Hoy le lloran, ayer le criticaban
Yo acababa de llegar a Madrid con 13 a?os, pero ya le admiraba. Y enseguida nos ca¨ªmos bien, aunque no tiene m¨¦rito, porque entenderse con Enrique era muy f¨¢cil. Y desde entonces ya no dejamos de vernos jam¨¢s. Hemos sido compa?eros muchas veces y ha sido un maestro sobrio, serio, ortodoxo, un cantaor con madera y muy de verdad.
?Y qu¨¦ buen humor ten¨ªa! Creo que era en esa ¨¦poca cuando le gast¨¢bamos bromas en el teatro donde actu¨¢bamos y le escond¨ªamos la silla cuando se levantaba a cantar. A m¨ª me aguantaba mucho... Me llamaba El Manolete de Jerez, por eso de que era muy latoso. ?l era un hombre muy llano, simp¨¢tico y amante del cachondeo. Le encantaba eso de juntarse con cuatro o cinco, pedir una copita y escuchar cantar a alguien. En esta cofrad¨ªa nuestra de los gitanos siempre fue uno m¨¢s.
Enrique arriesgaba y se lo jugaba todo cada noche porque era un innovador, iba por delante del resto. Su flamenco era abierto, renovador... y a m¨ª me encantaba que fuera as¨ª. Pero se llev¨® por eso muchos palos, demasiados. Hubo un tiempo en el que iba a los festivales de Andaluc¨ªa y le silbaban, no le dejaban siquiera trabajar. Yo le he visto llorar cuando por las ma?anas me ense?aba destrozado las cr¨ªticas que se publicaban. En aquella ¨¦poca, cuando trabaj¨¢bamos en los tablaos de Madrid y empezaban los festivales de Andaluc¨ªa, una cr¨ªtica as¨ª en un peri¨®dico importante te dejaba sin comer. Pero luego, claro, cuando tuvo nombre y se convirti¨® en lo que era hoy, todos los que ladraban se pusieron a su lado.
Hoy Enrique se pod¨ªa permitir el lujo de hacer lo que le diera la real gana. Y hac¨ªa muy bien, con toda esa experiencia y sabidur¨ªa que ten¨ªa. Ha sido un cantaor de mucha clase, mucha elegancia. Su innovaci¨®n ha creado escuela entre los j¨®venes. De hecho, hay algunos que incluso le imitan la voz.
Enrique viv¨ªa para esto, lo suyo era una entrega total. Todav¨ªa era joven y le quedaban muchas cosas por hacer. Pasar¨¢ much¨ªsimo tiempo hasta que salga alguien como ¨¦l. Es una p¨¦rdida descomunal. Pero nunca se reconoce verdaderamente a los artistas hasta que no se van. Ahora dir¨¢n gloria bendita, dir¨¢n que ha sido un genio... y lo fue, pero lo dir¨¢n los mismos que alguna vez le criticaron por arriesgar.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.