La nueva Lisbeth Salander da miedo
Primeras im¨¢genes de la adaptaci¨®n al cine de 'Millennium' que dirige David Fincher.- Blomkvist ser¨¢ menos mujeriego, Lisbeth m¨¢s agresiva y el desenlace cambia completamente
Peque?a y fibrada, adicta a los tatuajes y el cuero y con una mirada glacial. Cuando David Fincher eligi¨® a la poco conocida Rooney Mara para encarnar a la hacker Lisbeth Salander muchos dudaban de aquella chica de apariencia fr¨¢gil pudiera dar vida con solvencia a la ambigua y letal protagonista de la trilog¨ªa novel¨ªstica Millennium. Las primeras im¨¢genes del rodaje, sin embargo, indican que la transmutaci¨®n de la actriz en el ¨¢ngel vengador de Stieg Larsson es bastante convincente; escu¨¢lida pero inquebrantable, macilenta aunque elegante, tal como la ide¨® su creador.
La sufrida novia de Mark Zuckerberg en La red social, de 25 a?os, se exhibe casi irreconocible bajo la caracterizaci¨®n: palidez extrema, mejillas hundidas, pelo cortado a dentelladas y ojos de hielo, seg¨²n muestra un reportaje de la revista W sobre el rodaje en Estocolmo de Los hombres que no amaban a las mujeres (titulada en ingl¨¦s The girl with the dragon tattoo), primera entrega de Millennium, trilog¨ªa de la que se han vendido 50 millones de ejemplares en todo el mundo. "La Lisbeth Salander de Fincher, tal como la canaliza Mara, es excepcional: un ¨¢ngel vengador genial aunque ani?ado que conoce y aprecia la violencia". ?Har¨¢ olvidar la solvente interpretaci¨®n de Noomi Rapace en la adaptaci¨®n sueca al cine de la serie? El estreno est¨¢ previsto para diciembre.
El gui¨®n de Steven Zaillian ('La lista de Schindler') se desv¨ªa del original: Blomkvist es menos mujeriego, Salander es m¨¢s agresiva y el desenlace cambia completamente
A Fincher le ha atra¨ªdo especialmente que los villanos de la novela no sean pol¨ªticos o dictadores, sino hombres de negocios. "El fascismo ha encontrado su camino en las grandes finanzas".
Con todo, Mara no lo ha tenido f¨¢cil. Tras barajar numerosas candidatas, Fincher se decidi¨® finalmente por una actriz de ascendencia m¨¢s que acomodada. Hija de dos dinast¨ªas de los deportes en EE UU (los Rooneys, propietarios de los Pittsburgh Steelers, y los Maras, due?os de los New York Giants), su distinguida educaci¨®n le daba un aire que pod¨ªa no casar bien con un personaje marginal. Pero, tras dirigirla en La red social, el cineasta no tuvo dudas. "La quise a ella desde el principio", asegura Fincher. "Puede que Rooney sea una ni?a adinerada de la realeza del f¨²tbol, pero es muy sensata y trabajadora. Es extra?o c¨®mo se desenvuelve la gente en los c¨¢stings [que implicaron escenas de violaciones con consoladores de por medio]. No se lo pusimos f¨¢cil y no hubo manera de disuadirla".
Una idea recurrente de la trilog¨ªa original es que Salander es una especie de Pipi Calzaslargas tecn¨®fila, violenta y asocial. En la pel¨ªcula, Mara luce piercings en la nariz, los labios y los pezones, y un gran drag¨®n tatuado ("no de tipo oriental, sino como si lo hubiera dibujado Escher") le recorre la espalda.
Un desenlace diferente
Las pel¨ªculas de Fincher se adentran en universos siniestros poblados por marginados rebeldes (El club de la lucha), santones desequilibrados (Se7en) e investigadores obsesivos (Zodiac), no muy alejados del mundo de Larsson (de hecho, el t¨ªtulo original del primer libro es Hombres que odian a las mujeres). El cineasta, sin embargo, quiere llevarlos m¨¢s all¨¢. "Para The girl with the dragon tattoo, Fincher ha ideado algo m¨¢s que lo obvio: un absorbente thriller sobre la cruzada de un reportero [Mikael Blomkvist, interpretado por Daniel Craig] y de su misteriosa compa?era, Lisbeth Salander. En vez de ello, quiere que Salander sea a la vez subversiva y un nuevo tipo de modelo que imitar" , indica W.
Va a ser la Salander de Fincher, lo que conlleva cambios respecto al original. El guionista, Steven Zaillian (oscar por La lista de Schindler), va a hacer que Blomkvist sea menos mujeriego, que Salander sea m¨¢s agresiva y, sobre todo, va a cambiar completamente el final. "Esto va a suponer un sacrilegio para muchos, pero Zaillian ha mejorado a Larsson: el final del gui¨®n es m¨¢s interesante", asegura el reportaje de W. Eso s¨ª, se mantiene la escena de venganza con cierto asistente social corrupto y violador que recibe una buena dosis de su propia medicina.
Entre lo que m¨¢s le llam¨® la atenci¨®n de la novela, Fincher destaca los villanos, que no son pol¨ªticos ni dictadores, sino hombres de negocios. "El fascismo ha encontrado su camino m¨¢s all¨¢ de la pol¨ªtica", ha se?alado el cineasta, "y lo ha encontrado en las grandes finanzas". Y lo ejemplifica con un s¨ªmil. "Hoy Woodward y Bernstein [los periodistas que destaparon el caso Watergate, que ocasion¨® la dimisi¨®n del presidente estadounidense Richard Nixon], investigar¨ªan la corrupci¨®n en el campo de batalla financiero. Eso me interes¨®. Y por supuesto la chica".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.