Postales de la 'superabuela'

Veinte a?os antes de que empezara la Segunda Guerra Mundial en Budapest naci¨® una ni?a a la que llamaron Frederika. M¨¢s tarde, durante los peores a?os del nazismo, Frederika se convirti¨® en una hero¨ªna. No estaba dispuesta a que sus amigos y conocidos que profesaban la religi¨®n jud¨ªa terminaran llevadas a un campo de concentraci¨®n y finalmente asesinados en la c¨¢mara de gas. As¨ª que la joven Frederika se dedic¨® durante a?os a esconderlos diariamente en diferentes recovecos de su ciudad. Un trabajo ¨ªmprobo con el que se gan¨® el calificativo de hero¨ªna.

Cuando en Hungr¨ªa, su pa¨ªs natal, el r¨¦gimen comunista hac¨ªa de las suyas, Frederika se vio obligada a largarse bajo pena de muerte si no lo hac¨ªa. Se convirti¨® en una exiliada y eligi¨® Francia como lugar del que escapar por segunda vez de la barbarie.

Con este curr¨ªculo a sus espaldas Frederika, a sus 91 a?os de edad, no es de extra?ar que antes o despu¨¦s pudiera entrar en una fase de depresi¨®n en su vida. Hace un par de a?os el nieto de Frederika, el fot¨®grafo franc¨¦s Sacha Goldberg se dio cuenta de que la madre de su madre estaba apagada y ap¨¢tica, as¨ª que decidi¨® tomar cartas en el asunto. Se sent¨® y se le ocurri¨® una idea genial.

Primero ten¨ªa que convencer a una anciana de que se dejara montar en coches, aviones, estudios de fotograf¨ªa... Frederika de entrada dijo que no, pero poco a poco se fue animando y mostrando m¨¢s sentido del humor, coraje y atrevimiento. Era la forma de no sentirse sola. Y se prest¨® a todo: ser fusilada por una lluvia de pelotas de t¨¦nis, meterse en taxis, pasear perros, vestirse con un disfraz de superabuela y hacer de las suyas.

El fot¨®grafo comenz¨® a ense?ar las fotos que le hac¨ªa a su abuela y pronto se dio cuenta de que aquello que ten¨ªa en las manos era un homenaje art¨ªstico y lleno de humor a toda una generaci¨®n de mujeres que tuvieron que vivir una de las p¨¢ginas m¨¢s negras de la historia de la humanidad. Con las primeras fotograf¨ªas, Goldberg, le mont¨® una p¨¢gina de Myspace a su abuela que, enseguida, se convirti¨® en un sitio viral. M¨¢s de 2.000 amigos en muy poco tiempo y amigos que, entre otras cosas, ped¨ªan ser adoptados o que quer¨ªan tener una abuela como ella en su familia.

El final de esta historia es un libro con las mejores postales de esta superabuela que puede comprarse on line en la p¨¢gina del fot¨®grafo y una exposici¨®n en Par¨ªs que durar¨¢ hasta final de este mes.