Negociante y ¨¢ngel de la guarda

Diga su nombre fundamental de las letras espa?olas del siglo XX. ?Aleixandre? ?Cela? ?Delibes? ?Mars¨¦? ?Matute? ?V¨¢zquez Montalb¨¢n? ?Goytisolo? ?Benet? ?S¨¢nchez Ferlosio? ?Mendoza? ?Montero? ?Cercas? Antes o despu¨¦s han ca¨ªdo en la red de Carmen Balcells, que les rescata de pozos materiales y espirituales. Y les hace ganar dinero.

ANA MAR?A MATUTE "Las estoy pasando moradas"

El 28 de noviembre de 1984, Balcells hace una profec¨ªa que se cumplir¨ªa 26 a?os despu¨¦s: "El premio Cervantes del que vas a formar parte como jurado no es el que tuviste. De modo que puedes aspirar a tenerlo". La escritora no disimula su precariedad econ¨®mica: "No quiero ocultarte que las estoy pasando moradas. No quiero llegar a ser para ti una pesadilla, y estoy segura de que esta situaci¨®n se acabar¨¢ muy pronto, puesto que el libro ya est¨¢ en francas v¨ªas de soluci¨®n definitiva, pero claro el clima de agobio, como puedes suponer, no es demasiado propicio", confiesa el 11 de enero de 1985. Balcells acude en su auxilio. "Esa novela es importante que la sueltes, no solo con el prop¨®sito de ganar un dinero, sino de que est¨¦s presente con una obra reciente en el batiburrillo literario".

Matute, que atraves¨® un largo t¨²nel, suele agradecer p¨²blicamente el papel de Balcells para arrastrarla al final de ese tiempo oscuro. Sin ella tal vez no habr¨ªa sacado adelante Olvidado rey Gud¨², su gran ¨¦xito de madurez. "No es nada corriente esta delicadeza que t¨² tienes conmigo, pero tampoco t¨² eres corriente. No puedes imaginarte, sobre todo cuando est¨¢s tan deprimido por tantas cosas, c¨®mo alegra la vida recibir muestras de amistad y generosidad", le cuenta la autora de Peque?o teatro en 1996. Balcells ejerce de hada madrina y de espantap¨¢jaros. "No contestes t¨² al tel¨¦fono para que le digan a quien sea de Murcia que est¨¢s en el hospital, que por la noche volver¨¢s a casa. Juan Pablo te administrar¨¢ este asunto y t¨² podr¨¢s: 1) descansar; 2) ma?ana amanecer m¨¢s tranquila; 3) tomarte un peque?o respiro y un traguito; 4) arrancar con el discurso".

MANUEL V?ZQUEZ MONTALB?N "Carvalho y lo que queda de la KGB"

El ¨¦xito de los escritores de Balcells se mide por el volumen de sus carpetas. El autor de Gal¨ªndez es uno de ellos. Recibe invitaciones para actos, entrevistas, pr¨®logos y honores que su agencia tramita. De cuando en cuando, V¨¢zquez Montalb¨¢n se despacha con notas manuscritas a la altura de s¨ª mismo, como una del 15 diciembre de 1993 en la que adelanta a Carmen Balcells un nombramiento en el sector editorial y la firma: "Carvalho y lo que queda de la KGB". A un agente se le pide sobre todo que arrime el hombro en momentos malos. Por ejemplo: el pleito por supuesto plagio que inicia el catedr¨¢tico de Murcia, ?ngel Luis Pujante, contra el padre de Pepe Carvalho, por usar su traducci¨®n para la versi¨®n castellana de Julio C¨¦sar de Shakespeare. El Supremo absuelve al catal¨¢n de plagio, aunque le obliga a darle el 15% de los derechos de autor. A Montalb¨¢n le indigna que, sin embargo, el primer teletipo de la Agencia Efe falsee el fallo y escribe el 17 de enero de 1994 a su agente: "Conect¨¦ el s¨¢bado con la redacci¨®n y servicios jur¨ªdicos de la Agencia y consegu¨ª una rectificaci¨®n(...) No estar¨ªa de m¨¢s que alguien les dijera algo, quiz¨¢ el abogado, porque es la segunda vez que la delegaci¨®n de Murcia filtra una noticia contaminada(...). Me consta que las rectificaciones se divulgan menos que las tergiversaciones iniciales (...) En cualquier caso, m¨¢s se perdi¨® en 1939".

MIGUEL DELIBES "En asuntos editoriales no soy nada optimista"

Delibes est¨¢ en la carpeta m¨¢s antigua del Archivo Balcells. El 12 de mayo de 1961, la agente literaria le escrib¨ªa interes¨¢ndose por la situaci¨®n de los derechos de sus novelas en el extranjero. "Hace mucho tiempo que hab¨ªa deseado colaborar con usted, pero el hecho de que usted ya sea conocido en casi todo el mundo hace que mi petici¨®n sea un poco fuera de lugar".

El autor de El camino le describe el panorama un tanto ca¨®tico de sus libros en Italia: "Con Martelo de Mil¨¢n firm¨¦ un contrato en 1954 para la edici¨®n de Mi idolatrado hijo Sis¨ª, sin que esta novela, al cabo de siete a?os, haya aparecido todav¨ªa. Seg¨²n los t¨¦rminos del contrato, el libro aparecer¨ªa en el plazo que marca la ley pero, naturalmente, la ley italiana no desciende a estas minucias". Pocos meses despu¨¦s, Delibes confiesa: "Me agrada verla tan optimista, pues yo, en general, y mucho menos para asuntos editoriales, no lo soy en absoluto". Le pide adem¨¢s que prescinda de A¨²n es de d¨ªa, una novela que aborrec¨ªa, porque hab¨ªa sido "muy mutilada por la censura y presenta lagunas que menoscaban m¨¢s a¨²n su deficiente calidad".

CAMILO JOS? CELA "No rebajes ni perra"

En 1974 Cela era un celoso defensor de su libertad creativa, el dinero no parec¨ªa lo m¨¢s importante de su vida, a la vista de lo que escribe al editor Jos¨¦ Pardo: "Una cuesti¨®n de principio se antepone, en mi cabeza y en mi conciencia, a todas las dem¨¢s: yo no escribo m¨¢s que lo que s¨¦ y no reconozco autoridad al editor (hablo en abstracto) para darme consejos de ¨ªndole est¨¦tica o preceptiva (...). Solo quiero decirte que, salvando siempre la amistad, podemos romper el contrato cuando quieras".

Rosario Conde, primera esposa de Cela, es la interlocutora de la agencia. En 1986 la discogr¨¢fica EMI le invita a presentar el lanzamiento del nuevo disco de Roc¨ªo Jurado. "A nosotros el asunto de presentar mundialmente a Roc¨ªo Jurado nos parece una gilipollez (hablando claro) pero esperamos ver lo que t¨² opinas", le escribe Conde. En 1987 cobra por el anuncio de Campsa 7,8 millones de pesetas y en 1993, tras el Nobel, recibe el doble: 15,1 millones de pesetas. El papel de Conde ser¨¢ asumido por Marina Casta?o, tras su boda en 1991: "Con respecto a lo del Jacobeo 93 me dijo que no rebajes ni perra porque semejante paliza de viajes solo se puede hacer si la compensaci¨®n econ¨®mica es fuerte".