Cuando cumplas 18 subir¨¢s a la pasarela

Las capas de maquillaje y los kilos de laca tratan de ocultarlo pero, cuando se sueltan el pelo, sin r¨ªmel, con un poco de luz y despu¨¦s de decir tres palabras, no es tan dif¨ªcil adivinar la edad de las chicas que desfilan en la Cibeles Madrid Fashion Week. Tienen, como m¨ªnimo, 18 a?os. Las que son un poco mayores, como Marina P¨¦rez, de 26 -casi excepcional-, o Clara Alonso y Amparo Bonmat¨ª, de 22, llevan sobre las pasarelas 3 o 4 a?os y son consideradas pr¨¢cticamente unas veteranas entre las maniqu¨ªes espa?olas.

Por eso Beatriz Saladich, Leticia Zuloaga y Alejandra Alonso (reci¨¦n galardonada con el premio a la mejor modelo de esta edici¨®n) son unas pipiolas, unas reci¨¦n llegadas a Cibeles, aunque no al mundo de la moda. La pasarela madrile?a solo permite desfilar a chicas que tengan la mayor¨ªa de edad, al contrario que otras como Par¨ªs, Mil¨¢n o Nueva York, que no exigen a sus modelos tener cumplidos los 18. Por eso, las tres ya han sacado a relucir modelos de dise?adores como Chanel o Calvin Klein en algunas de las pasarelas m¨¢s importantes, principalmente en Nueva York. Al haber cumplido los 18 a finales del a?o pasado, todas estaban listas para la 53? edici¨®n de Cibeles.

Beatriz Saladich, que ha vivido siempre entre Barcelona y Castell¨®n, es la que menos ha cambiado su vida de las tres debutantes. Asegura que, al menos por ahora, trata de desfilar solo los fines de semana y de no perderse demasiadas clases. Tras acabar el bachillerato ahora se ha matriculado en Arquitectura. "Ser modelo est¨¢ bien para un rato, pero no para todo el a?o", asegura en un momento de par¨®n entre desfiles. Alta, muy delgada, rubia y p¨¢lida, no encaja con el canon cl¨¢sico de chica espa?ola, como ella misma explica sin reparo. Quiz¨¢ eso la ha ayudado en esta edici¨®n de Cibeles, donde las rubias l¨¢nguidas han tomado la pasarela. Y quiz¨¢ por eso vaya a hacer unos veinte desfiles en esta edici¨®n.

Con su madre

Saladich viaja acompa?ada de su madre, algo que no es demasiado com¨²n despu¨¦s de los 14 o 15 a?os, seg¨²n comentan sus otras compa?eras. Leticia Zuloaga, a sus 18, se define como "independiente y muy madura desde siempre". Vive sola en Nueva York y comparte piso con otras modelos, aunque se va a mudar pronto para estar sola. A la espera de que le salga una campa?a publicitaria con una importante marca de ropa vaquera, desfilar¨¢ esta vez para cuatro dise?adores. "La verdad, no pensaba venir, me llamaron en el ¨²ltimo momento", cuenta de camino a la cafeter¨ªa, mientras dice que se lo pas¨® bomba trabajando para la marca de lencer¨ªa Victoria's Secret. Mientras escoge tres (ni una m¨¢s) rodajas de tomate y una pechuga de pollo a la plancha para comer, asegura que cuida su alimentaci¨®n. "Todas lo hacemos. Las tallas son lo que son y este no es nuestro peso normal, eso es imposible", afirma con fuerza y sin pelos en la lengua.

Y es que la pasarela obliga a madurar, a crecer, a pasar de ni?a a mujer en un abrir y cerrar de ojos. A administrarse su propio dinero, mucho, f¨¢cil y r¨¢pido para una joven casi adolescente. "La mitad la guardo en el banco y ni la toco", asegura Zuloaga, que ha empezado a estudiar este a?o Comunicaci¨®n. "Aunque a distancia, porque hay que viajar mucho y no da casi tiempo a estudiar", explica.

La mejor de esta edici¨®n

La mejor modelo de Cibeles este a?o ha sido Alejandra Alonso. Ella, sin embargo, prefiere no estudiar por ahora. "En unos a?os me gustar¨ªa hacer Medicina, pero ahora prefiero centrarme en mi carrera de modelo", explica mientras la maquilladora pinta y repinta su ojo, cada vez de un negro m¨¢s oscuro. Tambi¨¦n ella afirma lo que otras modelos dicen: Cibeles es tranquila, casi como unas vacaciones entre el estr¨¦s de la reci¨¦n acabada pasarela de Nueva York y el que llegar¨¢ esta semana en Mil¨¢n. Pero no est¨¢ de acuerdo con que en Madrid no se pueda desfilar hasta los 18: "Si fuera una norma que se aplicara en todas las pasarelas, bien, pero es que esta es una excepci¨®n".

Ahora vive en Nueva York, tambi¨¦n con escapadas a Par¨ªs. Pasa poco por su Lugo natal. "Mis padres est¨¢n contentos, me apoyan, pero se preocupan. Me dicen que, en cuanto quiera, vuelva a casa. Porque esto es muy duro, te tiene que gustar mucho para aguantar y seguir aqu¨ª. Hay momentos en los que no piensas con la cabeza y dices: 'Se acab¨®, ya no aguanto', pero al final sigues", dice mientras la maquilladora se afana con su segundo p¨¢rpado. Aun as¨ª, alguna ventaja tendr¨¢: "Claro, viajas mucho, conoces a otra gente, haces amigas". Y alguna desventaja: "Cuando los zapatos te quedan grandes. Hay chicas a las que les quedan peque?os, pero eso se puede aguantar. Pero con ellos grandes casi no puedes andar". ?Qu¨¦ unos zapatos queden grandes durante un desfile es lo peor de ser modelo? "Lo peor de todo es la soledad. Y aqu¨ª hay mucha soledad".