Santo Escriv¨¢
"Todos los santos tienen un pasado", reza el eslogan promocional de Encontrar¨¢s dragones. Y, sin embargo, despu¨¦s de haber lanzado la piedra de la composici¨®n de una biograf¨ªa cinematogr¨¢fica sobre Josemar¨ªa Escriv¨¢ de Balaguer (?hay santificaci¨®n m¨¢s pol¨¦mica?), fundador del Opus Dei, sus responsables acaban escondiendo un tanto la mano. Al final Escriv¨¢ resulta ser un secundario (importante, por supuesto) en medio de una historia ambientada a caballo entre la actualidad y la Guerra Civil espa?ola, mientras el verdadero eje de la pel¨ªcula es un antagonista odioso, un personaje que no es sino un triple salto mortal narrativo: un integrante del bando nacional, aunque enrolado en el republicano como esp¨ªa, que necesita expiar sus pecados (morales, familiares, pol¨ªticos, amorosos) poco antes de su muerte, ya en nuestros d¨ªas. As¨ª, lo que en principio se pensaba biopic de Escriv¨¢ termina siendo reflexi¨®n ¨¦tica sobre un tiempo de guerra.
ENCONTRAR?S DRAGONES
Direcci¨®n: Roland Joff¨¦.
Int¨¦rpretes: Charlie Cox, Wes Bentley, Dougray Scott, Olga Kurylenko, Unax Ugalde.
G¨¦nero: drama. Espa?a, EE UU, 2011. Duraci¨®n: 120 minutos.
"Una guerra entre hermanos. A unos los llamaban fascistas. A otros, comunistas. O rezabas sobre la Biblia o escup¨ªas sobre ella. Pero no todo era exactamente as¨ª. Eso ser¨ªa reducir la historia", clama, m¨¢s o menos con estas palabras, una voz en off al inicio. El problema es que, a pesar del aviso, Encontrar¨¢s dragones culmina con ese poso de superficialidad que ellos mismos denuncian y un tanto lastrada por una estructura farragosa e innecesaria, en la que el espectador no acierta a posar la mirada. Como contrapartida, Roland Joff¨¦, su prestigioso director, saca adelante la apuesta espa?ola con la profesionalidad como bandera, y el autor de La misi¨®n y Los gritos del silencio compone variadas secuencias b¨¦licas de gran espectacularidad, acompa?adas de un dise?o de producci¨®n magn¨ªfico, lo que hace de Encontrar¨¢s dragones una pel¨ªcula muy aparente. De fastuoso postizo, pero liviano an¨¢lisis, comenzando por el papel de la Iglesia cat¨®lica en el conflicto.
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