Jos¨¦ Merc¨¦ huye de la pol¨¦mica por su actuaci¨®n en Israel
El concierto del espa?ol, colof¨®n de los actos conmemorativos de los 25 a?os de relaciones entre Espa?a e Israel, coincide con el D¨ªa Internacional en Solidaridad con el Pueblo Palestino
"No vengo a arreglar nada, yo soy cantaor" dice Jos¨¦ Merc¨¦ frente a la iglesia medieval del Santo Sepulcro, el lugar m¨¢s santo para la tradici¨®n cristiana. En una mezquita cercana se oye la llamada al rezo del almuec¨ªn. "?Qu¨¦ maravilla!, exclama. "Ayer viniendo del aeropuerto escuch¨¢bamos m¨²sica siria y es incre¨ªble como se parece a nuestros tangos o a las alegr¨ªas". El jerezano tiene ganas de compartir escenario con un grupo de m¨²sica ¨¢rabe. "Si me invitan yo lo hago encantado, tambi¨¦n con jud¨ªos, igual que con gente de cualquier cultura"
La pregunta es obligada. Su viaje a Tierra Santa ha estado rodeado de pol¨¦mica desde el anuncio de su actuaci¨®n este 29 de noviembre, una fecha elegida por Merc¨¦, dice su responsable de prensa, "exclusivamente por motivos de agenda y disponibilidad".
Sin embargo, el d¨ªa atrae a la pol¨¦mica como el cante flamenco al baile, porque en la misma jornada las Naciones Unidas conmemoran el D¨ªa Internacional en Solidaridad con el Pueblo Palestino -de acuerdo a dos resoluciones de 1977- y el aniversario de la aprobaci¨®n de la resoluci¨®n 181 que estipulaba la partici¨®n de la llamada Palestina Hist¨®rica en dos. Una, el 54% del territorio, para un Estado jud¨ªo y otra, con el 45%, para un "Estado ¨¢rabe", con Jerusal¨¦n como corpus separatum, sometida a un r¨¦gimen internacional especial. Una fecha se?alada y el detonante de un conflicto que dura hasta hoy porque de los dos Estados previstos en dicha resoluci¨®n, hasta el momento s¨®lo se ha creado uno: Israel.
Bajo este contexto, la Red Solidaria contra la Ocupaci¨®n de Palestina (RESCOP), que aglutina a una treintena de organizaciones de apoyo al pueblo palestino en Espa?a, le env¨ªo a primeros de mes una carta a Merc¨¦ pidi¨¦ndole que anulara el concierto argumentando que "actuar para Israel" supone hacerlo "para un Estado que ejerce una prolongada y cruel ocupaci¨®n de Palestina", seg¨²n se lee en el comunicado difundido por esta plataforma.
Pero Merc¨¦ no quiere ni o¨ªr hablar del tema. "En todo caso los cantaores venimos a lanzar un mensaje de paz. Lo importante es que unos y otros la encuentren porque ya llevan demasiados a?os", asegura, reacio a la pol¨¦mica, con una sonrisa franca que le ilumina la cara. La misma naturalidad con la que se meti¨® al p¨²blico en el bolsillo en 2000, con su ¨¦xito Aire, al que le seguir¨ªa su c¨¦lebre L¨ªo en 2002. Su voz rota y su arte accesible a todos los p¨²blicos har¨ªan lo propio con la cr¨ªtica m¨¢s exigente, que le encumbrar¨ªa como nueva figura del flamenco gracias a la fusi¨®n del cante m¨¢s tradicional con ¨¦xitos versionados de artistas como Manu Chao, Pablo Milan¨¦s o Louis Armstrong. De sus discos, Jos¨¦ Merc¨¦ ha vendido m¨¢s de 600.000 ejemplares en la ¨²ltima d¨¦cada.
Contin¨²a la visita por el barrio jud¨ªo hasta llegar al Muro de las Lamentaciones. Jos¨¦ Manuel S¨¢nchez, un franciscano de la casa de Santiago de Jerusal¨¦n les acompa?a. "Los hombres por un lado y las mujeres al otro" se?ala con la kip¨¢ en mano. Comienza la explicaci¨®n: "Los jud¨ªos rezan as¨ª, balance¨¢ndose de adelante atr¨¢s porque lo hacen con todo su cuerpo como usted cuando canta Jos¨¦" le dice al jerezano. "La verdad es que s¨ª, en el cante a veces te metes y te olvidas de todo". Y eso han hecho los 300 asistentes al concierto de esta noche con el cantaor jerezano m¨¢s internacional que, acompa?ado por una guitarra y dos palmeros, ha cerrado a los actos conmemorativos del aniversario de las relaciones bilaterales entre Espa?a e Israel. Ha sido un recital breve y un poco fr¨ªo, de algo m¨¢s de una hora: la excesiva iluminaci¨®n no era la ideal para el cante. Merc¨¦ ha recibido una correcta dosis de aplausos, ha saludado y se ha despedido del p¨²blico.
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