Benicio del Toro burla con cine el embargo de EE UU sobre Cuba

Por su plasticidad y encanto, retratar La Habana puede parecer sencillo. Pero nada de eso. Si uno no se conforma con los topicazos de siempre y pretende trascender la est¨¦tica de los viejos coches americanos, el embrujo de las mulatas y los edificios a punto del derrumbe, penetrar en la esencia de esta ciudad tan especial, no digamos de sus gentes, es m¨¢s que un reto. A este desaf¨ªo, no sin cierto v¨¦rtigo, se enfrentan estos d¨ªas en la capital cubana siete cineastas de amplia trayectoria y diversa procedencia. Son Benicio del Toro -que se estrena como director en este proyecto colectivo-, el franc¨¦s Laurent Cantet, el espa?ol Julio Medem, los argentinos Pablo Trapero y Gaspar Noe, el palestino Elia Suleiman y el cubano Juan Carlos Tab¨ªo, ¨²nico realizador de la isla invitado a participar en la pel¨ªcula. Como guinda de lujo el serbio Emir Kosturica protagoniza uno de los siete cortos (de 15 minutos de duraci¨®n cada uno) en los que act¨²an, entre otros, los cubanos Vladimir Cruz, Daysi Granados, Mirta Ibarra y Jorge Perugorr¨ªa.

Un lujo de elenco para siete historias habaneras -una por cada d¨ªa de la semana-, que cuenta con tres guiones escritos por el novelista cubano Leonardo Padura, el coordinador de todos los argumentos. La m¨²sica, con Descemer Bueno y Kelvis Ochoa en primera l¨ªnea, es otro de los alicientes de Siete d¨ªas en La Habana, coproducci¨®n hispano-francesa -entre Morena Films y Films House- cuya planificaci¨®n empez¨® hace un par de a?os y debi¨® superar no pocos obst¨¢culos.

Obst¨¢culos, y no s¨®lo log¨ªsticos, propios de la coordinaci¨®n de agendas en un proyecto tan complejo como este; tambi¨¦n problemas pol¨ªticos en el caso de Benecio del Toro, quien debido a las restricciones del embargo norteamericano solo puede realizar un "documental" y no un corto de ficci¨®n, para que no medie pago alguno. OK. Del Toro, que ha viajado a la isla una docena de veces, fue precisamente el encargado de abrir la lata de Siete d¨ªas en La Habana.

Su historia, El Yuma, como se llama en argot a los extranjeros en Cuba, tiene gui¨®n de Padura y comenz¨® a rodarse el viernes en las concurridas calles del barrio del Vedado. Por supuesto, alucine general de los transe¨²ntes al comprobar que s¨ª, que aquel tipo que gesticulaba, gritaba y dirig¨ªa en el set de rodaje, era el famoso actor puertorrique?o. "No he podido elegir mejor lugar para ponerme detr¨¢s de las c¨¢maras", dijo nada m¨¢s llegar a La Habana.

Y, aseguran los actores a su mando, se le ha dado bien lo de dirigir. El Yuma cuenta las peripecias de un turista norteamericano (Josh Hutcherson) que llega a La Habana y se hospeda en el Hotel Nacional. Un taxista (Vladimir Cruz) lo 'jinetea' y le ense?a durante el d¨ªa una Habana nada oficial, hasta que los dos acaban de madrugada en un show de travestis. Y de ah¨ª a la locura. El segundo corto, Jam Session, con gui¨®n de Trapero, comenzar¨¢ el viernes y Kosturica es el protagonista. "Hace de ¨¦l mismo. Su historia es la de un director que llega a recibir un premio al Festival de Cine de La Habana; est¨¢ en un momento afectivamente muy delicado, y su taxista se convierte en su confidente y pa?o de l¨¢grimas. Al final, descubre que el taxista es un m¨²sico de un talento incre¨ªble y acaban juntos en una descarga", cuenta Trapero. El reto, dice a este diario, es que "la pel¨ªcula permita ense?ar la ciudad que no se conoce tanto, el lado B La Habana, y lograr hacerlo desde ¨®pticas diferentes, pero guardando un equilibrio entre lo pintoresco y lo profundo para que no se sienta una postal". Tab¨ªo, que cuenta la historia de una psic¨®loga que hace dulces para sobrevivir, y Cantet, que narra los preparativos de un delirante cumplea?os de santo de un hija de Och¨²n, tratar¨¢n de que el desaf¨ªo de Siete d¨ªas en La Habana llegue a buen puerto.