Caballos en el para¨ªso
Diego Ventura, a hombros por la puerta grande tras cortar una oreja en cada toro. -El mal manejo del rej¨®n de muerte impidi¨® el triunfo de Hermoso de Mendoza. Tarde gris de Ferm¨ªn Boh¨®rquez
El rejoneo moderno ha evolucionado una barbaridad. No hay m¨¢s que ver que el clasicismo de Ferm¨ªn Boh¨®rquez parece una antigualla frente a la espectacularidad de Hermoso y Ventura. Y ha evolucionado el toro: ha ganado peso y mansedumbre, y ha perdido movilidad y motor. ?Y los caballos? A los caballos solo les falta vestir el traje de luces para estar en el para¨ªso.
Machado, Chenel. ?caro, Manolete, Patanegra, por citar solo algunos miembros de la cuadra de Hermoso componen toda una sinfon¨ªa de elegancia, temple, valent¨ªa y temperamento. C¨®mo par¨® Machado al segundo de la tarde en el redondel de una moneda... Un quiebro que parece imposible de Chenel, y c¨®mo templa a dos bandas, y se mete por los adentros y vuelve loco al toro con su depurada t¨¦cnica. Qu¨¦ elegancia de ?caro, y qu¨¦ valent¨ªa cuando desaf¨ªa a su oponente en la misma cara.
LORENZO / BOH?RQUEZ, HERMOSO, VENTURA
Cinco toros despuntados para rejoneo de Carmen Lorenzo, y uno -el cuarto-, de San Pelayo, bien presentados, mansos y descastados; manejables tercero y cuarto.
Ferm¨ªn Boh¨®rquez:cinco pinchazos, dos rejones atravesados y un descabello (silencio); rej¨®n en lo alto (ovaci¨®n).
Hermoso de Mendoza: tres pinchazos y rej¨®n trasero y bajo (ovaci¨®n); rej¨®n muy trasero y contrario (ovaci¨®n).
Diego Ventura: rej¨®n en lo alto (oreja); pinchazo y rej¨®n en lo alto (oreja). Sali¨® a hombros por la puerta grande.
Plaza de Las Ventas, 21 de mayo. Duod¨¦cima corrida de feria. Lleno.
Nazar¨ª, Distinto. Triana, Revuelo, Morante, entre otros, forman otra pl¨¦yade de toreros de Ventura. Y si hubiera que elegir al triunfador de la tarde, el sentido del temple de Nazar¨ª se elev¨® a los cielos toreros. Tom¨® al tercer toro en la puerta de cuadrillas, se dej¨® llegar los pitones hasta los mismos pechos, embebido el animal, hipnotizado y embriagado, y as¨ª, entre la locura general, dio casi dos vueltas al ruedo. Triana se dio el gustazo de dibujar un derechazo de aut¨¦ntica categor¨ªa. Revuelo, otro referente del temple, y el siempre espectacular Morante ?el caballo, claro?, que muerde a los toros.
La tarde no fue redonda a causa ?esta vez, s¨ª? de la mansedumbre, soser¨ªa y falta de casta de los toros. Sali¨® por la puerta grande Diego Ventura, un torero a caballo de la posmodernidad. Le importa la conexi¨®n con el p¨²blico, y a fe que lo consigue de manera instant¨¢nea. Maneja los caballos son aplastante suficiencia, posee un conocimiento exacto de los terrenos, y realiza las suertes con eficacia y prontitud. Ventura conoce los secretos del rejoneo actual, de lo que gusta hoy. Y lo hace bien, y se la juega, y templa y se convierte en el protagonista de un espect¨¢culo emocionante. No fue la de ayer una actuaci¨®n para el recuerdo, pero ah¨ª qued¨® su categor¨ªa de primer¨ªsima figura del rejoneo moderno.
?Y qu¨¦ se puede descubrir a estas alturas de Hermoso de Mendoza? Fall¨® con el rej¨®n de muerte y todo se redujo a cari?osas ovaciones, pero dej¨® constancia de que es el catedr¨¢tico, el fundamento, la regla, la esencia... El tercio de banderillas al segundo de la tarde fue sencillamente perfecto a lomos de Chenel y de ?caro. Una delicia la ejecuci¨®n del toreo de parte del caballero y sus caballos. Y, por encima de sus fallos al final, destaca su forma de andar por la plaza, su conocimiento, su magisterio...
Y qued¨® en mal lugar Ferm¨ªn Boh¨®rquez, que ha sido un gran rejoneador y un caballista de categor¨ªa. Ayer cometi¨® errores imperdonables, de esos que te avisan de que te ha llegado tu hora. No hab¨ªa manera de colocar una banderilla al cuarto de la tarde. Y mira que lo preparaba con serenidad y esmero, pero le falt¨® toro en varias ocasiones, Y tambi¨¦n hab¨ªa fallado en el primero en las banderillas a dos manos. Al final, se hizo perdonar por dos pares aceptables a dos manos y un buen rej¨®n de muerte en el cuarto, y la gente se olvid¨® del mitin anterior.
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