Muere a los 84 a?os el poeta Tom¨¢s Segovia
Nacido en Espa?a, el escritor fue un referente del exilio republicano en M¨¦xico
Tom¨¢s Segovia naci¨® en Espa?a en mayo de 1927 y hace una horas muri¨® en M¨¦xico. Son dos datos fr¨ªos que, sin embargo, resumen bien la trayectoria vital de un poeta marcado por la Guerra Civil, un hecho que lo convirti¨® en ni?o del exilio republicano. La palabra vital es importante porque nunca dej¨® que esa marca fuera la de la derrota. "Pas¨¦ un poco de hambre", dec¨ªa. "Sufr¨ª una pobreza relativa, pero a cambio de eso viaj¨¦, conoc¨ª pa¨ªses, estudi¨¦ libremente. No tengo por qu¨¦ reclamar nada".
A pesar de que el cuerpo dej¨® de acompa?arle cuando le detectaron el c¨¢ncer que ha terminado con su vida, su cabeza y su ¨¢nimo nunca dejaron de funcionar a pleno rendimiento. Cuando en primavera public¨® un libro de poemas, Estuario, ya hab¨ªa entregado otro a Pre-Textos, su editorial espa?ola de toda la vida. Semanas despu¨¦s publicaba un volumen que recopila dos a?os de entradas de su blog y el libro de ensayos Digo Yo (Fondo de Cultura Econ¨®mica), una obra que ahora es imposible no leer como un testamento, que contiene algunas de las m¨¢s brillantes reflexiones sobre la idea de exilio -una condici¨®n, no un tema ni una identidad, dec¨ªa- y, de paso, recuerda a algunos de sus maestros y amigos: de Juan Ram¨®n Jim¨¦nez a Ram¨®n Gaya pasando por Juan Gil-Albert. Ese volumen, adem¨¢s, recoge los discursos que pronunci¨® al recoger algunos de los premios que jalonaron su trayectoria: el Octavio Paz, el Juan Rulfo, el Extremadura a la Creaci¨®n, el Garc¨ªa Lorca...
Hace unos d¨ªas, adem¨¢s, recibi¨® en Aguascalientes un homenaje, al lado del argentino Juan Gelman, ambos ganadores del Premio Poetas del Mundo Latino V¨ªctor Sandoval. Esa era una de las razones de una estancia en M¨¦xico que se ha convertido en definitiva, aunque Tom¨¢s Segovia no necesitaba ninguna para viajar a un pa¨ªs en el que era un mito. ?Mexicano? ?Espa?ol? Poeta alem¨¢n lo llam¨® su amigo Jos¨¦ Bergam¨ªn. Hispano dec¨ªa ¨¦l, que, pese a todo, defendi¨® siempre que un escritor es m¨¢s de su ¨¦poca que de su pa¨ªs. Despu¨¦s de "asomarse", era el verbo que ¨¦l usaba, a Espa?a un a?o despu¨¦s de la muerte de Franco, Tom¨¢s Segovia se instal¨® en Madrid en 1985 porque echaba de menos el paso de las estaciones. No era raro verlo cada ma?ana escribiendo en el Caf¨¦ Comercial de la Glorieta de Bilbao. "Necesito ruido para concentrarme", dec¨ªa. Hab¨ªa nacido en Valencia por casualidad. Cuando un alto cargo del gobierno valenciano le pregunt¨®, con motivo de un premio, a qu¨¦ se deb¨ªa su nacimiento all¨ª, ¨¦l contesto citando a un actor: "Mi madre, que era sevillana, estaba aqu¨ª, y en un momento as¨ª, yo quer¨ªa estar a su lado". As¨ª era el humor de un hombre que pas¨® como refugiado por Par¨ªs y Casablanca antes de trasladarse con su familia al Distrito Federal en 1940. All¨ª se vincul¨® al Colegio de M¨¦xico, en el que m¨¢s tarde ejerci¨® como profesor. Lo mismo que en las universidades estadounidenses de Princeton y Maryland.
"Aunque yo me desmarco del gueto del exilio espa?ol, como dicen en M¨¦xico: lo que sea, de cada quien. Fue gente que nunca tuvo tiempo de ganar, en nada. Fueron siempre las v¨ªctimas", dec¨ªa. ?l, que durante un tiempo fue un estrecho pero d¨ªscolo colaborador de Octavio Paz, fue un hombre libre, un enorme traductor de autores como Shakespeare, Nerval o Ungaretti y un ensayista de primer orden sobre cuestiones de poes¨ªa y ling¨¹¨ªstica. Pero fue sobre todo un poeta que pasar¨¢ a la historia de la literatura por libros como Anagn¨®risis, Cantata a solas o los m¨¢s recientes Salir con vida y Siempre todav¨ªa.
Dif¨ªcil de clasificar, una vez le preguntaron si la literatura del exilio es literatura espa?ola. Su respuesta: "Un escritor espa?ol del siglo XX es m¨¢s del siglo XX que espa?ol. Tiene m¨¢s que ver con un checo del mismo siglo que con un compatriota suyo del XV. Las identidades existen, pero de hecho, no de derecho. Invocar como derecho un hecho diferencial es lo m¨¢s alejado que existe de la democracia. Es lo mismo que invoca un rey respecto a sus antepasados. Al final, la identidad siempre acaba en bombas. M¨¢s que las identidades importan las lealtades. Y para ser leal hay que ser libre, ¨²nico, mientras que lo identitario es lo id¨¦ntico".
Los ¨²ltimos libros de poemas de Tom¨¢s Segovia, escritos de memoria mientras caminaba, son un canto al milagro de estar vivo cada ma?ana, a la duraci¨®n del tiempo y al tiempo atmosf¨¦rico: al sol, la lluvia, el fr¨ªo. Y al amor. Mar¨ªa Luisa, su esposa, ha sido hasta el final una parte cabal de s¨ª mismo. De eso habla una de los ¨²ltimos textos que public¨®. Se titula Lo que tengo: "Siempre me canso de contar / Antes de contemplar el inventario / De todo lo que tengo / Tantos amaneceres y crep¨²sculos / Y altas noches calladas / Tantos ¨¢rboles por todo el mundo / Casi todos con p¨¢jaros / Tantas delicias para el tacto y para el ojo / Y el o¨ªdo hasta donde todav¨ªa me llega / Para el olfato y el taimado gusto / Y tantas horas para estar despierto / Y otras para so?ar dormido / Y tantos d¨ªas con sus noches / Como el fiel renovarse de las olas / Todo eso tengo y adem¨¢s / La mujer que me tiene".
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