Muere Clarence Clemons, el saxofonista de Bruce Springsteen
El m¨²sico de la E Street Band hab¨ªa sufrido un derrame cerebral la semana pasada
Nada ser¨¢ igual para Bruce Springsteen y los miembros que quedan de la E Street Band a partir de ahora. Se ha ido Clarence Clemons, The Big Man, tal vez el saxofonista m¨¢s ilustre de una banda de rock sobre un escenario, el tipo alto y fornido de la amplia sonrisa, de las bromas con El Boss, que dio un aire nuevo a las composiciones del m¨²sico de Nueva Jersey. Sus solos al saxo fueron algo m¨¢s que un magn¨ªfico adorno musical: el saxof¨®n de Clemons marcaba el horizonte en el mejor y m¨¢s plet¨®rico rock'n'roll de Springsteen, ensanchaba el alma, simbolizaba, en definitiva, la esperanza.
Clemons, de 69 a?os, ha muerto este s¨¢bado en Florida despu¨¦s de las complicaciones derivadas de un derrame cerebral sufrido la semana pasada. El saxofonista fue sometido a varias operaciones en el cerebro y la parte izquierda de su cuerpo qued¨® paralizada. Debido a la gravedad de su situaci¨®n, los miembros del grupo ya hab¨ªan sido avisados la semana pasada para que se trasladasen a Florida. The Big Man hab¨ªa tenido que ser hospitalizado numerosas veces durante la ¨²ltima d¨¦cada. Tan solo en los ¨²ltimos 12 meses hab¨ªa sufrido dos intervenciones quir¨²rgicas para operarle de ambas rodillas y una fusi¨®n espinal (intervenci¨®n que une dos o m¨¢s vertebras, para evitar que se muevan demasiado).
Nacido en Norfolk, Virginia, Clemons fue hijo de un ministro baptista que pensaba que el rock'n'roll era cosa del diablo. La m¨²sica gospel y el R&B de los cincuenta influyeron en ¨¦l. The Coasters, Otis Redding, Dion & The Beldmons fueron algunos de los artistas m¨¢s escuchados por un joven Clemons aunque, a la hora de dedicarse a lo que m¨¢s le gustaba, prest¨® m¨¢s atenci¨®n al trabajo de saxofonistas como King Curtis, cuyo estilo funky m¨¢s le marc¨®, o Junior Walker. Por sus grandes dimensiones, muchos le aconsejaron en la universidad que se dedicara al f¨²tbol americano, deporte que practicaba, pero siempre llevaba el saxo en el maletero de su coche para, como ¨¦l mismo contaba, "buscar cualquier buen momento para poder tocarlo". Era su verdadera pasi¨®n.
Seg¨²n la leyenda, fomentada por ¨¦l mismo y Springsteen, ambos se conocieron a principios de los setenta una noche lluviosa y con viento en la que Clemons apareci¨® entre la niebla del paseo mar¨ªtimo de Asbury Park, vestido con traje blanco y con su saxo. Tanto Springsteen como Steve Van Zandt, guitarrista de la E Street Band, pensaron que ese gran hombre iba a robarles. Pero Clemons solo quer¨ªa tocar con ellos. En realidad, Clemons conoci¨® a Springsteen en una de sus actuaciones cuando el cantante ten¨ªa por aquellos a?os la Bruce Springsteen Band. Y pidi¨® tocar con ¨¦l. Springsteen, amante del soul y el rock primigenio de los cincuenta, vio la oportunidad ideal para ampliar su espectro sonoro.
A partir de entonces, comenz¨® una relaci¨®n m¨¢gica para ambos. Una relaci¨®n de extraordinaria camarader¨ªa y simbiosis musical. Clemons ser¨ªa el a?adido perfecto para el rock evocador de Springsteen. Su saxo pod¨ªa dar un punto canalla y vitalista al esp¨ªritu callejero y n?if de Greetings from Asbury Park y Bruce Springsteen, The Wild, The Innocent & The E Street Shuffle; pod¨ªa agrandar la belleza y el dolor en Born to run (m¨ªtica portada en la que aparec¨ªa junto a Springsteen); cortaba como un cuchillo afilado en Darkness on the Edge of Town o supon¨ªa un chorro refrescante, de contagioso soul en composiciones genuinas de rock'n'roll en The River.
En 1983, el saxofonista inici¨® su carrera en solitario, paralela a la pertenencia a la E Street Band, con la publicaci¨®n del disco Rescue. Esta carrera por su cuenta, en la que mostr¨® su amor por el soul y el funk aunque pasados por el tapiz algo insulso de los ochenta, apenas tuvo repercusi¨®n y apenas aport¨® nada interesante m¨¢s all¨¢ de Hero, ¨¢lbum editado en 1985. Desde entonces, Clemons sol¨ªa tocar con su banda en garitos de la costa este estadounidense. En la ¨²ltima d¨¦cada, en Nueva Jersey, no era dif¨ªcil encontrar actuaciones de su grupo The Temple of Soul entre los descansos que le dejaban las giras y grabaciones con la banda de la calle E.
Fuera del entorno de Springsteen, colabor¨® con artistas de la talla de Aretha Franklin, Jackson Browne, Ian Hunter, Carl Perkins o en las aventuras en solitario de sus compa?eros de grupo Little Steven y Nils Logfren. Incluso sopl¨® su saxo para algunas canciones del disco de Lady Gaga Born This Way. Pero, seguramente, sus colaboraciones m¨¢s emblem¨¢ticas, por ofrecer lo mejor de su viento embriagador, fueron sus aportaciones en los discos de Gary Us Bonds Dedication y On the Line, publicados en 1981 y 1982 respectivamente. Tambi¨¦n Clemons tuvo apariciones en cine y televisi¨®n. Martin Scorsese cont¨® con ¨¦l para New York, New York y se le vio en Blues Brothers 2000. En la peque?a pantalla, apareci¨® en las series Nash Bridges y The Wire.
"La ¨²ltima gira fue un infierno", aseguraba Clemons en una entrevista del pasado febrero con Rolling Stone. En el mismo art¨ªculo, el m¨²sico, quien, pese a sus precarias condiciones de salud, no se perdi¨® ni un concierto del grupo, sosten¨ªa que todo lo ocurrido le hab¨ªa "fortalecido". La ¨²ltima actuaci¨®n de Clemons con la E Street Band tuvo lugar en diciembre de 2010 en la Asbury Park's Carousel House, en el Estado del Nueva Jersey (EE UU), mientras que la ¨²ltima vez que la banda pas¨® por Espa?a fue en verano de 2009. Clemons deb¨ªa tocar el himno estadounidense antes del segundo partido de la final de la NBA entre Dallas Mavericks y Miami Heat hace dos semanas, pero tuvo que renunciar por una lesi¨®n en la mano.
Se ha ido The Big Man. El alma de la E Street Band ha quedado troceada, a¨²n m¨¢s que cuando se fue Danny Federici, teclista original de la banda fallecido en 2008. Nada ser¨¢ igual. La E Street Band no tendr¨¢ ning¨²n sentido. Los solos de Clemons en canciones tan emblem¨¢ticas para Springsteen y el rock'n'roll de toda la vida como Rosalita, Jungleland, Born To Run o The Promised Land eran una se?a de identidad. Eran, para la gran mayor¨ªa, la se?a de identidad del mejor rock de Springsteen. Su aire esperanzador, tierno, c¨¢lido, intenso, infinito, cercano. Era el saxof¨®n de Clarence Clemons.
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