"El odio es la muerte ambulante"
Francisca Aguirre, Premio Nacional de Poes¨ªa, aboga por una memoria sin resentimiento
La poeta Francisca Aguirre ha pasado tantos a?os en la sombra que cuando esta ma?ana recibi¨® la llamada en la que la ministra de Cultura, ?ngeles Gonz¨¢lez-Sinde, le anunciaba que hab¨ªa ganado el Premio Nacional porHistoria de una anatom¨ªa (Hiperi¨®n) le contest¨® que no eran horas de bromas. "Soy la ministra en serio", cuenta que le dijo ella. Desde entonces no ha parado de responder al tel¨¦fono. "Gajes del oficio", dice resignada y "muy agradecida".
Pregunta. ?Este premio es una compensaci¨®n a d¨¦cadas de, digamos, perfil bajo?
Respuesta. No, de eso no tiene la culpa nadie sino este mundo traidor, que est¨¢ mal organizado. No creo que tenga nada de compensaci¨®n, como mucho es un reconocimiento. A m¨ª y a aquello de lo que habla el libro: cuestiones morales, las mujeres, el cuerpo tratado de un modo distinto...
"La poes¨ªa es el pa?o de l¨¢grimas"
"Sin memoria no podemos elegir"
"Este premio no es una compensaci¨®n, solo un reconocimiento"
P. ?Dir¨ªa que 'Historia de una anatom¨ªa' es un libro cr¨ªtico?
R. S¨ª, pero con un humor a veces c¨¢ustico. He descalzado la cr¨ªtica de toda moralina. Es lo que hay, lo que nos ha tocado vivir.
P. Parece, sin embargo, un libro m¨¢s indignado que resignado.
R. No es resignado. Piense en un poema como "Una mala disposici¨®n". Harta de escuchar a un racista mis¨®gino termino escupiendo.
P. ?Es un poema, como las pel¨ªculas, basado en un hecho real?
R. Es una invenci¨®n construida con situaciones parecidas y muchas otras de mayor brutalidad. Pero no quer¨ªa escandalizar.
P. Extra?a que en un verso hable de la esperanza como de una "flor venenosa".
R. Es que a veces las ilusiones terminan por enterrar al hombre. Vives pendiente de algo que jam¨¢s termina de concretarse y al final ni vives lo concreto ni vives la posibilidad. No se puede ser un iluso.
P. En el poema dedicado a las manos, dos "lagartijas", la izquierda es solidaria y la derecha ordenada y cuerda. Y no se ponen de acuerdo. ?Como en pol¨ªtica?
R. Como en pol¨ªtica. El s¨ªmbolo es claro ?no? Pero es que el inventor de todo es el cuerpo: del alma, de la pol¨ªtica, del para¨ªso y del infierno. Da satisfacciones y es insaciable. No hay manera de conseguir que est¨¦ tranquilo. El cuerpo lo es todo y, al tiempo, es la propia confusi¨®n. En eso se parece a la poes¨ªa. El poema es el reino de la ambig¨¹edad, como lo es toda creaci¨®n. ?Qu¨¦ ser¨ªa de nosotros si lo tuvi¨¦ramos todo claro o todo oscuro? No ir¨ªamos a ninguna parte. En este libro hay mucho ox¨ªmoron y pocas definiciones.
P. Su marido es poeta [F¨¦lix Grande] y su hija, tambi¨¦n [Guadalupe Grande]. No digo que hablen en verso en las comidas, pero...
R. Qu¨¦ va. Somos muy materialistas en esta casa. Y muy enamorados de la cultura, muy disfrutadores. Pero no hay contraposiciones entre nosotros. Cada cual elige un territorio y navega por ¨¦l y luego invita a los dem¨¢s a que den un paseo por all¨ª.
P. Su padre tambi¨¦n era artista, pintor. Y, como su marido y su hija, est¨¢ muy presente en el libro: su compromiso republicano, su fusilamiento...
R. La poes¨ªa es el pa?o de l¨¢grimas. Qu¨¦ le vamos a hacer. Nos acercamos a las cosas tanteando. Para evitar radicalizaciones, a esa parte del libro le puse esta cita de Kafka: "Toda vida no es m¨¢s que un fragmento". Y la vida de los que viven con nosotros son distintos fragmentos.
P. ?Eso le da cierta distancia?
R. Lo intento. En 2006 publiqu¨¦ un libro que se llama 'La herida absurda' y que hablaba de terrorismo. Us¨¦ una frase de Unamuno que me parece definitiva: "Tinieblas es la luz donde hay luz sola". Es la definici¨®n perfecta de fan¨¢tico ?no? Hay otra frase de Unamuno que dice: "Yo soy mi mayor¨ªa y no siempre tomo las decisiones por unanimidad". Yo he intentado llevar eso hacia adelante. Tampoco yo tomo las decisiones por unanimidad. Es necesario tener peque?as dudas razonables porque lo contrario desemboca en un dogmatismo muy perjudicial. Los dogmas son malos hasta para las religiones.
P. La parte m¨¢s biogr¨¢fica de su libro tiene mucho de memoria, y de memoria hist¨®rica. ?Nos sigue haciendo falta?
R. Toda la memoria que tengamos siempre es poca. Hay que procurar que no se pierda ninguna faceta, no solo para los escritores, los historiados y la gente com¨²n. Es fundamental para el crecimiento de los pueblos. Sin memoria no podemos elegir porque no tenemos t¨¦rmino de comparaci¨®n. Eso es funesto. Toda memoria que venga es buena. Cuando m¨¢s se recuerde, mejor. Se deber¨ªan hacer seminarios en los pueblos y en las universidades sobre los hechos que sucedieron en cada barriada.
P. ?La memoria abre o cierra las heridas?
R. Hay quien sostiene esa tonter¨ªa de que el olvido aplaca las heridas. Es falso. Lo ¨²nico que produce tranquilidad es el conocimiento. Eso y saber que el odio no le sirve a nadie. El odio es la muerte ambulante. Mi madre dec¨ªa que no hay que tenerle miedo al dolor, que ciega a todo el mundo. Lo ¨²nico que se puede hacer es mirar de frente al dolor e integrarlo, ponerlo a trabajar a favor de la vida. Y no es beater¨ªa, todo lo contrario, es puro positivismo. Pero te tienen que ense?ar a no odiar, a saber que todo el mundo comete errores, que las guerras son funestas.
P. ?Eso le ense?¨® su madre?
R. A mi madre le dio una meningitis cuando el r¨¦gimen franquista mat¨® a mi padre. Pero se recuper¨® para cuidar de sus hijas. Nos ense?¨® eso, sin resentimiento. Y yo lo he seguido a rajatabla.
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