Arco, todav¨ªa un asunto poco femenino
En la feria de arte de Madrid hay muy buenos trabajos de mujeres, pero el porcentaje sobre el total sigue siendo bajo
Uno de los puntos del documento reivindicativo unitario del sector del arte presentado a principios de esta semana se refiere a la igualdad de g¨¦neros en las colecciones y exposiciones. Es algo que cuesta reconocer, pero que lleva muchos all¨ª. Ya lo reivindicaban en los ochenta las Guerrilla Girls con frases como esta: "Querido coleccionista, ?cu¨¢nto valdr¨¢ su colecci¨®n cuando el sexismo no est¨¦ de moda?". La asociaci¨®n Mujeres en las Artes Visuales es una de las firmantes del documento y en los ¨²ltimos tiempos ha estado muy activa realizando estudios que demuestran que algo pasa para que la mayor¨ªa de estudiantes sean mujeres y, en cambio, muy pocas lleguen a profesionalizarse.
"Es un punto importante porque se han hecho estudios y, por ejemplo, en los museos espa?oles lo cierto es que solo hay un 7% de mujeres en sus colecciones", comenta Francesca Llopis, presidenta de la Uni¨®n de asociaciones de Artistas Visuales. En Arco estos d¨ªas se ve¨ªan bastantes obras hechas por mujeres en todo tipo de salas, pero es una percepci¨®n que puede estar equivocada. "Una cosa es lo que parece y lo otro las estad¨ªsticas", se?ala Llopis. "No s¨¦ exactamente lo que habr¨¢ pasado este a?o, pero en la pasada edici¨®n solo hubo un 7% de artistas mujeres en la feria y me extra?ar¨ªa que este a?o se hubiera multiplicado la cantidad".
Para el galerista Luis Adelantado, que cuenta con una escuder¨ªa en la que figuran potentes artistas como Sophie Calle, Chantal Anckerman, Pipilotti Rist, Montse Soto o Carmen Calvo, hay algo de verdad en esa queja. "No s¨¦ qu¨¦ pasa, pero siempre he trabajado con muchas mujeres que est¨¢n una temporada y despu¨¦s parece que se diluyen". No todas, aclara, basta ver los nombres que representa; y asegura que los precios y el inter¨¦s que suscitan es el mismo. "Lo que s¨ª hay es algunos coleccionistas que, de manera anecd¨®tica, dicen que prefieren no comprar mujeres porque a largo plazo esa obra no tendr¨¢ la duraci¨®n y firmeza del inicio ya que cuando tienen hijos la carrera se ralentiza, pero esto es una m¨ªnima parte". Su hija Olga, m¨¢s combativa, piensa que algo pasa y que, en realidad, a muchas mujeres artistas no se les apoya en general de la misma manera que a los hombres. "A¨²n existen prejuicios y en estos momentos en que la situaci¨®n econ¨®mica se ha radicalizado a¨²n es peor porque sigue pasando que en estos casos se prioriza al hombre".
Un paseo por la feria demuestra que potencia y creatividad hay mucha sin que importe el g¨¦nero. En Juana de Aizpuru y ProjectesD, por ejemplo, destaca la obra de Dora Garc¨ªa, que ser¨¢ la representante de Espa?a en la pr¨®xima Bienal de Venecia. All¨ª tambi¨¦n, en el off, se podr¨¢ ver la obra de Mabel Palac¨ªn en el pabell¨®n catalanobalear; y un poco de prefiguraci¨®n de por d¨®nde ir¨¢n los tiros se puede ver en el stand de la galer¨ªa Dels ?ngels que presenta el v¨ªdeo Hinterland, el cual recorre una detallada fotograf¨ªa de una especie de terrain vague semiurbano, o semirural. Con todo, hay cosas que llaman la atenci¨®n. A Marta Gili, actual directora del Jeu de Paume de Par¨ªs, el hecho por ejemplo de que las piezas de Esther Ferrer, "una artista que si hubiera sido hombre seguro que tendr¨ªa mucho m¨¢s relevancia", est¨¦n tan baratas. "Lo cierto es que siempre ha sido as¨ª", se?ala Gili. "A la gran Louise Bourgeois no se le dedic¨® una gran exposici¨®n monogr¨¢fica en Par¨ªs hasta hace tres a?os y lo mismo pasa con otras artistas". Aunque s¨ª que abundan las mujeres al frente de galer¨ªas y en la cr¨ªtica, otra cosa es al mando de museos. "En Par¨ªs solo hay dos directoras de museo, y en Espa?a la situaci¨®n es similar, en cambio conservadores y t¨¦cnicas son mayor¨ªa. Me da mucha rabia cuando dicen que a las mujeres no nos gusta mandar: lo que sucede es que no nos gusta hacerlo con el autoritarismo de los hombres, pero s¨ª que nos interesa tener discursos y ejercer el poder para mostrar nuestra visi¨®n". Lo cierto es, sin embargo, que a la hora de mandar, curiosamente, siempre los eligen a ellos. "Los que seleccionan tambi¨¦n son hombres", concluye Gili.
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