Sant Jordi derrota a los malos augurios
La celebraci¨®n en plena Semana Santa no frena la gran fiesta ciudadana.- Albert Espinosa, Javier Mar¨ªas y Eduard Punset, los autores de m¨¢s ¨¦xito
Demostrado: si algo puede deslucir Diada de Sant Jordi ya solo puede ser la lluvia porque ni que caiga en s¨¢bado y ni que, para m¨¢s inri, sea en plena Semana Santa, parece afectar ya a la que, sin duda, es la manifestaci¨®n ciudadana m¨¢s popular y participativa de Catalu?a. El tiempo aguant¨® y la gente respondi¨®, as¨ª de sencillo y as¨ª en Barcelona capital como en el resto del territorio.
Las previsiones eran tan nefastas que la satisfacci¨®n ayer era infinita entre la gente del libro. "Es el mejor Sant Jordi de mi vida", reconoc¨ªa exultante una asidua como la escritora Almudena Grandes. No apuntaba eso a primera hora de la ma?ana, cuando las colas eran m¨¢s importantes en las paradas del bus tur¨ªstico de la plaza de Catalunya de Barcelona que en las casetas.
Pero con el sol se fue desperezando la capital catalana y la afluencia empez¨® a ser la norma en la Diada, o sea: dificultades para caminar por La Rambla, solo peatonal, casi colapso en los alrededores de plaza de Catalunya, densidad alta en Portal de l'?ngel y apretujamientos en una Rambla de Catalunya de nuevo cerrada al tr¨¢fico.
A todo ello contribuy¨®, am¨¦n de la climatolog¨ªa, la notable afluencia de extranjeros y de turistas del resto de Espa?a; tambi¨¦n lo hizo que el mal tiempo (o quiz¨¢ la verdad ¨²ltima, la crisis) provocara un ¨¦xodo menor de Barcelona, del 30% menos de turismos, cuyos ocupantes a buen seguro pisaron la calle.
Las pron¨®sticos sobre los escritores que iban a vender m¨¢s no han fallado. En ficci¨®n, Albert Espinosa,ha sido,seg¨²n el gremio deLlibreters de Catalunya, quien m¨¢s ejemplares ha vendido, tanto en catal¨¢n como en castellano, de su novela Si tu me dices ven lo dejo todo... pero dime ven (Grijalbo, en castellano; Rosa dels Vents, en catal¨¢n). El segundo lugar lo ocupa Javier Mar¨ªas con Los enamoramientos (Alfaguara), en castellano; y Ramon Solsona con L'home de la maleta (Proa), en catal¨¢n. Y el tercer puesto, Javier Sierra con El ¨¢ngel perdido (Planeta),en castellano; y Mart¨ª Guironell, con L'Arque¨°leg (Columna), en catal¨¢n.
En los libros de no ficci¨®n, St¨¦phane Hessel ha arrasado con su Indignados (Destino) tanto en catal¨¢n como en castellano. Eduard Punset no se ha quedado lejos con sus Excusas para no pensar (Destino), segundo libro m¨¢s vendido en catal¨¢n y tercero, en castellano. La terna la completan Kilian Jornet en catal¨¢n con C¨®rrer o morir (Ara Llibres) y Pierre Dukan en castellano con El m¨¦todo Dukan (Integral).
La traducci¨®n econ¨®mica de todo ello es m¨¢s discutible. Seg¨²n fuentes de distribuidores y libreros, a la espera de "sumar lo que se ha facturado en toda Catalu?a", se conf¨ªa en igualar los 19 millones euros que se obtuvieron en 2010. "Menos mirar y menos fotos y m¨¢s comprar, si no me marcho", bromeaba a primera hora el televisivo Xavier Sard¨¤, reflejando esa situaci¨®n.
La sensaci¨®n de pinchazo fue m¨¢s notoria en el sector de la rosa, en el que s¨ª parecieron cumplirse los malos augurios del sector en Barcelona.
De entrada, hubo menor cantidad de puntos de venta, especialmente por la baja festiva de escuelas y entidades. Por otro, los precios salieron en algunos puntos por encima de los tres euros del a?o pasado, para r¨¢pidamente descender a casi los 80 c¨¦ntimos que acabaron al cierre de esta edici¨®n. No parecieron pasarlo mal los restaurantes y bares del centro, que presentaron llenos hasta muy entrada la primera hora de la tarde.
"Si un marciano llegara hoy [por ayer] a Barcelona tendr¨ªa una imagen mejor de la raza humana", contaba ayer el periodista y escritor italiano Emilio Marrese, que debutaba en la Diada. Las an¨¦cdotas de la jornada no har¨ªan m¨¢s que reforzar esa idea.
Por la ma?ana dos eran las principales preocupaciones de los escritores en el tradicional desayuno del hotel Regina de Barcelona, que hareunido a m¨¢s de 100 autores: la climatolog¨ªa y los lectores. "Si encuentro a un lector, me lo llevo a casa y le invito a comer", ha dicho Alicia Gim¨¦nez Bartlett, encantada de que su premio Nadal Donde nadie te encuentre se haya acabado de publicar en catal¨¢n, con "una excelente traducci¨®n".
Este era el sentimiento general de los reunidos. Bueno, no de todos. Emili Teixidor, el autor de Pa negre, en la que se basa la pel¨ªcula dirigida por Agust¨ª Villaronga, ha afirmado: "Antes de que la novela ganara el Premio Nacional de Literatura, ya se hab¨ªan vendido cerca de 80.000 ejemplares. Mi editor me ha dicho que es el libro en catal¨¢n en bolsillo m¨¢s vendido durante a?os".
Una vez iniciado el ritual de las firmas, la cosa empez¨® a cambiar. En la Fnac Triangle hab¨ªa colas tremendas. Fueron testigos Juan Mars¨¦ que no par¨® de firmar ni un minuto. La gente, sobre todo mujeres, con maletitas o carros de la compra, con libros suyos anteriores a Caligraf¨ªa de los sue?os. "Hac¨ªa 20 a?os que no dedicaba libros. Me cans¨¦. Pero ahora, me he sentido en la obligaci¨®n de hacerlo, en homenaje al libro en papel y a los libreros, que con la crisis no lo est¨¢n pasando demasiado bien". Mars¨¦ firm¨® lo que le llevaron.
Javier Mar¨ªas, a quien tambi¨¦n se le cans¨® la mano de firmar Enamoramientos, fue un poco m¨¢s estricto: "Si me traen dos, bien, pero si son m¨¢s... protesto un poco porque la cola es enorme". Almudena Grandes tambi¨¦n se hart¨® de dedicar In¨¦s o la alegr¨ªa. "Han venido algunos turistas espa?oles, pero creo que la mayor¨ªa son gente de aqu¨ª". Rafael Reig, que ha vivido su primer Sant Jordi, estaba entusiasmado aunque no firmara mucho de Todo est¨¢ perdonado, con la que ha ganado el Premio Tusquets. "Esto es maravilloso. Voy a intentar escribir una novela al a?o, para poder venir a firmar". Rosa Cullell, entre la ilusi¨®n, los nervios y algo de ansiedad, pues ¨¦ste es su primer Sant Jordi como escritora (El mejor lugar del mundo, tambi¨¦n en catal¨¢n); o Pepa Roma; Carme Riera; Mar¨ªa Due?as, Pilar Eyre, Agust¨ªn Fern¨¢ndez Mallo, Manuel Rivas... y tantos y tantos escritores repartidos en centenares de casetas.
Eduardo Mendoza ten¨ªa a su lado dos montones enormes de libros, Ri?a de gatos y Gurb, que desaparec¨ªan como por ensalmo. No par¨® de firmar. Aunque bati¨® el r¨¦cord Federico Moccia, que a las 11 de la ma?ana le esperaba ya una cola de m¨¢s de 400 j¨®venes. Paul Preston lleg¨® tarde, ya estaba casi colpasado el centro de la ciudad. Sus lectores aguardaron fieles. Cuando le vieron aparecer, sudoroso y agitado, rompieron en plausos. "Ja soc aqu¨ª!", dijo el hispanista remedando al presidente Tarradellas.
La Rambla, desde plaza Catalu?a casi hasta el mar, colapsada. Era imposible dar un paso. Aunque la impresi¨®n era que hab¨ªa m¨¢s personal paseando que comprando. De todas maneras, seg¨²n directivo de El Corte Ingl¨¦s, funcionaba mejor que lo que hab¨ªan previsto. El editor Juan Cerezo fue rotundo: "Sant Jordi es incombustible".
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