La gran estafa de Joaquin Phoenix

Ya est¨¢, listos, todo era mentira. Ha tardado un poco en descubrirse el pastel pero finalmente Casey Affleck confes¨® en una entrevista al New York Times : el documental I'm still here , donde su cu?ado Joaquin Phoenix se desmorona frente a la c¨¢mara era en realidad un proyecto de ficci¨®n. "Este ha sido el papel de su vida" dec¨ªa Affleck al definir el trabajo del actor en la pieza.

El paseo de Phoenix por el Lido de Venecia, luciendo traje a medida, cuerpo rectil¨ªneo y afeitado de caj¨®n ya daba a entender que del hombre que se hab¨ªa hecho el harakiri frente a la c¨¢mara no quedaban ni las migas , pero las declaraciones del director han despejado cualquier duda.

Son pocos los que dudan que la confesi¨®n no ha sido espont¨¢nea o provocada por la angustia del realizador ante el alud de rumores que despert¨® su documental en la Mostra, en realidad -cabe suponer- la admisi¨®n de culpa se debe al espaldarazo que necesitaba el proyecto para encontrar un distribuidor. El nombre del estudio que apostara por I'm still here, un asunto que seguramente se resolver¨¢ en cuesti¨®n de horas, era un tema b¨¢sico para asegurarse de que el documental recibir¨¢ la atenci¨®n que merece y su presencia en los Oscar se antoja ahora inevitable.

Otra cosa es el actor, cuya presencia el 22 de septiembre en el mismo escenario en el que empez¨® todo (el Show de David Letterman) promete reventar los audi¨®metros. Phoenix se present¨® all¨ª el 11 de febrero de 2009, barbudo y atontado y ofreci¨® una entrevista a base de monos¨ªlabos que sumi¨® en la desaz¨®n a los fans del actor. Ahora vuelve a la carga y seguro que el resultado no ser¨¢ el mismo .

I'm still here se present¨® en el festival de Venecia, hace apenas dos semanas y desconcert¨® y fascin¨® a partes iguales: en el mismo un actor roto y con la vaga idea de ser m¨²sico esnifaba coca¨ªna en los pechos de una prostituta, lloraba cuando se sab¨ªa fracasado y acababa largando un mon¨®logo que parec¨ªa el preludio de un suicidio profesional (y personal, ya de paso). El anuncio del fraude -si queremos llamarlo as¨ª- deja clara una cosa: si hay justicia en Hollywood el Oscar ya tiene due?o. Deber¨ªan ahorrarse la ceremonia y las molestias porque nadie puede competir con el infierno, aunque sea fingido, de Joaquin Phoenix. Al final resultar¨¢ ser el mejor momento de la carrera de un actor impresionante, que decidi¨® destrozar su propio curr¨ªculum para demostrarse hasta donde pod¨ªa llegar. Ya lo dice el t¨ªtulo del propio documental: "I'm still here" (A¨²n sigo aqu¨ª). Efectivamente, Phoenix acaba de volver.