¨¦pocas gloriosas de finales del siglo XIX y los dos primeros tercios del XX dejaron paso a una pertinaz sequ¨ªa taurina.
Una prueba evidente de esta simbiosis es que los pol¨ªticos vascos, nacionalistas o no, jam¨¢s han cuestionado la tauromaquia ni como fiesta espa?ola ni como supuesta ofensa a los animales. Entienden que el Pa¨ªs Vasco es consustancial a los toros, y ni una palabra m¨¢s.
La prohibici¨®n de los toros en Catalu?a no significa, en principio, peligro de contagio. Y, mucho menos, en una tierra tan taurina como el Pa¨ªs Vasco. Sin duda, son problemas distintos y distantes.
No obstante, nada de lo dicho impedir¨¢ que los movimientos antitaurinos contin¨²en adelante con sus propuestas abolicionistas. Pero al igual que los aficionados exigimos a los taurinos unidad, integridad y responsabilidad, los contrarios deber¨ªan evitar que la euforia animalista les nuble la raz¨®n: pintoresca y po¨¦tica la imagen del toro dibujado frente al museo bilba¨ªno; err¨®nea, absurda, maliciosa y mezquina la comparaci¨®n de los toros con el terrorismo etarra. Se ve que los calores no son buenos para la estrategia.
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