Dos obras contra las barreras entre europeos ganan el Premio al Libro Europeo del A?o
La ceremonia cont¨® con numerosos toques de humor para contrarrestar el clima de preocupaci¨®n de estos d¨ªas de la Uni¨®n Europea
Una alegre canci¨®n en varios idiomas ha cerrado este mi¨¦rcoles la ceremonia de entrega del quinto Premio al Libro Europeo del A?o, celebrada en el Parlamento Europeo y que fue concedido a la novela Historia de un alem¨¢n del Este, de Maxim Leo y a El crimen y el silencio, de la polaca Anna Bikont, en la categor¨ªa de ensayo. La canci¨®n culmin¨® una ceremonia con numerosos toques de humor, que intentaban contrarrestar el clima de preocupaci¨®n predominante estos d¨ªas en la capital de la Uni¨®n Europea.
Historia de un alem¨¢n del Este es un retrato de la antigua Alemania comunista a trav¨¦s de sus vivencias de juventud y el ensayo El crimen y el silencio narra la matanza de m¨¢s de 300 jud¨ªos a manos de sus vecinos del pueblo polaco de Jedwabne. Las autoridades ocultaron durante d¨¦cadas la autor¨ªa de la masacre hasta que finalmente sali¨® a la luz. Al acto para cambiar la placa que acusaba a los alemanes de matar a los jud¨ªos no acudi¨® nadie del pueblo. Estos silencios y estas fronteras son las que la autora quiere borrar de una vez por todas.
A la ceremonia acudieron los principales l¨ªderes de las instituciones europeas. El primer discurso fue a cargo de Martin Schulz, presidente del grupo socialista en el Parlamento Europeo, promotores del premio. Tras recordar al p¨²blico la ¨¦poca de turbulencias en que se entrega este premio, destac¨® "las ideas, los sue?os y la filosof¨ªa contenida en los libros", la misma filosof¨ªa que, a su parecer deber¨ªa ser la inspiraci¨®n para salir del atolladero en que se encuentra Europa. Con nostalgia record¨® los tiempos en que la necesidad de avanzar en la integraci¨®n europea era una opini¨®n com¨²n para, seguidamente, criticar a Merkel y Sarkozy por dirigir unilateralmente la Uni¨®n. "Eso no es el m¨¦todo comunitario, es un Congreso de Viena", sentenci¨®.
Sus cr¨ªticas empezaron a ser acompa?adas por la proyecci¨®n de caricaturas que un dibujante iba completando en directo, siempre sobre el tema del que se hablaba. Sarkozy y Merkel fueron un blanco recurrente aunque tambi¨¦n aparecieron vi?etas bastante ¨¢cidas como una con dos miembros del p¨²blico que comentaban la mala suerte que tendr¨ªa el ganador o ganadora si el premio era en euros.
El Presidente del Parlamento Europeo no pudo acudir al acto y deleg¨® su presencia en el espa?ol Miguel ?ngel Mart¨ªnez, vicepresidente y miembro de los socialistas europeos que aprovech¨® su intervenci¨®n para recordar al escritor espa?ol Jorge Sempr¨²n, fallecido el pasado julio. El presidente del partido liberal europeo, Guy Verhofstadt sigui¨® la estela de Mart¨ªnez y empez¨® el homenaje al que fue el primer ministro de Polonia tras la ca¨ªda del comunismo, Tadeusz Mazowiecki. La intervenci¨®n de este, invitado de honor a la ceremonia, acab¨® de dirigir la ceremonia hacia el ¨¢mbito pol¨ªtico, con una reivindicaci¨®n de la Europa comunitaria recogida por el ¨²ltimo ponente, el Presidente de la Comisi¨®n Europea, Jos¨¦ M. Durao Barroso.
Antes de sacar su faceta pol¨ªtica, Barroso ha alabado la lucha de Mazowiecki contra la dictadura y ha recordado los problemas que ten¨ªa en su juventud para conseguir libros marxistas en medio de la dictadura fascista de Portugal. De nuevo en el presente, ha agradecido la ceremonia como "un par¨¦ntesis en medio de una semana llena de reuniones y llamadas de de ¨²ltima hora". Ha acabado su intervenci¨®n con una defensa de la Europa unida frente a los populismos y los nacionalismos cerrados que la est¨¢n llevando al borde del abismo. No sin iron¨ªa, la banda de m¨²sica ha cerrado su discurso con la canci¨®n Always look on the bright side of life de la banda sonora de La Vida de Bryan.
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