"Siendo agn¨®stico, creo en la redenci¨®n cat¨®lica"

Roland Joff¨¦ (Londres, 1945) domina el arte de contar historias paralelas como qued¨® claro en La misi¨®n. Tambi¨¦n le gustan los guiones hasta cierto punto espirituales, con una intenci¨®n de trascender m¨¢s all¨¢ de los acontecimientos, como Los gritos del silencio, La ciudad de la alegr¨ªa o Creadores de sombras. Hace un tiempo lleg¨® a sus manos un libreto sobre un espa?ol que fund¨® una instituci¨®n llamada Opus Dei. Indag¨® en sus or¨ªgenes, se olvid¨® del posterior desarrollo de la Obra -ahorr¨¢ndose de paso malos tragos- y reescribi¨® la historia, ahora con dos protagonistas principales: Josemar¨ªa Escriv¨¢ de Balaguer y Manolo, un tipo de derechas que acabar¨¢ infiltrado en el bando republicano.

Ahora est¨¢ metido en 'Singularity', otra historia de amor y espiritualidad, que salta continentes y ¨¦pocas

Encontrar¨¢s dragones, que as¨ª se llama la pel¨ªcula, esconde en su publicidad que sea un biopic de Escriv¨¢, aunque en la frase de los carteles asegure que todo santo fue antes hombre. "Es que yo creo en eso, en lo que dec¨ªa Escriv¨¢: 'dentro de cada uno de nosotros hay un santo'. Siento que a Escriv¨¢ le marc¨® una ¨¦poca, la Guerra Civil espa?ola, porque es cierto que los grandes hombres surgen en momentos ¨²nicos en la historia, y para m¨ª el conflicto b¨¦lico espa?ol es algo m¨¢s que un enfrentamiento fraticida: es un reflejo del mundo en esa ¨¦poca".

El londinense tiene un discurso claro, bien armado, a prueba de preguntas inc¨®modas. "S¨¦ que tocar el tema del Opus Dei en Espa?a es complejo, pero es que mi pel¨ªcula no va de eso, va de espiritualidad, redenci¨®n y perd¨®n". El cineasta reflexiona sobre Nelson Mandela, sobre el perd¨®n en las mujeres africanas violadas en los enfrentamientos de los ¨²ltimos 20 a?os, y sobre la era actual, "la de los productos de masa, e incluyo los pol¨ªticos de masas, gente que no ha existido hasta ahora, que nos aleja de nuestra semilla de ser humano". "No somos perfectos, eso nos hace humanos, pero a la vez nos hace ¨²nicos, y creo que la idea de redenci¨®n, una idea cat¨®lica, contiene ese tono de imperfecci¨®n. Pol¨ªticos de masas y radicales religiosos tienen un elemento com¨²n, esa negaci¨®n del otro que sirve para autoafirmarse como por encima del resto. Estoy completamente en desacuerdo. Yo soy agn¨®stico -bueno, tampoco estoy seguro- pero respeto mucho algunos de los ideales cat¨®licos". Joff¨¦ enlaza as¨ª con Nelson Mandela, con un hombre que solo encontr¨® en el amor la manera de poder superar d¨¦cadas de dolor, humillaci¨®n y muertes.

Productores del Opus

?Hasta qu¨¦ punto el Opus Dei est¨¢ detr¨¢s del filme? Seg¨²n su director, de manera muy individual (aunque sus dos productores pertenecen a esta instituci¨®n y d¨ªas antes del estreno han comprado miles de entradas para regalar y promocionar el filme entre instituciones cercanas a sus ideales). "Yo no hablo de eso, y si han puesto el dinero no han influido en la historia. Para m¨ª, lo importante era que mucha gente cree que un santo es un superhombre, un ser por encima del resto, y encontr¨¦ interesante c¨®mo Josemar¨ªa -y ¨¦l mismo ha acabado siendo santo- aseguraba que la santidad est¨¢ dentro de nosotros y de cualquiera de nuestras acciones. Yo no digo que la vida de Josemar¨ªa fuera perfecta, sino que ¨¦l luch¨® para que cada una de sus acciones fueran buenas".

El londinense contin¨²a hablando de personajes, de personas, de su esfuerzo porque los primeros parezcan lo segundo, de su inter¨¦s porque la Guerra Civil quedara perfectamente reflejada en la pantalla (solo se permite una licencia, la de poner en mitad de las calles madrile?as enfrentamientos entre barricadas, y se disculpa porque lo necesitaba para el hilo narrativo). Ahora ya est¨¢ metido en Singularity, otra historia de amor y espiritualidad, que salta continentes y ¨¦pocas. "Me encanta hacerme preguntas, provocar al espectador, que piense y ¨¦l encuentre las respuestas".

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