Se buscan l¨ªderes de verdad
El ensayista R¨¹diger Safranski y el director de EL PA?S, Javier Moreno, conversan en Segovia sobre la crisis, el 15-M y el vitalismo de los grandes pensadores alemanes
Ya no hay l¨ªderes como los de antes. No existen personalidades forjadas en guerras, en los decisivos movimientos sociales del siglo XX, en aquellos trances terribles de la humanidad. Grandes hombres como Konrad Adenauer, Helmut Schmidt o Willy Brandt. Y faltan justo ahora, cuando la crisis causada por los mercados requiere una clase pol¨ªtica que recobre la legitimidad moral que perdi¨® cegada por las ilusiones de justicia autorregulatoria de las instituciones financieras. Estas y otras conclusiones sobre el complicado momento en el que nos hallamos alcanzaron anoche R¨¹diger Safranski, pensador y cr¨ªtico cultural alem¨¢n, y Javier Moreno, director del diario EL PA?S en una charla organizada en Segovia por el festival Hay, que vivir¨¢ su apogeo el fin de semana que viene.
Safranski: "Ha llegado el momento de recobrar la fe en las ideas"
En el museo Esteban Vicente se pudo contemplar una obra de Anselm Kiefer
"La falta de liderazgo no es la causante de la crisis econ¨®mica pero contribuye a la gran crisis de gobernanza en Europa", concluy¨® Moreno ante un auditorio que llen¨® la capilla benedictina del siglo XV prestada por la IE University. "Estamos metidos en una terrible trampa y solo nos queda reconocerla como tal para poder defendernos de ella", arguy¨® Safranski. "Ha llegado el momento", dijo, "de recobrar la fe en las ideas, en la democracia y de decidir. Si carecemos de pol¨ªticos carism¨¢ticos, solo nos quedan los grandes principios".
En este panorama de general desconsuelo (de "angustia", palabra que emple¨® Moreno al recordar la "cat¨¢strofe que supone que 300.000 familias hayan perdido su hogar en Espa?a en los ¨²ltimos tres a?os") aun queda una luz para la esperanza, seg¨²n Safranski. El gran te¨®rico del romanticismo -su tratado sobre aquel movimiento se considera definitivo- se calific¨® "como un rom¨¢ntico en lo personal". Y si bien observa coincidencias entre lo que hoy sucede y aquella Alemania desnortada que la derrota de la Primera Guerra Mundial dej¨® tras de s¨ª, no cree que la situaci¨®n sea tan "peligrosa" como cuando aquella generaci¨®n abraz¨® las promesas huecas y arrasadoras del totalitarismo.
Lo dijo cuando la conversaci¨®n deriv¨® hacia los logros y las amenazas del movimiento del 15-M. "No todos los indignados son aut¨¦nticos. Pero al menos est¨¢n articulando su protesta. Soy optimista, porque han preferido no seguir a un poder que se articule en lo vertical. Es gracias, claro, a la revoluci¨®n de los medios y al trabajo que hoy en d¨ªa se organiza en redes". Moreno se congratul¨® de la inexistencia de peligrosos "flautistas de Hamelin" a los que seguir, pero alert¨® sobre cierta "aspiraci¨®n de lograr una pol¨ªtica apol¨ªtica". "Hay que comprender su malestar. Pero ese anhelo de una pol¨ªtica superior no trae buenos recuerdos precisamente. Conduce al mismo callej¨®n sin salida al que hist¨®ricamente ha llevado el romantizar la pol¨ªtica en exceso".
Con estas reflexiones en el aire, los asistentes (muchos de ellos, entre los que se contaban los embajadores de Israel, Reino Unido y Suiza, hab¨ªan llegado en un AVE especial fletado desde Madrid por la organizaci¨®n) se dirigieron al Museo Esteban Vicente, en el centro de la ciudad monumental, para contemplar la exposici¨®n, organizada con motivo del festival, de la obra de Anselm Kiefer Am Grunde der Moldau / Drei Kaiser, inspirada en Bertolt Brecht. S¨ª, ayer era claramente una jornada pensada para german¨®filos. Propiedad de la Fundaci¨®n Mar¨ªa Jos¨¦ Jove, se trata de una de esas piezas del influyente artista que parecen resumir algo tan inasible como el esp¨ªritu alem¨¢n. El mismo al que ha consagrado su labor Safranski, bi¨®grafo de Nietzsche o Schopenhauer.
?Qu¨¦ lecci¨®n cabe sacar de aquellas vidas ejemplares para el momento actual? Safranski -cuyo ¨²ltimo libro, Goethe y Schiller, historia de una amistad acaba de llegar a las librer¨ªas de la mano de Tusquets - no es de los que creen en la instrumentalizaci¨®n de las ense?anzas de los fil¨®sofos para afrontar los obst¨¢culos del d¨ªa a d¨ªa. "Estudiar a estos grandes hombres me ha servido a m¨ª para disfrutar del enorme placer de sentirme genuinamente individuo. Tengo que contestar a menudo a esa pregunta y siempre digo: 'Si los lees ser¨¢s m¨¢s vitalista".
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