Las org¨ªas del vecino de al lado
Se reedita "America Swings", la colecci¨®n de im¨¢genes de la fot¨®grafa Naomi Harris, en una edici¨®n asequible a todos los p¨²blicos. Hablamos con su autora
Matrimonios de mediana edad que disfrutan del sexo m¨¢s que sus hijos. En los rincones m¨¢s insospechados de los Estados Unidos el intercambio de parejas puede llegar a ser tan natural como la misa de domingo. As¨ª lo muestra America Swings, la colecci¨®n de reveladoras im¨¢genes de la fot¨®grafa Naomi Harris, que Taschen reedita por vez primera en una edici¨®n asequible a todos los p¨²blicos (30 euros) y de la que ofrecemos una fotogaler¨ªa.
Tan s¨®lo una c¨¢mara y un par de zapatos sirvieron a Naomi Harris (Toronto, 1973) para retratar las bajas pasiones de la realidad m¨¢s conservadora del pa¨ªs. Desnuda es como se gan¨® la confianza de los asistentes de algunas de las casi cuarenta fiestas a las que acudi¨® como fot¨®grafa, aunque a la primera de ellas lo hiciera como invitada.
Fue en una playa nudista de Miami donde recibi¨® la primera propuesta para convertirse en "swinger" y ayudar as¨ª a su amigo setent¨®n a acceder a una de ellas, obligado a asistir con pareja. Su inter¨¦s, "meramente documental", le llev¨® a un almac¨¦n abandonado de Fort Lauderdale, repleto de gente vestida con camisetas brillantes y zapatos a rayas. Despu¨¦s del buffet de carne y patatas lleg¨® el sexo en camas que parec¨ªan salir de un basurero. "No fue lo m¨¢s sexy que he visto en mi vida, pero s¨ª de lo m¨¢s divertido", recuerda Harris, siempre fascinada por aquello que "est¨¢ a un paso entre lo rid¨ªculo y lo magistral".
En el resto de citas tampoco se encontr¨® con mansiones lujosas ni cuerpos perfectos como en las org¨ªas que Stanley Kubrik mostr¨® en Eyes wide shut ante el asombro de Hollywwod. "Nunca vi algo as¨ª. No en un pa¨ªs en que la tercera parte de su poblaci¨®n es obesa".
Adem¨¢s de documentar una pr¨¢ctica "que ya ten¨ªa lugar durante la Segunda Guerra Mundial y que se populariz¨® con la revoluci¨®n sexual de los 70", el libro incide en los puentes y en los abismos sociol¨®gicos del pa¨ªs. "En Texas, los swingers llevaban sombreros y botas de cowboy, en Florida estaban bronceados de un modo dram¨¢tico y en California nadie descuidaba su f¨ªsico. Aunque, all¨¢ donde fueras, las mejores fiestas ocurr¨ªan en vacaciones. No te pod¨ªas perder Acci¨®n de Gracias, Navidades, A?o Nuevo... ni mucho menos el 4 de Julio o el domingo de la Superbowl".
"No hay hipocres¨ªa en lo que hacen. Muchos de ellos no llevar¨ªan una doble vida si no es porque la moral puritana estadounidense a¨²n les obliga a permanecer en el armario o, de lo contrario, arriesgarse a perder su trabajo o la custodia de sus hijos", asegura la canadiense, que ya prepara un largo viaje en carretera para desbaratar con su c¨¢mara "los misterios y malentendidos" en torno a su pa¨ªs.
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