Declaraci¨®n psicod¨¦lica de amor al mar
El pescador japon¨¦s Iori Tomita dej¨® su trabajo en una compa?¨ªa de seguros para dedicarse a manipular 'animalitos' fosforescentes que ahora expone por su pa¨ªs
Desde la ciudad, apenas se pod¨ªa oler el mar. Y adem¨¢s Iori Tomita no hab¨ªa estudiado oceanograf¨ªa para acabar en una compa?¨ªa de seguros. "Sent¨ªa que ten¨ªa que acercarme m¨¢s a la naturaleza", asegura este joven japon¨¦s por correo electr¨®nico. As¨ª, cual Alexander Supertramp (el rebelde protagonista de Hacia rutas salvajes) del sol naciente, con 23 a?os dej¨® atr¨¢s su vida ciudadana para irse a vivir de la pesca y las plantas que encontraba "por la monta?a". Aunque pronto sum¨® otro recurso a su supervivencia: empez¨® a realizar y vender animales fosforescentes encerrados en un bote de vidrio. Meses m¨¢s tarde, New world transparent specimen se expone por Jap¨®n y se ha convertido en su principal oficio.
Cangrejos azules, tortugas moradas y peces con un coraz¨®n de luz pueblan el universo psicod¨¦lico de Tomita, cuyo Big Bang estall¨® en la universidad. "Un profesor nos ense?¨® un animal transparente que serv¨ªa como muestra para unos trabajos. No era muy bonito pero pens¨¦ que ten¨ªa que construir mis propios modelos", asegura Tomita.
A la chispa universitaria se a?adieron los recuerdos de una infancia transcurrida en un barco, con su padre, una ca?a y largas esperas a que algo mordiera el anzuelo. Tomita descubri¨® su misi¨®n: "Decid¨ª que ten¨ªa que hacer llegar esas creaciones a cuanta m¨¢s gente mejor".
Para darle una segunda vida, m¨¢s luminosa, a sus animalitos, el japon¨¦s quita la piel y las escamas de los cad¨¢veres y aprovecha unos productos qu¨ªmicos para separar las prote¨ªnas y los m¨²sculos. Luego, suele te?ir el esqueleto de la criatura y guardarla en un bote de glicerina. Tomita solo usa animales que le llevan otros pescadores y que hayan muerto por causas naturales.
Sus creaciones emiten latidos de luz en las galer¨ªas de Jap¨®n, en una tienda online cuyo precios van de 13 a 2.800 euros, y hasta en una aplicaci¨®n para iPhone. Pero ante todo fue una red social la que permiti¨® que el r¨ªo de ideas de Tomita encontrara su oc¨¦ano. "Compart¨ª las im¨¢genes en Mixi [muy conocida en Jap¨®n] y recib¨ª muchos comentarios positivos. Hubo usuarios que me ayudaron a encontrar d¨®nde exponer", sostiene Tomita.
Tan agradecido est¨¢ el japon¨¦s que se lanza a una dedicatoria: "Mi vida est¨¢ basada en la belleza de esas criaturas y en la gentileza de la gente con la que he contactado". A esa gente el pescador y artista espera devolver el favor: "Quiero que vean el lado escondido de la belleza natural que se les escapa en la vida ordinaria". Justo esa que abandon¨® en busca del mar.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.