De fantasmas y fantasmones
Casas embrujadas, entes diab¨®licos cabreados, esp¨ªritus inquietos... el estreno de Paranormal Activity 2 abre la casa de los horrores del cine
El estreno de Paranormal activity 2, secuela de ese come-taquillas dirigido por Oren Peli, nos sirve para recapacitar sobre un fen¨®meno muy conocido en nuestro pa¨ªs: el fantasmeo. Esta vez lo haremos desde una perspectiva cinematogr¨¢fica y respetando el matiz sobrenatural: no est¨¢n todos los que son pero son todos los que est¨¢n. Como la vida misma.
No ha existido (ni probablemente existir¨¢ jam¨¢s) una pel¨ªcula donde cine y lienzo, realidad y sue?o, confluyan con tanta delicadeza, con tanta poes¨ªa como en la may¨²scula Jennie (1948) firmada por ese maestro llamado William Dieterle . En el filme Jennifer Jones encarna a un fantasma tan absolutamente may¨²sculo (en presencia y textura) que el pobre Joseph Cotten parece un garabato a su lado. Todo ello en glorioso blanco y negro y con una fotograf¨ªa (de Joseph H.August) de esas que le cortan a uno la digesti¨®n.
La pobre Shelley Duvall a¨²n tiene pesadillas con El resplandor (1980) y no precisamente por esas chiquillas gemelas y sus vestiditos de primera comuni¨®n sino por esa pesadilla con barba llamada Stanley Kubrick. Los fantasmas del Overlook, ese hotelazo que sigue teniendo hu¨¦spedes a¨²n cuando est¨¢ cerrado, no solo desquiciaron -f¨ªlmicamente hablando- a Jack Nicholson sino que a punto estuvieron de acabar - literalmente- con la pobre Duvall. A estas alturas la pel¨ªcula de Kubrick sigue generando halagos y hachazos, unos la consideran una obra maestra y otros una suprema memez. Eso s¨ª, la cosa sigue dando miedo y el que diga que no miente. Para la historia: un doblaje de serie de dibujos animados.
El fantasm¨®n con m¨¢s mala leche de la historia aparec¨ªa en El ente (1981) dirigida por un hombre llamado Sidney J. Furie, que igual le daba a la chicha que a la limon¨¢. En la misma una pobre mujer recib¨ªa la visita de un visitante et¨¦reo que se dedicaba a darle de leches d¨ªa s¨ª, d¨ªa tambi¨¦n. Vista ahora tiene su gracia y hasta un par de escenas estupendas pero el final chirr¨ªa como la puerta de un castillo y al personaje de Ron Silver, un investigador de fen¨®menos paranormales, le sale la vena folcl¨®rica. Por cierto, al personaje de Barbara Hershey, la actriz protagonista, le hicieron unos pechos falsos para el momento en que al esp¨ªritu maligno le da por manosearla: que grandes son los efectos especiales.
Un mito. Eso es Poltergeist (1982) que no se sabe si dirigi¨® Tobe Hooper o Steven Spielberg, aunque el primero siempre haya dicho que lo hizo ¨¦l y el segundo que a ¨¦l le va bien lo que diga el primero. En la misma una ni?a, la malograda Heather O'Rourke, desencadena un rosario de luces, fantasmas y presencias, aunque en realidad la culpa sea del cementerio de indios donde se ha edificado su casa y que tiene a los pieles rojas enfadados como monas. La pobre O'Rourke muri¨® a los 12 a?os mientras hac¨ªa la tercera parte de la saga paranormal. Eso activo el bot¨®n de "?la maldici¨®n de Poltergeist!", eso que tanto motiva a la gente que se aburre demasiado. ?Lo mejor? La m¨²sica de Jerry Goldsmith y ese actor llamado Craig T.Nelson. Un monstruo.
Probablemente muchos/as no la recuerden: la pel¨ªcula fue un bombazo en nuestro pa¨ªs en formato VHS, aquello que hab¨ªa antes del dvd y de Internet (efectivamente, hubo gente que vivi¨® en una ¨¦poca donde no exist¨ªa Internet) y que dio mucho dinero durante los a?os '80. Sin embargo, House, una casa alucinante (1986), dirigida por Steve Miner, es todo un cl¨¢sico de la serie B. En la misma el pobre William Katt lidiaba con una presencia que se empe?aba en convertir su casa en un festival del horror (con algo de humor tambi¨¦n) y acababa en la jungla sin ni siquiera tener que salir por la puerta. Una maravilla, oigan.
Candyman: el dominio de la mente (1992) se atrev¨ªa con un g¨¦nero a medio camino entre el terror m¨¢s cl¨¢sico y la aparici¨®n -en negro sobre negro y con un buen gancho afilado, que eso siempre viste- de una aut¨¦ntica leyenda urbana. La sufridora de sus atenciones era Virginia Madsen, pedazo de actriz sometida en la pel¨ªcula a un tratamiento tipo "spa" pero con muchas abejas, sangre y unas cuantas v¨ªsceras. La historia la dirigi¨® el exc¨¦ntrico Bernard Rose con gui¨®n del escritor de terror Clive Barker. Ya que estamos, Tony Todd, un actor afroamericano con pinta de haberle arrancado la cabeza a m¨¢s de una gallina y un rostro francamente inquietante realiza la interpretaci¨®n de su vida... la ¨²nica de hecho.
El sexto sentido (1999) de M. Night Shyamalan fue la pel¨ªcula que puso al realizador en el mapa. Encabezaba el reparto un magn¨ªfico Bruce Willis y le acompa?aba -el no menos magn¨ªfico- Haley Joel Osmont. Los dos formaban una extra?a pareja resuelta a trabajar para solucionar algunos problemas paranormales, con fallecidos y dem¨¢s. En realidad el ni?o (Osmont) ve¨ªa gente muerta y el mayor (Willis) no ve¨ªa tres en un burro (metaf¨®ricamente hablando). El giro final era una genialidad y al espectador se le quedaba cara de ministro despu¨¦s de que le destituyan. Sigue siendo magn¨ªfica, l¨¢stima que a Shyamalan le haya afectado un extra?o virus llamado "ego".
Un filme excelente si a uno le motivan los thrillers con columna vertebral de madera: si le das una patada se viene todo abajo , pero si aprecias el trabajo del artesano que la ha construido no puedes por menos que caer en sus brazos. La pel¨ªcula se llamaba Lo que la verdad esconde (2000) la firmaba Robert Zemeckis y la protagonizaban Harrison Ford y Michelle Pfeiffer nada menos. Los dos se perd¨ªan en una especie de enredadera narrativa que llevaba a la audiencia a comerse las u?as hasta los nudillos. Para la historia una escena en la ba?era, donde a Zemeckis le bastaba un grifo para parecerse a Hitchcok. Cuando uno es bueno, es bueno. P.D.: el fantasma sal¨ªa poco pero no se le echaba de menos.
La mayor explosi¨®n de la carrera de Alejandro Amen¨¢bar fue Los otros (2001), la pel¨ªcula con la que el espa?ol se meti¨® a Hollywood en el bolsillo contando con la ayuda de Nicole Kidman (cuando a¨²n hab¨ªan personas dispuestas a pagar una entrada para verla en pantalla) y la producci¨®n de Tom Cruise. Triunfazo en taquilla para la historia de dos ni?os y su madre a los que no gusta demasiado la luz del d¨ªa. El giro final fue muy celebrado y a Amen¨¢bar le llovieron los parabienes. Tiempo despu¨¦s hizo Agora y se qued¨® sin luz, sin lluvia y sin parabienes. Cosas del cine.
Una pel¨ªcula hecha con cuatro duros que recaud¨® m¨¢s de cien millones de euros en todo el mundo, su t¨ªtulo: Paranormal activity (2007). Oren Peli, el director, cogi¨® a dos amigachos (la excelente Katie Featherstone y el suficiente Micah Sloat) se los llev¨® a su casa y rod¨® una historia sobre una casa embrujada (y el fantasma cabreado que la habitaba) utilizando una c¨¢mara dom¨¦stica. La cosa daba miedo (al menos un rato) y su marketing viral fue brillante. Cuando lleg¨® a Espa?a hab¨ªamos o¨ªdo tantas cosas de la pel¨ªcula que nos pareci¨® una minucia. Pero repit¨¢moslo: veinte mil euros de presupuesto, cien millones de euros en taquilla. Art¨ªsticamente todos los peros del mundo; financieramente, ?d¨®nde hay que firmar?.
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