El Real presenta una rompedora 'Lady Macbeth' de Shostak¨®vich
Hartmut Haenchen dirige la orquesta y Martin Kusej ha dise?ado la escenograf¨ªa
Dmitri Shostak¨®vich solt¨® de golpe el peri¨®dico en la estaci¨®n de tren y se ech¨® a llorar. Pravda, el inquisidor diario del r¨¦gimen, hab¨ªa publicado un art¨ªculo an¨®nimo (la peor de las firmas posibles en un caso as¨ª) criticando duramente su Lady Macbeth de Mtsensk. Stalin la hab¨ªa visto un par de noches antes y no hab¨ªa abierto la boca, ni una palabra, ni buena ni mala, a su autor (la peor, tambi¨¦n, de las reacciones). "Caos en lugar de m¨²sica" de un compositor "formalista", dec¨ªa la cr¨ªtica pieza period¨ªstica. Durante meses el genial compositor temi¨® por su vida y tuvo que recurrir a un lenguaje con distintas capas textuales para poder seguir haciendo la m¨²sica que le interesaba y al mismo tiempo contentar al r¨¦gimen y a su mediocre visi¨®n de lo que deb¨ªa ser la composici¨®n musical dedicada a la masa.
Con menos revuelo, claro, se estrena el s¨¢bado en el Teatro Real de Madrid Lady Macbeth de Mtsensk (este montaje se ha visto ya en ?msterdam y Par¨ªs; otro distinto se estren¨® en Madrid hace 10 a?os). Aunque, iron¨ªas de la vida moderna, no ha faltado en la rueda de prensa la pregunta de rigor sobre si la atrevida puesta en escena del montaje de Martin Kusej iba a "escandalizar", a parecer "escabroso" al p¨²blico del Real. "No veo ninguna escena escabrosa, la verdad. La vida es escabrosa. El tratamiento period¨ªstico de la realidad es escabroso. Esto no. Sergei y Katerina hacen el amor despu¨¦s de matar al marido, pero eso no es escabroso, es la manera en la que pasan estas cosas", contest¨® el director art¨ªstico del Real, Gerard Mortier, un tanto harto ya de las triviales pol¨¦micas (en este caso hay alguna escena de sexo y de asesinato en el escenario) sobre el conservadurismo del p¨²blico del teatro madrile?o.
Mortier, a cambio, ha resaltado la vigencia de la obra: "Es muy actual teniendo en cuenta la violencia machista que sufren hoy las mujeres. Despu¨¦s de verla sales del teatro diferente". Adem¨¢s, ha alabado enormemente el montaje y, especialmente, la direcci¨®n musical de la obra, a cargo de Hartmut Haenchen (que aterriza en el Real por primera vez envuelto en el halo de prestigio por su capacidad de trabajo que tan bien representa el perfil de director musical que gusta a Mortier). El belga, se ha detenido tambi¨¦n en el important¨ªsimo papel del coro del Real (que renov¨® a su llegada al teatro madrile?o) y ha se?alado que es "el mejor" con el que ha trabajado a lo largo de toda su vida. "Quiero hacerles un homenaje por su tremendo esfuerzo". Se refer¨ªa con ello a la parte final de la obra, donde los miembros del coro desfilan pr¨¢cticamente desnudos por el escenario para simular los 6.000 kil¨®metros que hab¨ªa que recorrer a los Gulags y el maltrato que sufr¨ªa la poblaci¨®n sovi¨¦tica durante el r¨¦gimen de Stalin. Una parte de la secci¨®n de metales tambi¨¦n sube al escenario en un momento de la funci¨®n y desfila a modo de banda tocando de memoria la partitura del compositor ruso.
Haenchen, el director musical, ha rememorado las dos veces que se encontr¨® en persona con Shostak¨®vich. En la ¨²ltima, en Leningrado, pudo preguntarle acerca de las dos versiones que escribi¨® de esta obra y sobre la conveniencia de representar una u otra. El compositor lo ten¨ªa clar¨ªsimo. Me dijo que en ning¨²n caso hiciera la segunda versi¨®n, que esa no era su ¨®pera, y que la hab¨ªa hecho porque sus amigos le hab¨ªan presionado para hacerlo a fin de que no tuviera problemas con el r¨¦gimen". Haenchen ha se?alado luego que Shostak¨®vich asumi¨®, en cierto momento de su vida, el reto de poder trabajar como artista dentro del sistema: "?l ten¨ªa que sentirse bien con lo que hac¨ªa. Por eso cuando presentaba una obra, esta ten¨ªa una apariencia superficial, pero un importante discurso subliminal".
Katerina, el papel protagonista, es interpretado por la emergente Eva-Maria Westbroeck, de quien Mortier ("es la gran nueva cantante", dijo) asegur¨® que recuerda en algunos momentos a Elisabeth Taylor, con la ventaja, claro, que sabe cantar. "Cuando Shostak¨®vich empez¨® a componer esta obra", se?al¨® la cantante, "ten¨ªa unos 24 a?os. Pero es incre¨ªble como se mete en la cabeza de la protagonista. De hecho, en mi caso, lo hace incluso mejor que mi psic¨®logo", ha bromeado la soprano. La versi¨®n de Shostak¨®vich del libro de Nikol¨¢i Leskov, ha coincidido todos en la presentaci¨®n, redime a la asesina mujer y la aleja de la idea de femme fatal del relato original. "Al final Katerina busca desesperadamente el amor, pero desgraciadamente se equivoca repetidamente en su elecci¨®n. Eso la llev¨® a meterse en los horrores que cometi¨®, pero no era una mala persona", ha se?alado la propia Westbroeck sobre su personaje.
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