Muere Arthur Penn, el director de la crudeza y la violencia

Ha muerto Arthur Penn. Ha muerto el cineasta de la violencia y la humanidad, el hombre que con un solo filme,Bonnie y Clyde, agit¨® hasta los cimientos la industria del cine con su crudo retrato de un amor marcado por la fatalidad.

Arthur Penn (Filadelfia, 1922) forma parte de una generaci¨®n, la de los sesenta, correa de transmisi¨®n entre los cineastas m¨¢s cl¨¢sicos de la d¨¦cada anterior y los renovadores de los setenta como Coppola, Scorsese, Schrader o Ashby. Como Frankenheimer o Lumet, Penn empez¨® en la televisi¨®n en los cincuenta, donde por ejemplo ya dirigi¨® una versi¨®n de El milagro de Anna Sullivan (consigui¨® una candidatura a los Emmy). Cinco a?os m¨¢s tarde supo cambiar su visi¨®n, transformar el gui¨®n -escrito originalmente para aquel filme televisivo- para el cine y lograr 'oscars' para su actriz principal, Anne Bancroft, y su secundaria, Patty Duke.

El milagro de Anna Sullivan confirmaba el talento mostrado en su debut en el largo con El zurdo (1957), un western m¨¢s all¨¢ del g¨¦nero en s¨ª. Despedido del rodaje de El tren, que remat¨® su amigo John Frankenheimer, y tras Acosado (1965) -con Warren Beatty como protagonista-, Penn enlaz¨® los dos t¨ªtulos que le encubraron: La jaur¨ªa humana (1966) -aunque mutilada en montaje por su productor, Sam Spiegel- y Bonnie y Clyde (1967). Como dec¨ªa Paul Schrader: "Penn trajo la sensibilidad de los filmes m¨¢s art¨ªsticos europeos a la cultura americana", y eso se nota en esos dos filmes, ollas a presi¨®n de rabia y violencia.

M¨¢s a¨²n, Bonnie y Clyde rompi¨® los esquemas tradicionales que maniataban Hollywood -el c¨®digo de 1934- y mostr¨® en la pantalla expl¨ªcitos mensajes sexuales (como los juegos entre los dos pistoleros con sus armas) y sangre y v¨ªsceras. La gente no fallec¨ªa en Bonnie y Clyde, sino que la gente mor¨ªa, y lo hac¨ªa con un estallido como en la vida real, y como en el final de filme, cuando a c¨¢mara lenta vemos caer acribillados a Clyde (Warren Beatty) y Bonnie (Faye Dunaway) en una balacera que abri¨® la espita a t¨ªtulos como Grupo salvaje. Como Coppola confes¨® a?os despu¨¦s, sin esa secuencia final no hubiera sido posible el tiroteo mortal de Sonny Corleone en El padrino. Hollywood se dividi¨® en dos partes: unos, con este filme producido por Warren Beatty, que supo subirse a la ola, lograron que se llevara diez candidaturas a la estatuilla de Hollywood, pero otros, a¨²n la mayor¨ªa, cercenaron su triunfo aupando a filmes como Adivina qui¨¦n viene esta noche.

Penn hab¨ªa cogido perfectamente el pulso del momento, el cine que la gente joven quer¨ªa ver, y a su Bonnie y Clyde le siguieron t¨ªtulos de otros directores como Easy rider, de Dennis Hopper, El graduado, de Mike Nichols, y Malas tierras, de Terrence Malick... El director sigui¨® por esa senda con El restaurante de Alicia y Peque?o gran hombre. Pero los tiempos cambiaron, y cuando en 1975 Penn estren¨® La noche se mueve, una peque?a joya de orfebrer¨ªa, el cine se mov¨ªa en otra direcci¨®n: la gente prefer¨ªa Tibur¨®n, y Penn se refugi¨® en Broadway (siempre volv¨ªa al teatro en sus malas rachas).

Hasta el final de sus d¨ªas, sus trabajos fueron muy irregulares: Missouri (1976), Georgia (1981) o Agente doble en Berl¨ªn (1985) contienen chispas de buen cine, pero no son obras mayores. Con Muerte en invierno (1987) inici¨® su retirada hacia la televisi¨®n. Hoy ha fallecido a los 88 a?os (seg¨²n ha anunciado su contable, que no ha dado m¨¢s detalles), un a?o m¨¢s tarde que su hermano mayor, el fot¨®grafo Irving Penn. En los ¨²ltimos tiempos viaj¨® recibiendo homenajes en festivales como el de San Sebasti¨¢n, donde se le dedic¨® un ciclo en 1998... y le entreg¨® la Concha de Plata a la mejor direcci¨®n a Fernando Le¨®n, que concursaba con Barrio.