Leslie Nielsen, el esp¨ªritu de 'Aterriza como puedas'

Hoy s¨ª, Dios tiene motivos para estar contento, y es que el c¨®mico m¨¢s insultantemente brillante que engendro la slapstick americana de los a?os 80 se dirige a toda mecha a su encuentro. A ras de suelo deja a sus miles de fans, tipos que amaban su seriedad a prueba de risas, su cara de villano de serie B que siempre acaba fracasando en sus ilusorios planes para dominar el mundo. Leslie Nielsen (1926, Regina, Canad¨¢) muri¨® ayer en Florida a los 84 a?os de edad por complicaciones derivadas de una neumon¨ªa.

El actor empez¨® asomando su nariz en la legendaria El planeta prohibido pero pronto se especializ¨® en pasearse por infinitas series de televisi¨®n, aterrizando en roles de todo tipo y pelaje en cosas como Los intocables, El fugitivo, Viaje al fondo del mar, Bonanza o Alfred Hitchcock presenta, todo ello en aquella ¨¦poca dorada para la televisi¨®n de los a?os 60. Nielsen defin¨ªa a este peri¨®dico c¨®mo fueron para ¨¦l los comienzos: "?Qu¨¦ recuerdo de mis inicios? Pues te ser¨¦ sincero: recuerdo el miedo. El miedo atroz que ten¨ªa de que de un momento a otro todos esos tipos que me rodeaban se dieran cuenta de que yo no ten¨ªa talento en absoluto. Yo empec¨¦ haciendo televisi¨®n, much¨ªsima televisi¨®n, y hab¨ªa dos tipos de papeles: comedia y drama. A mi siempre me tocaba el drama y en drama hay dos tipos de papel: o eres el bueno o eres el muerto. En aquella ¨¦poca si no estabas en todos los cap¨ªtulos no pod¨ªas ser el bueno y si eras el malo acababas muerto tarde o temprano. As¨ª que cada mes ten¨ªa que empezar de cero sintiendo el mismo p¨¢nico".

Fue precisamente en 1958 cuando Nielsen pareci¨® perder la oportunidad de su vida: interpretar a Mesala en Ben Hur. "Hice los castings por todo el tema del contrato con MGM pero en cuanto vi las narices que gast¨¢bamos Charlton Heston y yo entend¨ª que acabar¨ªa por cargarme la pel¨ªcula (risas). ?Sabes? ?Mi nariz era incluso m¨¢s grande que la suya! No, la verdad es que Heston ten¨ªa un talento incre¨ªble y yo entend¨ª que no estaba preparado para ponerme a su altura, as¨ª que finalmente le dieron el papel a Stephen Boyd. En aquellos tiempos no ten¨ªa tiempo de ponerme a pensar cual era el secreto para saber si una pel¨ªcula funcionaba o no, as¨ª que aquello no me afect¨® especialmente. Nunca he sido un tipo ambicioso."

La d¨¦cada siguiente, con el miedo ya domado y la ambici¨®n bajo m¨ªnimos, fue para Nielsen un devenir continuo, un viaje de ida y vuelta de la peque?a a la gran pantalla (y viceversa) participando en Kojak, Hawai 5.0, Ironside o Kung-Fu en su vertiente cat¨®dica y en pel¨ªculas como la m¨ªtica La aventura del Poseid¨®n o Emergencia.

Sin embargo, su reconocimiento habr¨ªa de llegar con un t¨ªtulo como Aterriza como puedas, junto a los inefables Zucker, Abrams y Zucker, tres hombres llamados a reconvertir la parodia en instrumento de uso com¨²n y que consiguieron darle la vuelta al g¨¦nero a base de chistes y mucho humor blanco. Aterriza como puedas arras¨® en taquilla y la puerta del castillo se abri¨® de par en par para Nielsen, que vio como su cach¨¦ sub¨ªa como la espuma pero que sigui¨® a lo suyo, procurando no quemarse.

En una entrevista concedida hace unos meses a EL PA?S, el actor, gafas de sol en ristre, explicaba el secreto de su ¨¦xito en aquella ¨¦poca: "Jerry Zucker siempre me dec¨ªa: 'Hay 16 normas imprescindibles para hacer comedia...?y yo no me s¨¦ ninguna!". Lo cierto es que con el gag (visual o sonoro, que tanto monta) como axioma primordial, los cuatro fant¨¢sticos (Nielsen, Zucker, Abrams y Zucker) retomar¨ªan el producto primigenio adaptando una serie de televisi¨®n propia e interpretada por el buen Nielsen a?os atr¨¢s. El filme resultante, Ag¨¢rralo como puedas, en la que el actor interpretaba a un detective llamado Frank Drebin es ya un cl¨¢sico de la comedia disparatada y la culpable de que a¨²n a d¨ªa de hoy los imitadores se amontonen en las esquinas, tratando de llegarle al c¨®mico a la suela del zapato.

Con Nielsen se va una figura irrepetible de un tipo de comedia que algunos consideran de baja estofa pero que sin embargo abrazaba a las audiencias con la calidez de un viejo amigo: "La gente me quiere, formo parte de sus vidas y a mi me encanta que sea as¨ª. Eso es la gran virtud del humor, que la gente te relaciona con los buenos momentos, con sus buenos momentos. Mucha gente, en todo el mundo, me para por la calle y se dirige a mi como Frank [por Frank Drebin, su personaje en la trilog¨ªa de Agarralo como puedas] y eso me hace sentir orgulloso porque significa que he conseguido transmitir algo. ?Sabes? Siempre he considerado Aterriza como puedas y las tres partes de Ag¨¢rralo... como mi particular pir¨¢mide, el monumento que siempre estar¨¢ ah¨ª, lo que la gente recordar¨¢ cuando me haya ido: nunca podr¨¢n quitarme eso". Se ha ido uno de los grandes, San Pedro deber¨ªa prepararse.