El noble arte del cachondeo
Ha sido durante tres d¨¦cadas un monolito del humor: el s¨ªmbolo reconocible de la comedia americana con m¨¢s predicamento entre el gran p¨²blico. Aterriza como puedas o Ag¨¢rralo como puedas son s¨®lo dos de los t¨ªtulos que lo han convertido en una leyenda del g¨¦nero, un genio del rol humor¨ªstico que junto a ZAZ (acr¨®nimo del tr¨ªo formado por Jerry Zucker, Jim Abrahams y David Zucker) fue capaz de patentar un patr¨®n cinematogr¨¢fico ¨²nico, aplicado despu¨¦s hasta la saciedad. Un modelo que encadenaba chistes a destajo, salt¨¢ndose cualquier esquema previo. Se llama Leslie Nielsen (Canad¨¢, 1926) y acaba de interpretar un cameo en la pel¨ªcula Spanish movie.
El filme es un tributo a las cintas que hicieron a Nielsen el icono que es hoy, y su presencia en la pel¨ªcula, aunque breve, parece un acto de justicia po¨¦tica. En la misma participan nombres tan dispares como Joaqu¨ªn Reyes, Chiquito de la Calzada, Leticia Dolera o ?lex de la Iglesia, y huele como el primer intento patrio de revisar ese g¨¦nero tan estadounidense que es la parodia. Eso s¨ª, con referentes 100% nacionales. "No conozco nada de cine espa?ol, pero creo que esta pel¨ªcula es muy divertida. En serio".
"De mis comienzos recuerdo el miedo a que se dieran cuenta de mi falta de talento"
"La gente me quiere, formo parte de sus vidas y me encanta que sea as¨ª. ?sa es una de las grandes virtudes del humor"
Nielsen confiesa que ¨¦sta es su segunda visita a Espa?a. La primera la ocup¨® -como tantos otros- rodando un western llamado Cuatro cabalgamos (1970) en Almer¨ªa, a las ¨®rdenes de John Peyser.
Nielsen acude puntual a la cita en el hotel Arts de Barcelona, luciendo gafas de sol de las que no disgustar¨ªan a Terminator y con sus andares de cowboy crepuscular, lento pero seguro. El club est¨¢ lleno, y por los relojes y los zapatos del personal podr¨ªa decirse que es poco probable que la crisis les est¨¦ afectando. La voz de Nielsen, grave, acompa?ada de sus descomunales risotadas, no parece encajar en el ambiente, pero el actor tiene reservada una sorpresa: nada m¨¢s empezar la entrevista extrae un artilugio de su bolsillo, lo envuelve con la mano y, al oprimirlo, un ruido semejante al de una ventosidad rasga el aire. "Ver¨¢s c¨®mo nadie mira, son demasiado distinguidos", afirma Nielsen, para acto seguido repetir el gesto, oprimiendo a¨²n m¨¢s el aparatejo con el consiguiente aumento del volumen. Esta vez son muchos los rostros que escudri?an la zona de sof¨¢s donde Nielsen se sienta con el periodista. Algunos de ellos parecen disgustados; otros no esconden las ganas de re¨ªrse. El veterano actor parece satisfecho y listo para hablar de s¨ª mismo.
Uno podr¨ªa pensar que sentarse con Nielsen a hablar del s¨¦ptimo arte significa sumergirse en una interminable conversaci¨®n monotem¨¢tica sobre la comedia, el cachondeo y sus mecanismos, pero nada m¨¢s lejos de la realidad. Empez¨® su carrera en televisi¨®n en los a?os cincuenta, y no fue hasta 1956 cuando su aspecto de actor cl¨¢sico cal¨® en el p¨²blico. Sucedi¨® con Planeta prohibido (Fred M. Wilcox), un filme de ciencia-ficci¨®n donde interpretaba al comandante John J. Adams, un hombre en una misteriosa misi¨®n con demasiados secretos. Una peque?a joya de la ciencia-ficci¨®n, en pocas palabras. "?Qu¨¦ recuerdo de mis inicios? Pues le ser¨¦ sincero: recuerdo el miedo. El miedo atroz que ten¨ªa a que, de un momento a otro, todos esos tipos que me rodeaban se dieran cuenta de que yo no ten¨ªa talento en absoluto. Empec¨¦ haciendo televisi¨®n, much¨ªsima televisi¨®n, y hab¨ªa dos tipos de papeles: comedia y drama. A m¨ª siempre me tocaba el drama, y en drama hay dos tipos de papel: o?eres el bueno o eres el muerto. En aquella ¨¦poca, si no estabas en todos los cap¨ªtulos, no pod¨ªas ser el bueno, y si eras el malo, acababas muerto tarde o temprano. As¨ª que cada mes ten¨ªa que empezar de cero sintiendo el mismo p¨¢nico".
Como parece que el ambiente en el club vuelve a ser demasiado solemne para su gusto, Nielsen decide dar de nuevo rienda suelta a su artilugio, que utiliza por tercera vez, entre risas y murmullos de la jet-set presente en la sala. S¨®lo entonces considera conveniente dar una explicaci¨®n a su interlocutor: "No sabe la de l¨ªos que me he evitado con esta m¨¢quina de pedos. Siempre la llevo encima, y cuando alguien se pone violento, la saco y la utilizo a discreci¨®n: nadie puede resistirse, la gente empieza a re¨ªrse, y cuando te est¨¢s riendo se te quitan las ganas de pegar a nadie. Es un invento maravilloso y un compa?ero de viaje imprescindible". La famosa m¨¢quina de pedos es una de las se?as de identidad del c¨®mico, un trasto que lo acompa?a a todas partes y que le sirve para "relajar el ambiente". "A ellas les incomoda much¨ªsimo. Ellos se r¨ªen mucho, pero ellas ponen caras raras. Seguramente podr¨ªa escribir una tesis sobre ello. El pedo genera muchos conflictos [risas]. Le pondr¨¦ un ejemplo: si una mujer bonita, ya sabe, deja ir uno de esos, puede salirse con la suya tranquilamente. Basta con que tome la decisi¨®n de no decirle a nadie que ha sido ella. Un hombre nunca podr¨ªa hacer eso".
Nielsen sigui¨® haciendo televisi¨®n sin descanso (ha intervenido en m¨¢s de un centenar de series, incluyendo Bonanza, El fugitivo, Hawai 5-0, Kung-Fu, Colombo o Los hombres de Harrelson) hasta que en 1980 lleg¨® el bombazo que de golpe y porrazo le llev¨® de la tele al imaginario colectivo: Aterriza como puedas. "Es una pel¨ªcula muy especial. La gente que vio esa pel¨ªcula cuando ten¨ªa cinco a?os, la ve veinte a?os despu¨¦s y vuelve a re¨ªrse, es un humor que sigue siendo divertido. Siempre he cre¨ªdo que la esencia del humor es que nadie trate de decirte lo que es divertido. ?sa es la raz¨®n por la que esta pel¨ªcula sigue funcionando: el humor est¨¢ ah¨ª, a veces lo ves y a veces no. Pero est¨¢ ah¨ª fuera. Puede que no lo caces la primera vez, pero cuando lo haces es una sensaci¨®n maravillosa. Ese respeto hacia el espectador se ha perdido, porque la gente que hace comedia hoy d¨ªa no ha entendido que no hay que telegrafiar las bromas o presumir de tu propio chiste".
Nielsen no puede evitar que le amen con locura. "La gente me quiere, formo parte de sus vidas y me encanta que sea as¨ª. ?sa es la gran virtud del humor, que la gente te relaciona con los buenos momentos, con sus buenos momentos. Mucha gente, en todo el mundo, me para por la calle y se dirige a m¨ª como Frank [por Frank Drevin, su personaje en la trilog¨ªa de Ag¨¢rralo como puedas], y eso me hace sentir orgulloso. Significa que he conseguido transmitir algo. ?Sabe? Siempre he considerado Aterriza como puedas y las tres partes de Ag¨¢rralo? como mi particular pir¨¢mide, el monumento que siempre estar¨¢ ah¨ª, lo que la gente recordar¨¢ cuando me haya ido".
El actor est¨¢ ahora retirado en Fort Lauderdale (Florida), y presume de su condici¨®n de "jubilado". "Tras medio siglo de trabajo no le extra?ar¨¢ si le digo que s¨®lo hago lo que me apetece y cuando me apetece. Por ejemplo, Spanish movie. Me contaron la historia y me pareci¨® divertida, pod¨ªa venir a Barcelona y hacer lo m¨ªo de forma r¨¢pida y furiosa, as¨ª que aqu¨ª estoy. Pero ya no estoy para rodajes intensos ni nada de eso, as¨ª que puedo decir que estoy semirretirado". Ahora bien, la jubilaci¨®n no ha cambiado a Nielsen, que sigue gozando de una visi¨®n particular de la vida: "Cuando nos mudamos a Florida, mi mujer y yo decidimos que no quer¨ªamos poner nuestros nombres en la puerta, yo propuse poner un signo de interrogaci¨®n, y a ella le pareci¨® bien. As¨ª lo hicimos. Pero un d¨ªa apareci¨® un se?or de la asociaci¨®n de vecinos diciendo que ten¨ªamos que quitar el signo de interrogaci¨®n de la puerta. El tipo me dijo que era para evitar confusiones: que si hab¨ªa un incendio quer¨ªa que todo el mundo corriese en la misma direcci¨®n, pero si ve¨ªan la interrogaci¨®n en la puerta pod¨ªan entrar en mi?casa pensando que aqu¨¦lla era la salida de incendios, lo cual -dec¨ªa ¨¦l- era sumamente peligroso [risas]. Le dije que s¨ª, que no se preocupara, que lo arreglaba inmediatamente. Naturalmente, el interrogante sigue all¨ª, en la puerta, y no pienso quitarlo. ?Espero que no haya ning¨²n incendio y todos acaben en el comedor de mi casa, me resultar¨ªa muy embarazoso!".
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