Dormir con la historia en el Hotel Pera Palace
Era la ¨²ltima parada del Oriente Express donde arist¨®cratas y artistas sorb¨ªan champan bajo los destellos de las ara?as del techo. Afuera, el Imperio Otomano hab¨ªa ca¨ªdo y el mundo se precipitaba a la Primera Guerra Mundial
En la vida de Agatha Christie hay 11 d¨ªas en blanco. La escritora brit¨¢nica se llev¨® el secreto con ella. Tres a?os despu¨¦s de su muerte, Tamara Rent, una m¨¦dium contratada por la Warner Bross Company, vio la habitaci¨®n 411 del Hotel Pera Palace de Estambul, y en ella una llave. Los representantes de la compa?¨ªa cinematogr¨¢fica, que hab¨ªan comprado los derechos para hacer una pel¨ªcula sobre la escritora, viajaron hasta la ciudad de los sultanes. All¨ª, en la habitaci¨®n 411 encontraron la llave, una pieza oxidada del tama?o de un pulgar que, seg¨²n las especulaciones de la ¨¦poca, ser¨ªa del diario de la autora. Nunca se supo qu¨¦ deb¨ªa abrir. El episodio le vali¨® un gran publicidad al hotel, al ser cubierto ampliamente por la prensa europea, y un homenaje a la autora, que termin¨® el famoso libro Asesinato en el Oriente Express en el cuarto que ahora lleva su nombre.
Otro c¨¦lebre escritor, Ernest Hemingway, lleg¨® a Estambul en 1922 para cubrir el fin de la guerra greco-turca. No le gust¨® la ciudad. Solo se sinti¨® a gusto dentro de los lujoso salones del Pera Palace, que abri¨® sus puertas en 1885. En ¨¦l escribi¨® las ¨²nicas palabras amables sobre Estambul: "En la ma?ana, cuando uno se despierta y ve la niebla sobre el Cuerno de Oro con minaretes que se elevan de ella, delgados y limpios, hacia el sol y el muec¨ªn llamando a los fieles a la oraci¨®n con una voz que se eleva y cae como un aria de una ¨®pera de Rusia, usted tiene la magia de Oriente".
A partir del primero de septiembre, el Pera Palace, el hotel m¨¢s antiguo de Turqu¨ªa, volver¨¢ a abrir sus puertas tras dos a?os de restauraci¨®n y un coste de 23 millones de euros. El que fue refugio de intelectuales, diplom¨¢ticos y artistas, intenta as¨ª recuperar el esplendor de lo que en su d¨ªa fue una de las se?as de identidad de la ciudad. Ya no es el ¨²nico hotel de lujo con vistas al Cuerno de Oro. La capital del antiguo Imperio Otomano cuenta con una amplia gama de hoteles de cinco estrellas, pero como apunta Selbin Okyay, asistente ejecutiva del Pera Palace, "En este hotel duerme la historia".
Emplazado en el Barrio de Beyoglu, que en turco significa "mas all¨¢", sus balcones miran al Cuerno de Oro. Apodada "la peque?a Europa", Beyoglu, era en el siglo XIX el lugar de residencia de los diplom¨¢ticos europeos y el barrio de los comerciantes griegos y armenios. Un lugar de calles empedradas en las que se hablaban m¨¢s de 40 idiomas, y en la que recalaban aventureros atra¨ªdos por la imagen ex¨®tica y difusa de la capital de los tres imperios.
Fue all¨ª, en el centro de la Europa Otomana, que Georges Nagelmackers, creador del Orient Express, mand¨® construir un hotel que mezcl¨® los estilos de moda -neocl¨¢sico y art nouveau- con el oriental, y que cont¨® con el ¨²nico ascensor del Imperio y con electricidad.
El Orient Express, y el Pera Palace, que actualmente siguen compartiendo el mismo sello, hicieron entrar a Estambul en el siglo XX europeo de la mano del lujo y el refinamiento. Varios de sus salones han sido catalogados como patrimonio art¨ªstico nacional, como la sala de las c¨²pulas, o Kuwela, coronada por seis b¨®vedas con forma de media naranja que en los veranos se abr¨ªan para dejar entrar la brisa del mar. Adem¨¢s, el hotel cuenta con su propia pasteler¨ªa, varios restaurantes, un servicio de spa y ba?o turco.
En el hotel se mezclan el refinamiento de anta?o con la nueva personalidad de su emplazamiento: Beyoglu es ahora la zona de moda de la ciudad, donde ir a beber un raki, el licor turco por excelencia y fumar un narguile. Por las calles donde toman t¨¦ j¨®venes tatuados y mujeres empa?oladas, pasearon la esp¨ªa Mata Hari, fusilada en 1927 en Francia; Greta Garbo, Trotsky, el rey Eduardo VIII de Inglaterra y el Emperador austro- h¨²ngaro Francisco Jos¨¦ I. Todos se alojaron en el Pera Palace.
Como homenaje, muchas de las 115 habitaciones del hotel llevan el nombre de sus clientes m¨¢s distinguidos. El precio de la habitaci¨®n b¨¢sica sin desayuno ni acceso al spa o al turco es de 185 euros. Todos los cuartos est¨¢n abiertos al p¨²blico excepto el 101, donde Mustaf¨¢ Kemal Ataturk, fundador de la Rep¨²blica de Turqu¨ªa en 1923, instal¨® su base de operaciones. El cuarto alberga ahora un peque?o museo en el que se pueden observar objetos personales del general.
A dos semanas de su apertura, el hotel tiene el 70 % de su ocupaci¨®n garantizada. Faltan los ¨²ltimos retoques de pintura y colgar los cuadros que se almacena en el popular bar donde Hemingway beb¨ªa, y el que evoca en su novela Las nieves del Kilimanjaro. En ella, el protagonista recuerda una pelea con un soldado brit¨¢nico por una mujer. Terminar¨¢n pasando la noche juntos: "Y se fue antes de que ella se despertara con la primera luz del d¨ªa. Y se volvi¨® hac¨ªa el Pera Palace con un ojo morado y con su abrigo colgando en brazo, porque una de las mangas se le hab¨ªa perdido".
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