Identificado un fragmento de cine de los Ballets Russes de Diaghilev
La trascendencia y veracidad del descubrimiento emociona a los especialistas de todo el mundo
El diario brit¨¢nico The Guardian no vacilaba anteayer en titular el hallazgo como "Los Ballets Rusos son devueltos a la vida en el cine" y en calificar de tesoro la certificaci¨®n de qu¨¦ se encuentra realmente en los 30 segundos de fotogramas de una acci¨®n de ballet al aire libre que probablemente, con un poco de suerte y diligencia, formar¨¢ en el futuro parte de la exposici¨®n Diaghilev y la Edad de Oro de los Ballets Russes 1909-1929 que cerr¨® le mes pasado en el Victoria & Albert Museum de Londres y cuyo pr¨®ximo destino es Barcelona y Madrid.
La muestra, con ocasi¨®n del centenario de la fundaci¨®n de la legendaria agrupaci¨®n de ballet, valorada por todos los cr¨ªticos y especialistas como la mejor, m¨¢s completa y documentada de cuantas se han realizado hasta hoy en torno a la figura de Serguei de Diaghilev, visitar¨¢ Espa?a a partir de octubre de este mismo a?o por iniciativa de Caixa Forum. La historia del fragmento de pel¨ªcula tiene tintes novelescos y como todo lo que ata?e al ballet hist¨®rico, un poco de perfume misterioso trufado de esa refinada mitoman¨ªa que atrae el ballet y sus iconos.
Nadie dudaba de su relativa importancia, pues hasta hoy, es el ¨²nico documento f¨ªlmico descubierto y autentificado de los Ballets Russes de Serguei de Diaghilev, que como se sabe, siempre hab¨ªa sido reacio a dejar fotografiar y menos filmar a sus artistas, tal como se sabe tambi¨¦n que destruy¨® los clich¨¦s de numerosas sesiones fotogr¨¢ficas a lo largo de sus 20 a?os de trayectoria con la itinerante compa?¨ªa, al no estar de acuerdo con los resultados obtenidos por la fotograf¨ªa de la ¨¦poca, uno de cuyos casos se dio en Granada durante una visita y sesi¨®n gr¨¢fica a los recintos del Alhambra. Siempre aduc¨ªa Diaghilev que el cinemat¨®grafo era muy imperfecto y no atrapaba con justicia la danza, que la desvirtuaba. Su celo impidi¨® que se filmara a Vaslav Nijinski en sus ya cl¨¢sicos y m¨ªticos saltos, a pesar de haber recibido multitud de solicitudes para ello.
Hace poco menos de un a?o, la estudiosa norteamericana Joan Acocella desvel¨® en un documentado art¨ªculo en The New Yorker, que las supuestas reci¨¦n aparecidas filmaciones de Nijinski en La siesta del fauno eran una falsificaci¨®n obtenida a partir de sofisticados medios t¨¦cnicos de imagen y manipulando la serie de fotograf¨ªas del Baron Adolf de Meyer. La computadora, un aficionado y unos programas avanzados hab¨ªan el hecho el milagro de una mentira, no por piadosa y bien intencionada, menos escandalosa. Pero esta vez es verdad: el filme de Londres existe y es aut¨¦ntico y con toda probabilidad fue obtenido furtivamente, de forma pirata, por un espectador. Sea como sea, con los 30 segundos de filmaci¨®n que ya son historia, es el documento din¨¢mico excepcional de la m¨¢s influyente empresa art¨ªstica del siglo XX en el campo de la m¨²sica esc¨¦nica y el ballet y cuya estela es a¨²n palpable y se percibe en la realidad activa de la danza a un siglo de su fundaci¨®n.
Una lata oxidada conten¨ªa la cinta muda en blanco y negro, que una vez visionada hab¨ªa sido etiquetada err¨®neamente en el archivo British Path¨¦. Una nueva ojeada al breve filme por Jane Pritchard, estudiosa y comisario de la exposici¨®n londinense, encontr¨® que se trataba de un grupo de bailarines al aire libre en un entorno de jardines con un exuberante arbolado, y prudentemente no lo dat¨® todav¨ªa y se limit¨® a ratificar el apunte: "Localizaci¨®n de la acci¨®n: se desconoce". M¨¢s tarde, Susan Eastwood, un entusiasta miembro del C¨ªrculo de Ballet de Londres, que organiz¨® una visita privada a la exposici¨®n del Victoria & Albert Museum a principios de enero, tuvo un presentimiento sobre este trozo de pel¨ªcula y volvi¨® a mostrar el clip a Pritchard, quien, tras su estudio y an¨¢lisis, fue capaz de identificarlo finalmente sin ninguna duda como una filmaci¨®n a los Ballets Rusos de Diaghilev en junio de 1928 en el Festival Anual de las Flores de Montreux (Suiza). Pritchard incluso esta vez ha identificado al bailar¨ªn principal que centra el filme: se trata del moscovita Serge Lifar, ¨²ltimo favorito de Diaghilev y estrella masculina de la compa?¨ªa en ese momento, en unos pasos del ballet Les Sylphides de Mijail Fokin, aunque primero, err¨®neamente se hab¨ªa pensado que era un fragmento del ballet rom¨¢ntico Giselle ante la similitud esquem¨¢tica del atuendo del bailar¨ªn solista como de los tut¨²s blancos largos de las bailarinas y sus tocados.
Jane Pritchard ha comentado en su blog el descubrimiento y su avatar subsiguiente, asegurando que se trataba a todas luces de una filmaci¨®n clandestina, de alguien que se col¨® y grab¨® desde lejos, angularmente, y a hurtadillas de Diaghilev o cualquier autoridad de la compa?¨ªa de ballet. Pritchard estalla de alegr¨ªa y entre signos de admiraci¨®n asegura: "?Por fin estoy en condiciones de decir que los Ballets Russes de Diaghilev fueron filmados!". No es para menos.; ella tambi¨¦n es la responsable del cat¨¢logo-libro de la exposici¨®n, que en un formato gigante, muestra abundante material in¨¦dito tanto de colecciones brit¨¢nicas como extranjeras, entre ellas, la del core¨®grafo John Neumeier, director de Ballet de Hamburgo.
La exposici¨®n "Diaghilev y la Edad de Oro de los Ballets Russes 1909-1929" estar¨¢ en la sede barcelonesa de Montjuic entre octubre de 2011 y enero de 2012, para despu¨¦s pasar a Caixa Forum del Paseo del Prado de Madrid de febrero a junio de 2012. Seg¨²n la propia Jane Pritchard, la muestra en Espa?a ser¨¢ ampliada sensiblemente en cuanto a la presencia de los artistas espa?oles en la actividad de los Ballets Russes, como Juan Gris, Pablo Picasso, Pere Pruna y Jos¨¦ Mar¨ªa Sert, entre otros, con un destacado aparte a la obra cumbre de Picasso, Massine y Manuel de Falla: Le Tricorne (El sombrero de tres picos). La exposici¨®n relatar¨¢ tambi¨¦n en detalles el periodo entre 1914 y 1918, as¨ª como la visita a Barcelona y al Gran Teatro del Liceo en 1920 y una gira por varias ciudades espa?olas entre marzo y mayo de 1918 de la que, hasta hoy, se ha escrito y documentado poco. En el per¨ªodo de la Primera Guerra Mundial, Diaghilev y su tropa encontraron refugio en Espa?a, bajo la protecci¨®n de Alfonso XIII y su campo principal de operaciones fue San Sebasti¨¢n y el Teatro Victoria Eugenia donde estrenaron varias piezas, entre ellas, Las Meninas, coreografiada por Massine y dise?ada por Sert, ideada por Diaghilev como un homenaje al mecenazgo del rey Borb¨®n.
Otra teor¨ªa que se da como la m¨¢s probable, es que el total de la filmaci¨®n descubierta, que llega casi a los dos minutos de duraci¨®n (118 segundos), una vez se ha analizado que fue editada con varios fragmentos del mismo origen, provenga de un reportaje sobre el festival veraniego de la ciudad suiza, y que fuera registrado por un camar¨®grafo de la propia British Path¨¦ en calidad de reportero en el continente. Hay cinco planos diferentes que muestran desde el paisaje panor¨¢mico introductor a un plano general de la orquesta funcionando con el escenario a¨²n vac¨ªo (posiblemente en la obertura del ballet) y unas tomas del desfile de las carrozas florales. El bailar¨ªn Serge Lifar aparece con una peluca rubia estilo paje, parte del vestuario de Les Sylphides y un esfuerzo por dulcificar sus rasgos fuertemente orientales, a la vez que hace su solo y un pas de trois.
Jane Pritchard ha puntualizado que la identificaci¨®n le fue posible gracias a una adquisici¨®n del Victoria & Albert Museum, cuando ya se estaba gestando la exposici¨®n que vendr¨¢ a Barcelona y Madrid a partir de octubre y que recientemente se clausur¨® en Londres, de parte del legado fotogr¨¢fico y documental del bailar¨ªn polaco Stanislas Idzikowski (Varsovia, 1894 - Londres, 1977), tambi¨¦n primera figura de los Ballets Russes de Diaghjilev durante casi 20 a?os, desde 1914 hasta la muerte de Diaghilev en el 1929 (estaba tambi¨¦n en el cast original de El sombrero de tres picos) y donde hay fotos de las actuaciones estivales de Montreaux, concretando que el programa ofrecido all¨ª se compuso de tres ballets: Les Sylphides, Cimarrosiana (con coreograf¨ªa de Massine, dise?os de Sert y protagonizado por Idzikowski) y Las Bodas de Aurora (una versi¨®n reducida en forma de suite de "La Bella Durmiente" de Maruis Petipa).
Tambi¨¦n es mucha casualidad que la pel¨ªcula se date en el mes de junio de 1928, cuando el d¨ªa 6 de ese mismo mes y ese a?o, Diaghilev y el core¨®grafo Leonidas Massine protagonizaron en el Teatro Sarah Bernhardt de Par¨ªs una sonada discusi¨®n que casi les lleva a la ruptura el d¨ªa del estreno de su ballet Ode (una obra poco estudiada y que quien primero la analiz¨® a la luz de una verdadera investigaci¨®n cient¨ªfica y moderna fue el estudioso cubano prematuramente desaparecido Vicente Garc¨ªa-M¨¢rquez). Massine relat¨® la bronca a?os despu¨¦s, y su origen fue la negativa de Diaghilev a que en Ode aparecieran los fragmentos de proyecciones cinematogr¨¢ficas previstas por el escen¨®grafo y pintor Pavel Tchelitchev. Massine dijo: "Diaghilev quer¨ªa suprimir a toda costa las proyecciones cinematogr¨¢ficas, que le horrorizaban especialmente".
Ode se basaba en un texto l¨ªrico de Mijail Vasilievich Lomonosov, que adem¨¢s de cient¨ªfico era poeta, sobre una m¨²sica de Nicolas Nabokov. Diaghilev estaba horrorizado, pero dejaba hacer a sus artistas. Tchelitchev us¨® en Ode luces de ne¨®n, trozos de filmes mudos, materias textiles fosforescentes y monos blancos integrales para los bailarines en un canto al equilibrio de la naturaleza y de los elementos. Fue un ¨¦xito y el Diaghilev empresario, trag¨® con el experimento. En 1976, Nabokov escribi¨® recordando aquella epopeya de la modernidad: "El ballet exig¨ªa una coordinaci¨®n perfecta entre la luz, los movimientos de los bailarines, la c¨¢mara cinematogr¨¢fica y la proyecci¨®n del filme".
La exposici¨®n Diaghilev y la Edad de Oro de los Ballets Russes 1909-1929 ser¨¢ con toda seguridad el acontecimiento m¨¢s importante de la pr¨®xima temporada de exposiciones en Espa?a y un colof¨®n de lujo para las celebraciones del centenario de la agrupaci¨®n rusa, festejos que hasta este anuncio, hab¨ªan tenido aqu¨ª solamente t¨ªmidos y modestas acciones puntuales.
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