C¨®mo vender Jazz en Marruecos

El visitante que pasea estos d¨ªas por T¨¢nger puede encontrarse de bruces con una butacada o toda una big bandtocando por la calles o escenarios de la ciudad. El festival Tanjazz cumple su 11 edici¨®n, como cita anual ineludible para la agenda cultural de la que un d¨ªa fue metr¨®poli internacional.

"Cuando hace unos a?os comentaba en Francia que quer¨ªa poner en marcha un festival de jazz en T¨¢nger la gente se re¨ªa de mi. '?Jazz en Marrueco? ?T¨² est¨¢s loco!', me dec¨ªan". El "loco" es el franc¨¦s Philippe Lorin, fil¨¢ntropo y alma alma de esta iniciativa que arranc¨® hace 11 a?os y ha ido creciendo y adapt¨¢ndose a la exigencias del p¨²blico.

Si al principio las actuaciones se limitaban casi al cl¨¢sico escenario y los pasacalles por la ciudad, desde las ¨²ltimas ediciones el festival ha tomado como suyo el palacio de Mulay Hafid, una de las joyas arquitect¨®nicas de la ciudad. Construido a finales del siglo XIX por el sult¨¢n de Marruecos, el edificio pas¨® en 1926 a ser propiedad del gobierno italiano, en el contexto del estatuto internacional de la ciudad.

Las que fueran habitaciones y salones del sult¨¢n, estos d¨ªas se han convertido en salas donde se suceden las actuaciones, con tres propuestas y estilos de jazz simult¨¢neos. "La oferta no es solo musical", explica Lorin "Tambi¨¦n hemos querido traer aqu¨ª lo mejor de la oferta gastron¨®mica de T¨¢nger". As¨ª que no se trata solo de escuchar jazz, sino tambi¨¦n de poder cenar desde en el sofisticado Relais de Paris, la cl¨¢sica hamburguesa tangerina del Eric's hasta simplemente tomarse una cerveza entre los arcos, azulejos y inscripciones c¨²ficas para seguir las actuaciones.

El d¨²o Amoria & Jok'a'Face es uno de los grupos que ameniza las noches de fiesta. Con 27 a?os, son los participantes m¨¢s j¨®venes de esta edici¨®n. "Philippe nos localiz¨® por internet, y nos propuso venirnos aqu¨ª. Nos hab¨ªa seguido por nuestro Myspace, y conf¨ªo en que pod¨ªamos encajar con la propuesta del festival", aseguran. "Nos hemos quedado sorprendidos de la interactuaci¨®n con el p¨²blico", asegura Amoria, la vocal de este grupo. "No es normal que desde el primer momento la gente se ponga a cantar contigo y a seguirte el ritmo", insiste Joke, su pareja a la guitarra.

Las actuaciones no se limitan al palacio - la entrada al recinto cuesta unos 18 euros, un precio asequible tan solo para la clase medio alta, que se lo ha tomado tambi¨¦n como un acto social donde hay que estar para ser visto - sino que tambi¨¦n recorren varios hoteles de la ciudad, y sobre todo escenarios conquistados a la urbe, como la Plaza de las Naciones o la explanada del puerto, donde se puede escuchar desde el ritmo cubano de Rub¨¦n Paz, o la ronca voz de Nina Van Horn cantando blues . "El objetivo del Tanjazz era acercar este estilo musical a los marroqu¨ªes. Pero no somos puristas, y ofrecemos jazz, blues, funk, latino o fusi¨®n de estos estilos con m¨²sica local", insiste Philippe Loren, sentado en una mesa en el patio central del palacio. Cada uno de estos cinco d¨ªas del festival se cierra con m¨¢s de diez actuaciones en los distintos escenarios.

La fundaci¨®n Lorin, que Philippe cre¨® al poco de recalar en T¨¢nger, realiza otros proyectos en la ciudad, como un museo de la ¨¦poca internacional, el festival de m¨²sica latina de noviembre, o la ayuda a ni?os de barrios desfavorecidos, quienes reciben clases de m¨²sica. "Queremos abrir en T¨¢nger un conservatorio dedicado exclusivamente al jazz, porque los m¨²sicos marroqu¨ªes tienen talento pero les falta formaci¨®n en lo que al jazz se refiere.", dice. "Es un proyecto caro, y ya he llamado a varias puertas como la embajada de EE UU, de Espa?a o de Francia, sin mucho ¨¦xito por el momento".

Entre los patrocinadores del festival se encuentran el ministerio de Cultura espa?ol y el Insitut Ram¨®n Llull, y tres grupos espa?oles, Los Jazztinos, Manel Camp Quartet y Fam de Funk . "En otras ediciones tuvimos hasta tres o cuatro grupos espa?oles", explica Loren. "?Sabes que pasa adem¨¢s con los grupos espa?oles de jazz? Son muy buenos pero tienen malos representante", contin¨²a."En las radios francesas de jazz se quejan de que les llega ced¨¦s de grupos finlandeses pero ninguno de grupos espa?oles".