Un perfecto liberal europe¨ªsta
Profesores y disc¨ªpulos glosan la vida y la obra del catedr¨¢tico y acad¨¦mico Luis D¨ªez del Corral en el centenario de su nacimiento
Los aceros que suelen blandirse -con profusi¨®n de sangre incluida- puertas adentro de las c¨¢tedras universitarias fueron sustituidos en la tarde de este lunes por las guirnaldas de una gratitud compartida. Su destinatario era el egregio titular, durante tres d¨¦cadas, de la primera y principal c¨¢tedra de Historia de las Ideas Pol¨ªticas de la Facultad de Ciencias Pol¨ªticas de la Universidad Complutense, Luis D¨ªez del Corral, en la segunda jornada de homenaje de la Real Academia de Ciencias Morales y Pol¨ªticas a quien fuera su presidente, el centenario de cuyo nacimiento se cumple ahora.
Mimetizado con el brit¨¢nico David Hume, por imposici¨®n de su mentor Jos¨¦ Ortega y Gasset; cautivo del franc¨¦s Alexis de Tocqueville, por vocaci¨®n intelectual; heredero, por pasi¨®n, del legado historiogr¨¢fico que arrancaba en el germano Wilhelm Humboldt, prosegu¨ªa con Leopold Ranke y culminaba con Friedrich Meinecke; divulgador del pensador y te¨®rico de la raz¨®n de Estado, el italiano Tomasso Campanella; introductor en Espa?a del te¨®rico de la Est¨¦tica, Erwin Panofsky; traductor excelso del poeta pietista Friedrich H?lderlin; amigo personal del historiador Arnold J. Toynbee, del soci¨®logo Raymond Aron, del jurista Bertrand de Jouvenel y del medievalista espa?ol Jos¨¦ Antonio Maravall; enamorado del quehacer sublime de Diego Vel¨¢zquez...fueron algunas de las se?as de identidad de su pensamiento pol¨ªtico y civilizacional, concebido por D¨ªez del Corral como "arte de relacionar saberes".
As¨ª lo pusieron de manifiesto sus agregados, ayudantes de c¨¢tedra y disc¨ªpulos Dalmacio Negro, Joaqu¨ªn Abell¨¢n, Eduardo Nolla, Benigno Pend¨¢s, Antonio Elorza, V¨ªctor M¨¢rquez Reviriego y ?ngel Facio, en el curso de una velada acad¨¦mica celebrada bajo la madrile?a Torre de los Lujanes y signada por el recuerdo de un maestro indiscutible de la teor¨ªa pol¨ªtica y de su historia.
Nacido en Logro?o en 1912, Luis D¨ªez del Corral se form¨® en Alemania y en Francia. Cort¨¦s, conversador y viajero, con gotas de iron¨ªa y caballeresca elegancia, al decir de sus allegados, "estaba dotado de una extraordinaria sensibilidad art¨ªstica" y era, sin duda, principal exponente de la Teor¨ªa Pol¨ªtica como sumatorio, en clave social, ¨¦tica y est¨¦tica, de lo mejor del esp¨ªritu humano. D¨ªez del Corral, al decir de sus homenajeadores, llegar¨ªa a ser considerado como arquetipo del liberal sincero, "aquel que coloca al ser humano como eje de la sociedad y en el centro de ¨¦sta, el imperio de las leyes", al igual que lo hiciera su protomentor Wilhelm Humboldt, el cient¨ªfico naturalista y filos¨®fo embelesado por el talante democr¨¢tico de los espa?oles del cual surgir¨ªa, precisamente, el universo liberal en torno a la Constituci¨®n de C¨¢diz de 1812, justo un siglo antes del nacimiento del pensador liberal homenajeado.
La velada discurri¨® sobre la idea-fuerza, planteada por el catedr¨¢tico sucesor suyo en la c¨¢tedra de Historia de las Ideas y de las Formas Pol¨ªticas, Dalmacio Negro, seg¨²n la cual "D¨ªez del Corral adivinaba en la historicidad europea no s¨®lo la clave de la expansi¨®n universal de la civilizaci¨®n continental sino adem¨¢s, la cercan¨ªa de un eje del tiempo y de cambios profund¨ªsimos" como a los que hoy asistimos y que ¨¦l previ¨® prematuramente en China y el Extremo Oriente mucho antes de su muerte, en abril de 1998. Para Joaqu¨ªn Abell¨¢n, Luis D¨ªez del Corral "tom¨® de Humboldt su concepto de naci¨®n cultural", mientras que Benigno Pend¨¢s, disc¨ªpulo asimismo del profesor riojano, asegur¨® que ¨¦ste asent¨® su discurso en "la condici¨®n de Europa como sujeto hist¨®rico", mientras que "la expansibilidad de la cultura continental" hizo a Europa experimentar la victoria, primero y la derrota, despu¨¦s, al verse expropiada de ella.
El profesor Eduardo Nolla resalt¨® la certeza de D¨ªez del Corral en la conciencia democr¨¢tica de Am¨¦rica "como expresi¨®n de los irrealizados sue?os europeos", concepci¨®n tomada por el catedr¨¢tico espa?ol de su gu¨ªa intelectual, Alexis de Tocqueville, de quien el dramaturgo y profesor ?ngel Facio lleg¨® a decir que se convirti¨® para D¨ªez del Corral "en un verdadero fantasma". Facio destac¨® que "la idea de la democracia en Am¨¦rica", m¨ªtica para Tocqueville, "deber¨ªa ser revisada" tras el 11 de septiembre de 2011. Remarc¨®, no obstante, el car¨¢cter civilizador de la presencia hisp¨¢nica en Iberoam¨¦rica, idea tan cara al acad¨¦mico ayer evocado. Por su parte el catedr¨¢tico y columnista Antonio Elorza, entonces profesor ayudante de Luis D¨ªez del Corral, discurri¨® entre recuerdos de c¨¢tedra te?idos de afecto hacia su maestro, de quien subray¨® la sensible finura de su esp¨ªritu y su valiente liberalismo europe¨ªsta, en medio de una Espa?a de posguerra "donde la Universidad se encontraba enredada entre una mara?a escol¨¢stica", que muy pocos docentes se atrev¨ªan a la saz¨®n desenmara?ar.
D¨ªez del Corral convivi¨® con otros egregios ense?antes: de Historia de las Instituciones Pol¨ªtico-Administrativas, como Jos¨¦ Antonio Maravall, al que el catedr¨¢tico y acad¨¦mico homenajeado profes¨® una sincera amistad hasta su muerte; de Derecho Constitucional, como Manuel Garc¨ªa Pelayo; o de Teor¨ªa del Estado, como Carlos Ollero y Manuel Fraga -"depositario de saberes de general y modales de sargento", en frase del periodista V¨ªctor M¨¢rquez Reviriego. Subray¨® M¨¢rquez, por otra parte, "la dignidad pascaliana del pensamiento" de su profesor riojano quien, seg¨²n refiri¨® Antonio Elorza, en plena estela del parisiense mayo de 1968, se neg¨® a comparecer ante un juicio cr¨ªtico convocado por algunos de sus enardecidos alumnos que le achacaban ser "un historiador de la burgues¨ªa". Tras aquel episodio, Luis D¨ªez del Corral iniciar¨ªa un paulatino alejamiento de su c¨¢tedra hasta caer en una suerte de tristeza reflexiva, te?ida de lucidez y de iron¨ªa, que le acompa?¨® hasta su muerte, acaecida en Madrid el 7 de abril de 1998.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.