La parentela de Banksy
El falso documental sobre el artista callejero tiene precedentes como 'Style Wars' o 'Borat'
Se estrena por fin en Espa?a Exit through the gift shop , la pel¨ªcula/documental de Banksy donde convergen artistas atormentados (pero menos), reflexiones sobre la maleabilidad del criterio de la audiencia, flashes sobre la historia del arte de calle y del arte sin ella, y un sospechoso aroma a tomadura de pelo, eso s¨ª, de tacto y sabor exquisito. Todo ello se agita y el batido resulta ser una de las piezas m¨¢s estimulantes del a?o, buscarle abuelos a la criatura es un trabajo de locos pero lo hemos intentado.
1) Aunque Banksy diga y repita que no, que no hay nada de falso en Exit through the gift shop, lo cierto es que algo huele a podrido en Dinamarca, especialmente si se examinan los hechos y el c¨²mulo de casualidades que pueblan su cinta. Por eso se puede decir sin temor a sonar quisquilloso que una de las grandes influencias del filme de Banksy es esa obra maestra de Orson Welles llamada F for fake (1974), donde el maestro de Wisconsin mezcla ficci¨®n y realidad para soltar un discurso sobre las falsificaciones y el arte que sigue siendo igual de v¨¢lido que cuando se mont¨® (nunca mejor dicho, la edici¨®n de la pel¨ªcula sigue siendo impresionante). El urbanita de Bristol tambi¨¦n le da a la manivela pero el resultante de su esfuerzo parece m¨¢s el truco de un mago que una simple estafa: el denominado Mr. Brainwash... y nos quedamos ah¨ª para no arruinar el visionado de la pel¨ªcula.
2) Style Wars (1984) es -seguramente- el documental m¨¢s legendario sobre el universo del graffiti, linkado a su vez con el mundillo del hip-hop, algo casi indistinguible en la Nueva York de los a?os '70 donde tipos como Futura bombardeaban trenes d¨ªa s¨ª, d¨ªa tambi¨¦n. La pieza es un ajustado relato de aquellos tiempos que sus directores Henry Chalfant y Tony Silver supieron enlazar con la mirada de bombarderos m¨ªticos como Kase2, Crazy Legs o Daze. Sin ellos ser¨ªa mucho m¨¢s dif¨ªcil que Banksy hubiera asomado jam¨¢s la cabeza.
3) Ten¨ªa que ser un artista como Julian Schnabel el que llevara a la gran pantalla la vida de Jean-Michel Basquiat, pionero del arte urbano, un personaje tan atormentado como legendario: un hombre que pas¨® de vivir en una caja de cart¨®n a codearse con lo m¨¢s granado del candelero art¨ªstico y cultural de los descocados a?os '80 en la ciudad de los rascacielos. Basquiat (1996) es un paseo que va desde el graffitero que en 1978 llenaba las paredes de la ciudad con su particular firma hasta el pintor neo-expresionista que fue adoptado por Andy Warhol y que muri¨® de una sobredosis, incapaz de lidiar con lo alargado de su propia sombra. David Bowie hac¨ªa de Warhol (lo que siempre es de agradecer) y Jeffrey Wright constru¨ªa un Basquiat bastante eficaz. Como regalo el espectador pod¨ªa agarrase a los rostros de Benicio del Toro, Dennis Hopper y Gary Oldman.
4) Pollock (2000) fue el regalo que Ed Harris se hizo a s¨ª mismo (no por nada ¨¦l dirig¨ªa e interpretaba al pintor) y donde intentaba con una intensidad actoral de muchos megahercios suplir su falta de experiencia como realizador. Lo mejor de la pieza (algo coja en resultados) era el esbozo de un artista empe?ado en hacerse la vida imposible, que no logr¨® sobrevivirse para verse triunfar (al contrario del artista de Exit through the gift shop, que se empe?a en que los dem¨¢s no le sobrevivan a ¨¦l). Jackson Pollock monopoliz¨® los a?os '40 en las mentes de aquellos que buscaban nuevas expresiones art¨ªsticas con un trabajo calificado como expresionismo abstracto. Despu¨¦s de aquel experimento a brochazo limpio, Harris se lo mont¨® mucho mejor con Appaloosa, donde trata con otro tipo de artista: un pistolero a sueldo que antes de hablar de balas prefiere hablar de efectivo.
5) Isy Morgesztern realiz¨® en 2003 uno de los intentos m¨¢s serios que se conocen para aproximarse a la figura de Mark Rothko. El t¨ªtulo de la pieza era El humanista abstracto y en la misma se hablaba del pintor y de su influencia en el mundo del arte partiendo desde un punto de vista (como el propio t¨ªtulo indica) humanista. Rothko fue otro personaje que a d¨ªa de hoy sigue levantando polvareda entre los que creen que est¨¢ absolutamente sobrevalorado y los que le consideran imprescindible. Una discusi¨®n tan enquistada como aquella que separa a los que llaman a Banksy "vendido" y los que pierden el oremus por seguirle los pasos. El pintor de origen ruso acab¨® suicid¨¢ndose en Nueva York (siempre Nueva York) en 1970 pero su muerte no zanj¨® la pol¨¦mica y cuarenta a?os despu¨¦s no es probable que la cosa vaya a acabarse de un d¨ªa para otro.
6) El Borat de Larry Charles, interpretado por el locuaz Sacha Baron Cohen, es una pel¨ªcula de 2006. Tambi¨¦n ella parece pesar en la estructura de Exit through the gift shop. El protagonista, un falso periodista del imaginario pa¨ªs de Kazhak, sembr¨® el p¨¢nico en Estados Unidos sin que nadie pareciera darse cuenta de nada (aunque obviamente, muchos lo sab¨ªan, algo que el espectador solo puede imaginar a posteriori). De la misma manera, el personaje de Thierry Guetta (protagonista ¨²ltimo de Exit through the Gift Shop) suena sospechosamente anclado en la idiotez como para acabar yendo por ah¨ª de la mano de Banksy, participando en algunas de sus performances m¨¢s famosas, como la del mu?eco de Guantanamo en Disneylandia. En realidad Borat y Guetta podr¨ªan ser primos hermanos.
7) Bomb it (2007) es una intentona, en ocasiones redonda y en otras m¨¢s bien torcida, de establecer el estatus del graffiti en pleno siglo XXI trazando una ruta que abarca todo el globo terr¨¢queo. En el documental aparecen un centenar de graffiteros de todo el mundo y su realizador, Jon Reiss, hasta se permite meter a Picasso en el ajo con una ins¨®lita historia del arte urbano que no por atrevida es menos interesante. Aparecen unos cuantos amigos de Banksy -obviamente- como Obey, su c¨®mplice m¨¢s relevante en Exit through the gift shop.
8) The beatiful losers (2007) es un documental sobre el colectivo de artistas urbanos m¨¢s importante de todos los tiempos que en Estados Unidos viaj¨® de costa a costa acompa?ado por sus padrinos, nombres como Ed Templeton, Barry McGee, Mike Mills, Shepard Fairey, Thomas Campbell o Harmony Korinne. El grupo se empe?¨® en redefinir el rol del arte callejero en la Nueva York de mediados de los '90, justo cuando empezaba su reinado el alcalde Rudolph Giuliani, y lo hicieron aglutin¨¢ndose en una peque?a galer¨ªa del Lower East Side fundada por Aaron Rose. La pieza pasa revista a qui¨¦n es qui¨¦n y qu¨¦ es qu¨¦ sin m¨¢s fanfarria que la producida por sus protagonistas, tipos/as que retorcieron el mundo del graffiti, la pintura, la fotograf¨ªa, el dise?o, la moda o el cine independiente y que acabaron desvaneci¨¦ndose en el paisaje muse¨ªstico.
9) No pod¨ªa dejar de mencionarse (y sorprenderse por lo casual del timing) el ya descubierto pastel de I'm still here (2010), el falso documental de Casey Affleck donde el actor Joaquin Phoenix se jug¨® el todo por el todo, sin que hasta el momento pueda decirse si ha ganado o ha perdido. La odisea del actor que quer¨ªa ser rapero no ha aguantado la prueba del algod¨®n y el propio realizador ha acabado admitiendo que era todo una mentira, y gorda. Banksy no parece dispuesto a admitir nada, m¨¢s bien ha adoptado la postura del "y a m¨ª que me registren", y ninguno de los implicados va a abrir la boca. Banksy no es Phoenix pero lo suyo tambi¨¦n canta (y no rap precisamente).
10) Catfish (2010) tambi¨¦n es otro experimento con hombreras que cuenta la extra?a situaci¨®n de un tipo que entabla una relaci¨®n con una chica de 19 a?os a trav¨¦s del eterno Facebook. Todo se documenta con una c¨¢mara de video, al estilo The Blair witch Project, para acabar descubriendo (sorpresa) que no todo es lo que parece. El marketing viral del filme, como de costumbre, trataba de vender desesperadamente el concepto de "chavales, esto es real" pero, aunque la pel¨ªcula est¨¢ funcionando muy bien gracias al boca a boca y ha gustado a la cr¨ªtica, ya no queda nadie que se crea que la historia pas¨® tal como se cuenta. Pero el mal (o el bien) ya estaba hecho. La pel¨ªcula, por cierto, se pasa estos d¨ªas en el festival de cine fant¨¢stico y de terror de Sitges.
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