La marcha de un editor cl¨¢sico
Llevaba meses retirado en un peque?o pueblo de pescadores de Islandia. Lo acompa?aba su amigo, el gran escritor island¨¦s, Gudbergur Bergsson. Desde hace decenios Jaime Salinas se hab¨ªa aficionado a pasar los veranos en su isla adoptiva del norte, regresando a fines de septiembre a Madrid para pasar el resto del a?o en su piso en la calle de Don Pedro, desde cuyas terrazas ten¨ªa vistas esplendidas de los techos de teja rojo del barrio de La Latina.
Hijo del poeta Pedro Salinas (1891-1951), uno de los miembros de la generaci¨®n del 27, y de Margarita Bonmat¨ª, vivi¨® su infancia en Sevilla y Madrid. Cuando el poeta se vio obligado a exiliarse a fines de 1936, y a emigrar a los Estados Unidos, Jaime Salinas viaj¨® con sus padres y su hermana, Solita Salinas, a Boston, donde pas¨® su juventud. En 1944 se alist¨® como voluntario civil en el cuerpo de ambulancias del American Field Service que acompa?o a los ej¨¦rcitos de los aliados en Europa durante los ¨²ltimos dos a?os de la Segunda Guerra Mundial. Luego, Jaime Salinas regres¨® a Estados Unidos donde se licenci¨® y dedic¨® tres a?os a la docencia en una escuela preparatoria, antes de partir para Par¨ªs y luego Barcelona, donde habr¨ªa de iniciar su larga carrera como editor.
Jaime Salinas fue uno de los editores m¨¢s innovadores de la Espa?a moderna. Comenz¨® sus labores en la editorial catalana de Seix y Barral en 1954, encarg¨¢ndose de sus secciones literarias bajo la direcci¨®n de Carlos Barral. Una de las facetas que lo hicieron destacar como editor fue la formaci¨®n cosmopolita de Salinas, su excelente manejo de idiomas, especialmente el franc¨¦s y el ingl¨¦s, y su enorme curiosidad por las nuevas tendencias literarias mundiales. Ello se vincul¨® con el hecho de ser promotor del famoso Premio Formentor, iniciativa fundamental en el lanzamiento de una nueva literatura tanto en Espa?a como en varios pa¨ªses europeos, desde 1961. En Barcelona, Salinas entabl¨® v¨ªnculos con e impuls¨® a una gran cantidad de noveles autores espa?oles e hispanoamericanos, ejerciendo de amigo y editor de figuras como Julio Cortazar, Mario Vargas Llosa y gran n¨²mero de los miembros del reci¨¦n inaugurado "boom latinoamericano". Al mismo tiempo, dedic¨® un especial esfuerzo para que se conocieran en Espa?a las novedades literarias de la Europa contempor¨¢nea.
Posteriormente, en 1964, pas¨® a Madrid donde convenci¨® a Jos¨¦ Ortega de la conveniencia de transformar a la entonces peque?a distribuidora de libros y revistas, Alianza, en lo que ser¨ªa pronto una formidable casa editorial: ello dio pie a una nueva aventura en el mundo de las letras que tuvo un enorme impacto durante la ¨²ltima etapa del franquismo. Alianza Editorial ofreci¨® centenares de novedades contempor¨¢neas y cl¨¢sicos de literatura y de ciencias sociales a miles de ¨¢vidos lectores y estudiantes universitarios en toda Espa?a. En esta tarea Jaime Salinas tuvo como sus m¨¢s estrechos colaboradores al editor Javier Pradera, quien se encargaba de las secciones de ciencias sociales, mientras que Daniel Gil, trabajaba en el dise?o las portadas legendarias de la famosa colecci¨®n de libros de bolsillo que abri¨® una ventana cultural en una sociedad que aspiraba a la modernidad pero que a¨²n viv¨ªa bajo los estrechos y absurdos l¨ªmites de la censura de una dictadura.
Hacia mediados del decenio de 1970 comenz¨® otra etapa de la vida editorial de Jaime Salinas , asumiendo la direcci¨®n de la Editorial Alfaguara, donde lanz¨® nuevas iniciativas, entre ellas las colecciones de libros para ni?os y adolescentes, que permitieron que los m¨¢s j¨®venes espa?oles conocieron los mejores textos literarios mundiales escritos espec¨ªficamente para ese p¨²blico. Al mismo tiempo puso en marcha la colecci¨®n de Cl¨¢sicos de Alfaguara, que dirigi¨® Claudio Guill¨¦n, y que permiti¨® contar con las mejores traducciones de una serie de obras fundamentales de la literatura mundial.
Bajo el primer gobierno de Felipe Gonz¨¢lez, Jaime Salinas acept¨® el encargo de ocuparse de la Direcci¨®n de Libros y Bibliotecas de Espa?a bajo la batuta del flamante ministro de Cultura, Javier Solana. Salinas cumpli¨® esta tarea en el mundo de la pol¨ªtica cultural espa?ola con entusiasmo y tes¨®n, pero despu¨¦s de varios a?os regres¨® a su gran amor, la edici¨®n. Ocup¨® entonces la direcci¨®n de la Editorial Aguilar hasta su jubilaci¨®n en 1990.
Jaime Salinas se aficion¨® a pasar temporadas en Islandia desde los a?os sesenta, dedicando los veranos de 1994 a 2001 all¨ª a escribir un volumen de memorias sobre infancia y juventud, titulado Traves¨ªas, que public¨® Tusquets en 2002 y que fue merecedora del Premio Comillas en 2003. Con su muerte, desaparece uno de los ¨²ltimos editores cl¨¢sicos de Espa?a.
Carlos Marichal Salinas, historiador, es sobrino de Jaime Salinas
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