Paloma S¨¢nchez-Garnica: ¡°Un escritor no puede escribir solo para la ¨¦lite, eso es una estupidez¡±
La ganadora del Premio Planeta, que antes fue abogada y ama de casa, reflexiona sobre los prejuicios en torno a la novela comercial, el machismo o la contaminaci¨®n ideol¨®gica de la justicia: ¡°Acusar sin pruebas es irreparable¡±
La vida no sucede en l¨ªnea recta. A veces, todo se enmara?a, pero ¡°hay que luchar por aquello en lo que uno cree¡±. Lo escribe Paloma S¨¢nchez-Garnica (Madrid, 62 a?os) en Victoria, novela ganadora del Premio Planeta. Ella ha peleado durante mucho tiempo. De porte seguro, sus ojos cuentan que no se acaba de creer que lo haya conseguido. No era periodista, ni famosa, ni ten¨ªa contactos en la literatura.
Dej¨® la universidad jovenc¨ªsima para casarse y se convirti¨® en ama de casa. ¡°Ah¨ª me di cuenta de que hab¨ªa venido a este mundo a hacer algo, pero no supe identificar cu¨¢l era esa inquietud¡±, recuerda. Y mientras la identificaba, vivi¨®. Empez¨® Derecho con un beb¨¦ entre los brazos, se encerr¨® para volcarse en una dur¨ªsima oposici¨®n a registradora de la propiedad, fund¨® un despacho de abogados, crio a sus dos hijos y termin¨® aquella primera carrera abandonada de Geograf¨ªa e Historia.
Pregunta. Y entonces una cena con amigos lo cambi¨® todo.
Respuesta. S¨ª, hablamos de que ten¨ªamos un pasado, de que hab¨ªa fotograf¨ªas en las que ya no nos reconoc¨ªamos. Alguien dijo la frase de que ¡°para que te recuerden hay que tener un hijo, plantar un ¨¢rbol y escribir un libro¡±. Lo hab¨ªa hecho todo menos lo ¨²ltimo y cre¨ªa que ten¨ªa algo que contar.
P. Con m¨¢s de 40 a?os y alejada del mundillo literario...
R. No deber¨ªamos dejar de hacer lo que nos ilusiona por tener cierta edad. Adem¨¢s, si me hubiese convertido en escritora con veintipocos habr¨ªa sido un fracaso. La oposici¨®n me ense?¨® una disciplina y confianza que me vino muy bien. Escribir requiere mucha estabilidad mental porque durante meses no sabes si lo que est¨¢s haciendo merece la pena.
No deber¨ªamos dejar de hacer lo que nos ilusiona por tener cierta edad¡±
P. ?Por qu¨¦ dej¨® la abogac¨ªa?
R. Me di cuenta de que no val¨ªa... La confrontaci¨®n en los tribunales me parec¨ªa un horror. Hab¨ªa pu?aladas traperas, condescendencia entre los clientes y los compa?eros. Me dieron varias bofetadas machistas y pens¨¦: ¡°?Qu¨¦ hago aqu¨ª?¡±.
P. ?Bofetadas machistas?
R. Un cliente que trabajaba en un banco ten¨ªa un problema de un mill¨®n y medio de pesetas, ganamos, le presento la minuta y me dice: ¡°Ah, ?pero me vas a cobrar encima que te doy trabajo?¡±. Ah¨ª decid¨ª que no merec¨ªa la pena. Colgu¨¦ la toga, cerr¨¦ el despacho y volv¨ª otra vez a cuidar de mis hijos. Cuando ves que tu camino no es el correcto, se cambia y ya est¨¢. No me he arrepentido nunca.
El machismo son los hombres que temen que su mujer brille porque dejan en evidencia sus carencias¡±
P. Es una escritora de ¨¦xito, podr¨ªa evitar decir que fue ama de casa.
R. Es que era otra ¨¦poca... En mis primeros DNI pon¨ªa en profesi¨®n ¡°sus labores¡±. Acababa de morir mi padre, mi novio viv¨ªa en M¨®stoles y yo en Zaragoza, las distancias no eran como ahora. ?l trabajaba en un banco y ten¨ªa estabilidad. Est¨¢bamos enamorados. Eso s¨ª, en las casas de antes, las mujeres ten¨ªan un sitio en la cocina o en el sill¨®n, pero yo quer¨ªa un rinc¨®n para m¨ª.
P. Una habitaci¨®n propia.
R. Y cerrada con llave porque al otro lado de la puerta mi marido se encargaba de la intendencia mientras yo estudiaba. A veces, me enfadaba conmigo misma porque no tra¨ªa dinero, pero aport¨¦ una cultura del esfuerzo que aprendieron mis hijos. A ¨¦l le criticaban porque dec¨ªa de broma que ¡°yo era un plazo fijo¡±. ?Mira lo que le ha reportado el plazo fijo! [Se r¨ªe].
P. Ahora la ayuda a documentarse para sus novelas.
R. S¨ª, es el compa?ero perfecto. Ha vivido en una cultura machista, pero es generoso e inteligente. El machismo son los hombres que temen que su mujer brille porque deja en evidencia sus carencias, pero Manolo es lo contrario. Es una pena que haya hombres que no lo vean. Las mujeres no queremos paternalismos o que nos encasillen con prejuicios.
¡°Entender la literatura como algo inaccesible que lean solo unos pocos no me merece ning¨²n respeto¡±
P. ?Le molesta que la etiqueten en la literatura popular?
R. No, pero hay gente que piensa que lo comercial es por definici¨®n mala literatura y no es as¨ª. La novela popular era tambi¨¦n la de P¨¦rez Gald¨®s o Dickens. El ¨¦xito literario no se perdona, lo dijo Javier Cercas en su discurso en la Real Academia. Entender la literatura como algo inalcanzable e inaccesible que lean solo unos pocos no me merece ning¨²n respeto. Un escritor no puede escribir solamente para la ¨¦lite, eso me parece una estupidez absoluta...
P. ?En qu¨¦ sentido?
R. Una buena novela tiene varios niveles de lectura. Habr¨¢ lectores que se queden en la superficie, algunos profundizar¨¢n en la psicolog¨ªa de los personajes y el entorno y otros ahondar¨¢n m¨¢s en la estructura, el vocabulario o la forma. Esa es la grandeza de la literatura.
P. En Victoria, cuenta la historia de dos hermanas que intentan sobrevivir en el Berl¨ªn dividido tras la Segunda Guerra Mundial. Su protagonista se enamora de un exagente del FBI que la protege. ?Es d¨®cil y sumisa?
R. No se pueden juzgar unos personajes desde la actualidad. En aquella ¨¦poca hab¨ªa sumisi¨®n, claro, porque las mujeres no ten¨ªan capacidad de decisi¨®n. Una chica guapa e inteligente era algo inconcebible y esto ha sido hasta antes de ayer. Incluso, ahora hay hombres que todav¨ªa nos tratan como si fu¨¦ramos de segunda categor¨ªa.
P. ?S¨ª? ?De verdad se juzgan con m¨¢s dureza las novelas de mujeres?
R. Y con m¨¢s prejuicios. Por ejemplo, no puedo entender el concepto de literatura femenina. ?Acaso hay una literatura masculina o novelas para hombres? Poco a poco, vamos rompiendo esos prejuicios, pero muchos consideran que una novela escrita por una mujer es siempre rom¨¢ntica, sentimental o dram¨¢tica.
P. La novela refleja una justicia que, en Estados Unidos durante la Guerra Fr¨ªa, pervert¨ªa pruebas, manipulaba testimonios y bordeaba el l¨ªmite de la ley. Muy actual...
R. El ser humano no aprende y no estamos exentos de los males del pasado. Lo de que la justicia es igual para todos no es cierto. El macartismo y la caza de brujas anticomunista meti¨® el veneno del se?alamiento y destroz¨® la vida de muchos inocentes. Ahora, tenemos la cultura de la cancelaci¨®n. Acusar a alguien de forma injusta y sin pruebas es irreparable.
P. ?Le preocupa c¨®mo se est¨¢ contaminando ideol¨®gicamente la justicia?
R. Mucho. Los jueces, como todos los seres humanos, tienen ideolog¨ªa, pero el judicial tiene que ajustarse a las leyes del legislativo. Debe haber un control y un equilibrio de los poderes y si se borran los l¨ªmites entre ellos es muy peligroso.
P. ?Es tambi¨¦n de las que piensa que tenemos menos libertad para opinar?
R. S¨ª. Lo pol¨ªticamente correcto se ha impuesto de una manera tan brutal precisamente porque la gente tiene miedo al se?alamiento.
P. Las burbujas pol¨ªticas y medi¨¢ticas tienen parte de culpa.
R. Pero la sociedad tambi¨¦n tiene la responsabilidad de analizar y cribar la informaci¨®n. En aquella ¨¦poca, algunos medios de comunicaci¨®n alentaron el macartismo a trav¨¦s de filtraciones y se?alamientos del FBI. Ahora, tenemos las redes sociales en las que a¨²n es mucho m¨¢s f¨¢cil a trav¨¦s del anonimato, pero tenemos que intentar escuchar cosas que rebatan nuestras creencias.
Lo pol¨ªticamente correcto se ha impuesto porque la gente tiene miedo al se?alamiento¡±
P. Tambi¨¦n hace un paralelismo entre el nazismo y el odio a los negros. Ese America first tan trumpista....
R. Seguimos teniendo problemas con la inmigraci¨®n, aunque ya no est¨¢n amparados por las leyes, como las de segregaci¨®n racial. A los negros se les consideraba inferiores, iban a escuelas diferentes, no ten¨ªan derecho a los trabajos que ten¨ªan los blancos... Ahora el racismo viene de los prejuicios.
P. ?C¨®mo los derribamos?
R. A trav¨¦s de la cultura para formar una sociedad educada y cr¨ªtica. Una sociedad que no lee se convierte en una sociedad vulnerable y manipulable. ¡°Un pa¨ªs de ovejas engendra un gobierno de lobos¡±, dec¨ªa el periodista Edward R. Murrow.
P. Otro personaje de Victoria.
R. S¨ª, me impact¨® mucho su vida y c¨®mo se enfrenta al macartismo con la verdad. Es un homenaje al buen periodismo.
Una sociedad que no lee se convierte en una sociedad vulnerable y manipulable¡±
P. En su literatura el contexto hist¨®rico juega un papel central, pero no le gusta que digan que es hist¨®rica.
R. Esa etiqueta lleva a error, creo de nuevo que es un prejuicio. Hay que tener cuidado porque puedes alejar o decepcionar a los lectores. Lo que hago es reflejar c¨®mo el contexto hist¨®rico y los valores morales condicionan nuestra capacidad de decidir, actuar y mostrar nuestros sentimientos.
P. Cuando recogi¨® el premio dijo: ¡°Soy el claro ejemplo de que persistir merece la pena¡±.
R. Me ha costado mucho. Mucho. He tenido que tener paciencia. Ve¨ªa c¨®mo me iban adelantando otros autores y pensaba: ¡°?Cu¨¢ndo va a confiar en m¨ª la editorial?¡±. Y cuando se volcaron, result¨®. Por ejemplo, ?ltimos d¨ªas en Berl¨ªn es el finalista m¨¢s vendido de la historia. Han sido cuatro d¨¦cadas de trabajo, esfuerzo y exigencia.
P. ?Qu¨¦ le dir¨ªa a aquella chica que no encontraba su vocaci¨®n?
R. Lo has conseguido... [Se le quiebra la voz y se le humedecen los ojos]. Te ha costado mucho, pero lo has conseguido.
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