Arbol cineal¨®gico: 'Predators' de Nimr¨®d Antal
Una producci¨®n de Robert Rodr¨ªguez y Adrey Brody para una revisi¨®n de las sagas de alien¨ªgenas con muchas ganas de sangre y diversi¨®n
Esta semana se estrena Predators, la en¨¦sima entrega de una franquicia que muri¨® inmediatamente despu¨¦s de su -excelente- primera entrega, firmada por John McTiernan. Con producci¨®n del omnipresente Robert Rodriguez y dirigida por el desconocido Nimr¨®d Antal la pel¨ªcula trata de reinventar la saga con m¨¢s sangre, m¨¢s humanos con problemas de autoestima y -por supuesto- m¨¢s alien¨ªgenas belicosos con ganas de fiesta. Precisamente la relaci¨®n del s¨¦ptimo arte con los extraterrestres chulapones es larga y procaz: ech¨¦mosle un vistazo.
1)En 1951 Christian Niby se pon¨ªa al tim¨®n de la primera aut¨¦ntica aproximaci¨®n al terreno del visitante con pocas ganas de hacer amigos. Las malas lenguas dicen que fue Howard Hawks el aut¨¦ntico director de la pel¨ªcula (lo cierto es que no faltan en ella elementos del cine del legendario realizador, como la inquebrantable camarader¨ªa) pero dej¨¦moslo en que fue Niby el hacedor. La cuesti¨®n es que El enigma que vino de otro mundo present¨® a un alien calvo de manos largas y afiladas y capaz de vivir como un vegetal. La pel¨ªcula sigue siendo una gozada aunque al bicho le falte -visto ahora- un ligero tunning para seguir siendo amenazador. En todo caso, fue el primero que realmente cal¨® en la audiencia y donde muchos vieron una alegor¨ªa de los peligros del comunismo sobretodo en ese inolvidable final donde el cronista de turno clama "sigan mirando al cielo, no dejen de mirar al cielo".
2) En 1953 llegar¨ªa otra andanada proveniente de los cielos que tardar¨ªa muy poco en convertirse en un filme de culto: su director se llamaba Byron Haskin y estaba producida por el m¨ªtico George Pal, los efectos visuales eran de aupa y la pel¨ªcula se llamaba La guerra de los mundos. Hab¨ªa poco monstruo pero mucho platillo y se dejaba claro que los se?ores que viajaban en esas m¨¢quinas de destrucci¨®n ten¨ªan intenci¨®n de quedarse el planeta obligando a los humanos a la mudanza forzosa. Una pel¨ªcula maravillosa, simplemente.
3) Tres a?os despu¨¦s llegaba una amenaza mucho peor que las anteriores. Segu¨ªan siendo alien¨ªgenas pero eran absolutamente invisibles. Nos absorb¨ªan mientras dorm¨ªamos y luego se comportaban como nosotros, pero prescindiendo de eso tan molesto que llamamos "emociones". Aquella fue s¨®lo la primera de una serie de adaptaciones de la novela de Jack Finney La invasi¨®n de los ladrones de cuerpos. La primera versi¨®n lo ten¨ªa todo: las vainas, un glorioso blanco y negro, direcci¨®n con pu?o de seda de Don Siegel y un insuperable plano final. Al tema le meter¨ªan mano luego Philip Kaufman (1978), Abel Ferrara (1993) y hasta Oliver Hirschbiegel (2007), este ¨²ltimo de un modo incomprensiblemente soso.
4) No pod¨ªamos dejar de mencionar a otro alien¨ªgena malo, con forma de chicle y pocas man¨ªas. Su nombre, The blob, y el h¨¦roe que trataba de combatirle a duras penas era de todos conocido: Steve McQueen. Hasta el remake de 1988 resultaba bastante gracioso. Ser¨¢ porque el concepto sigue siendo desternillante.
5) Es innegable que la llegada de los modernos efectos especiales cambi¨® absolutamente la faz del g¨¦nero silueteando por primera vez la amenazadora figura del monstruo de otro planeta, capaz de darnos ca?a sin que sepamos de donde llegan las collejas. El gran boom del g¨¦nero, a¨²n as¨ª, es una pel¨ªcula que prescinde casi por completo de envoltorios para convertirse en una aut¨¦ntica pel¨ªcula de terror. Se estrenaba en 1979 y la dirig¨ªa un desconocido llamado Ridley Scott. En Alien, t¨ªtulo ya cl¨¢sico de la historia del cine, se presentaba a filas el xenoformo, un bicho letal "cuya perfecci¨®n estructural es s¨®lo comparable a su hostilidad". Scott estaba cambiando el devenir del subg¨¦nero marciano casi sin darse cuenta.
6) Poco despu¨¦s, a principios de los a?os 80' un joven realizador entregaba a unos grandes estudios un gui¨®n con el t¨ªtulo de Night skies. En el mismo una banda de alien¨ªgenas somet¨ªan a un terrible asedio a una familia que trataba de resistir en su granja, aislada de todo y de todos. La cosa parec¨ªa hecha pero de repente a un ejecutivo se le ocurri¨® que la gente no ir¨ªa a ver una pel¨ªcula sobre extraterrestres malvados. As¨ª fue como aquel joven, llamado Steven Spielberg, cambi¨® su visi¨®n del marciano malo por un proyecto distinto. Lo renombr¨® E.T. y se hizo de oro. Parece que al final el ejecutivo ten¨ªa raz¨®n pero el espectador se qued¨® sin ver un proyecto que despu¨¦s fusilar¨ªa M. Night Shyamalan, no se sabe si por mimetismo o como simple tributo. El resultado, Se?ales, fue notable.
7) Lamentablemente a John Carpenter no le dieron el mismo consejo que a Spielberg (aunque se lo hubieran dado y conociendo al director es probable que lo hubiera rechazado) y en 1982 estren¨® una de las mejores monster-movies de la historia: La cosa. Esta criatura multiforme capaz de imitar a cualquiera se zampar¨ªa con patatas a Alien, Depredador y compa?¨ªa. El mundo no estaba preparado para aquel bichejo que mandaba en la Ant¨¢rtida hac¨ªa millones de a?os y la pel¨ªcula fue machacada. Despu¨¦s se ha convertido en un monumento al cine de terror, un aut¨¦ntico icono para los fans. El remake est¨¢ en marcha, faltar¨ªa m¨¢s.
8) La aportaci¨®n de James Cameron a la saga Alien (con la impresionante Alien, El regreso, 1986) gener¨® una de las preguntas m¨¢s repetidas de las dos ¨²ltimas d¨¦cadas: ?cual es mejor, el original o la secuela?. Obviamente la pregunta no se aplica para la tercera o la cuarta (aunque David Fincher hizo lo que pudo con Alien 3). La narraci¨®n seca y brutal de John McTiernan en Depredador demostr¨® en 1987 que el g¨¦nero puede retomarse y retorcerse como si nada, es una simple cuesti¨®n de talento y McTiernan lo ten¨ªa a raudales (de las chorradas de Alien vs. Depredador hablaremos otro d¨ªa, algunas cosas no deber¨ªan estar permitidas).
9) La d¨¦cada de los 90 alumbr¨® cosas como Starship Troopers (lo de los insectos alien¨ªgenas que lanzaban pedos de magma al espacio es simplemente delicioso); Independence day, con mucha manga ancha para las memeces (eso del virus que infecta el ordenador extraterrestre clama al cielo); o Men in Black. Mucha auto-parodia para alegrar a la parroquia, que se lo paso de muerte con Verhoeven, acudi¨® raudo y veloz a ver a Roland Emmerich y disfruto de lo lindo con Barry Sonnenfeld.
10) Parece que el siglo XXI trae nuevos aires a la marcianadas: se habla ya de la secuela de Independence day y se ha visto el trailer de Skyline, una pel¨ªcula sobre una invasi¨®n a lo bestia, con miles de humanos aspirados -literalmente- por una gigantesca nave espacial. Adem¨¢s, cada vez existe m¨¢s expectaci¨®n por ver Battle: Los Angeles, una visi¨®n de la guerra contra los extraterrestres que se situar¨¢ en alg¨²n lugar entre Independence day y Black Hawk Down, con mucho m¨¢s de esta ¨²ltima y una tonelada de metraje c¨¢mara en mano. Lo que queda claro es que a los bichos del espacio les sigue tentando la idea de hacernos papilla. Cada uno se divierte como quiere.
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