"Gonzalo, ?te hubiera gustado ser normal?"
Juan Jos¨¦ Mill¨¢s presenta en Madrid los dos ¨²ltimos libros del director de cine y escritor Gonzalo Su¨¢rez
Las charlas literarias entre amigos a veces corren el peligro de caer en una espiral endog¨¢mica que las convierte en clubes de lectura selectivos. Espacios que los ajenos a ellos miran con una mezcla de recelo y envidia porque en el fondo desear¨ªan formar parte de este ritual. Esta tarde, Juan Jos¨¦ Mill¨¢s ha abierto la puerta de la sala de conferencias de la quinta planta del C¨ªrculo de Bellas Artes para que los hu¨¦rfanos de la obra de Gonzalo Su¨¢rez entraran sin miedo y con alevos¨ªa "al mundo subat¨®mico" del escritor y director de cine, como lo defini¨® el autor y periodista de EL PA?S.
Su¨¢rez ha alineado los planetas del universo editorial y la conjunci¨®n resultante de publicar a la par El s¨ªndrome de Albatros (Alfaguara) y Las fuentes del Nilo (Seix Barral) ha dado lugar a una fiesta de la literatura que ha reunido a las directoras de estas dos casas de libros, Pilar Reyes y Elena Ram¨ªrez, en la primera fila del encuentro. "Esto, dos hombres no lo hubieran conseguido", ha dicho Mill¨¢s con la connivencia de su interlocutor.
Pero al margen de la disposici¨®n femenina a la coincidencia literaria, la tarde ha transcurrido siguiendo "la l¨®gica del sue?o y la precisi¨®n del azar", pautaba Mill¨¢s. Los libros que se han presentado, aunque narran en g¨¦neros distintos, albergan la sabidur¨ªa de un maestro del pensamiento parad¨®jico. "Son como un vodevil donde nada es lo que parece. Un mundo con infinidad de puertas plagado de impostores. Un juego de contrarios, en este caso, un libro de cuentos -Las fuentes del Nilo- y una novela -El s¨ªndrome de Albatros- que se miran en el espejo", desmenuzaba el autor de El mundo. Y cuando el entuerto de calificativos parec¨ªa acabado, Mill¨¢s ha continuado con la metralleta descriptiva, siempre bajo la mirada atenta, casi encandilada, de Su¨¢rez, a la espera de palabra. "Al mismo tiempo es una novela de viajes: del viaje de un ni?o por un pasillo hacia un cuarto final donde se encuentra el viejo que un d¨ªa ser¨¢".
Gonzalo Su¨¢rez, Premio Nacional de Cinematograf¨ªa, director de Oviedo Express y autor de cuentos vanguardistas como Trece veces trece, es tambi¨¦n un ni?o de la guerra civil que cambi¨® la calle por el pasillo de su casa para jugar. "Llen¨¦ el pasillo de mi casa de la posguerra de dibujos de monstruos, era maravilloso", ha recordado. Sus an¨¦cdotas de la infancia, donde la lluvia se cambiaba por bombas mientras hu¨ªa de sus compa?eros de clase, ¨¢vidos de su merienda, han desvelado la man¨ªa persecutoria del autor. "Gonzalo, ?te hubiera gustado ser normal?", le ha espetado Mill¨¢s arrancando las risas de un p¨²blico entre el que se encontraba el presidente de la Academia de Cine, Enrique Gonz¨¢lez Macho, el actor Jos¨¦ Luis G¨®mez, y, el tambi¨¦n int¨¦rprete, Carmelo G¨®mez, entre otros amigos de la pareja de escritores.
A Su¨¢rez le ha costado encontrar respuesta al interrogante, pero para eso ya estaba Mill¨¢s: "Gonzalo dijo una vez con nostalgia que la normalidad es uno de los grandes inventos de la humanidad". Ha sido en este momento, cuando ambos se han entregado a la anormalidad y han continuado la charla entre partidos de f¨²tbol, por los tiempos en que Su¨¢rez recorr¨ªa Italia realizando informes t¨¢cticos para el Inter de Mil¨¢n; el delirio; el detective que protagoniza los relatos del cineasta, y la coqueter¨ªa. "Para la pr¨®xima vez me pon¨¦is una mesa m¨¢s alta", ha dicho Su¨¢rez. "Esta queda muy bien para las tertulias, pero las otras por lo menos me tapan la tripa".
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