La juerga gay toma Barcelona
La capital catalana acoge Circuit, uno de los mayores festivales homosexuales de Europa.- El programa, hasta el 15 de agosto, lo conforman una veintena de fiestas, recorridos de compras y una muestra de cortometrajes
El Madrid gay puede tener su multitudinario Orgullo, Chueca y hasta conciertos gratis de Kylie Minogue. Pero al llegar agosto, vaya, vaya... la playa est¨¢ en Barcelona y con ella el foco de la fiesta rosa en Espa?a. En la noche del jueves se inici¨® en la capital catalana el Circuit Festival, que en su cuarta versi¨®n reunir¨¢ unas 60.000 personas venidas de todo el mundo, seg¨²n c¨¢lculos de la organizaci¨®n. En total 11 d¨ªas hasta el 15 de agosto para no parar en los que el ba?ador es la pieza de ropa m¨¢s visible e importante.
La propuesta, tanto para gays como para lesbianas, es simple: megafiestas en pabellones deportivos de la capital catalana, dance y house a tope, chulazos y chicas en ba?ador bailando en un parque acu¨¢tico. Y, si el verano extra?o que est¨¢ viviendo Catalu?a lo permite, d¨ªas azules en el mar. En el Circuit es f¨¢cil aplicar el concepto de "lo que ves es lo que hay". "Vengo desde el primer a?o, me parece una fiesta espectacular, es el place-to-be [el sitio donde estar] en agosto. Chicos guapos, amigos y buena fiesta", asegura Jim Ransom, de 37 a?os, venido desde Nueva York para el evento.
El encargado de abrir la fiesta anoche, en la sala Razzmatazz, fue el dj israel¨ª Offer Nissim. Toda una declaraci¨®n de intenciones musicales: remezclas de ¨¦xitos de la radio f¨®rmula que no dejan indiferentes a los asistentes, bastante proclives a perder la camiseta cuando la temperatura sube. A diferencia de otras ediciones, este a?o no habr¨¢ grandes nombres detr¨¢s del tornamesa, pero s¨ª viejos conocidos como Peter Rauhofer y djs nacionales como Binomio o Taito Tikar. Tampoco nadie espera un derroche musical para gur¨²s. "Esto no es el S¨®nar", r¨ªe Jaume Burg¨¦s, un barcelon¨¦s de 28 a?os. ?l ha comprado entradas para la Water Park party, el martes, en Isla Fantas¨ªa, en Vilassar de Dalt (Barcelona).
Precisamente esta fiesta puede no ser el ecuador del festival pero s¨ª su momento m¨¢s efervescente. En 2008, cuando el Circuit era una modesta fiesta veraniega que organizaba el Matinee Group y que pill¨® por sorpresa a los turistas que visitaban Isla Fantas¨ªa, las im¨¢genes de miles de hombres jugando en el parque acu¨¢tico y tir¨¢ndose agua unos a otros dio la vuelta al mundo. Tambi¨¦n llenaba el hueco que dej¨® el Loveball Party, que solo dur¨® un a?o. Las siguientes ediciones confirmaron el ¨¦xito del Circuit, cuya fama subi¨® como espuma. As¨ª, Isla Fantas¨ªa se cierra al p¨²blico general y es completamente gayfriendly por un d¨ªa, desde las 10.00 a las 21.00 horas. Adem¨¢s de los toboganes, el plato fuerte son las presentaciones musicales en un gran escenario que se instala en la piscina de olas. Todo animado por m¨¢s de 100 gogos en escena.
Una muestra de la gran acogida es el precio de la pulsera pase para todas las fiestas: en 2008 era de 100 euros. Ahora vale 300 y se han puesto a la venta unas 1.000, que ya se han agotado. Aqu¨ª la crisis no existe. Seg¨²n un portavoz de la organizaci¨®n, el 70% del p¨²blico que asiste a la fiesta viene de fuera de Espa?a. La lista de nacionalidades la encabezan Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Italia y Brasil. Un estudio del festival Circuit calcula que el negocio para Catalu?a es redondo: a las arcas de hoteleros, restauradores y propietarios de clubes nocturnos entran unos 50 millones de euros durante los 11 d¨ªas.
El Circuit se ha ido amoldando con el paso de los a?os a las peticiones del p¨²blico. El a?o pasado, por ejemplo, estaba dividido en dos: el Circuit y el Circuit Bear, especial para ese p¨²blico. Este a?o, sin embargo, vuelve a ser una misma fiesta. De otro lado, siempre se ha tenido una programaci¨®n especial para las lesbianas. Se espera que este a?o participen unas 10.000 en total. Tambi¨¦n hay otras actividades como el festival MIMI, la primera muestra de Espa?a dedicada exclusivamente a los mejores cortometrajes LGBT (lesbiana-gay-bisesual y transexual), circuitos de compras por la capital catalana y eventos deportivos.
Aunque la est¨¦tica predominante sea el musculado de gran gafa negra, tatuado y en mini ba?ador, el Circuit est¨¢ abierto para todos. "A pesar de que viene gente de todas partes y de diversos estilos, todos tan diferentes, impera un sentimiento de compa?erismo, de amistad los d¨ªas de la fiesta", explica Joaquim Rodr¨ªguez, de 45 a?os. ?l conoci¨® a su expareja en la primera edici¨®n del Circuit y aunque su historia de amor no pas¨® de dos veranos, sigue siendo muy amigo de sus amigos. De hecho, vienen a quedarse en su casa del barrio de Gr¨¤cia para los d¨ªas de la fiesta. "Y si nos cansamos, pues nos vamos a la playa", dice entre risas. Esto, claro, se puede hacer en Barcelona. Si estuvieras en Madrid... vaya, vaya, all¨ª no hay playa.
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