Las vi?etas de la cruda realidad
Tras su cr¨®nica sobre Pyongyang, Guy Delisle firma 'Cr¨®nicas de Jerusal¨¦n' El periodismo halla en el tebeo un veh¨ªculo de expresi¨®n de temas candentes
Ll¨¢mese como se le quiera llamar -novela gr¨¢fica, historieta de actualidad, tebeo de no ficci¨®n...-, la tendencia al c¨®mic serio se consolida frente a las aventuras y temas de toda la vida. Aunque cada vez el g¨¦nero se ampl¨ªa m¨¢s y gana adeptos en Estados Unidos y Europa, no se trata de un fen¨®meno nuevo. El Maus, de Art Spiegelman, sobre el Holocausto, o el Palestina, de Joe Sacco, dos verdaderas biblias dentro de este estilo, han cumplido veinte a?os. Tambi¨¦n tiene una d¨¦cada Pyongyang, del dibujante canadiense Guy Delisle, que despu¨¦s de pasar dos meses en la capital de Corea del Norte asesorando el trabajo de unos estudios de animaci¨®n, destrip¨® al r¨¦gimen de Kim Jong-Il con gran sentido del humor en un libro de referencia. Su ¨²ltimo c¨®mic, Cr¨®nicas de Jerusal¨¦n, es uno de los lanzamientos de la temporada en Espa?a.
Adem¨¢s, la vertiente m¨¢s seria del g¨¦nero ser¨¢ la protagonista en la gran cita del c¨®mic europeo, el Festival de Angulema. El certamen franc¨¦s, que el a?o pasado concedi¨® su gran premio a Spiegelman, dedica una gran exposici¨®n al autor estadounidense, que ser¨¢ presidente del jurado de la cita, celebrada entre el 26 y el 29 de enero.
Joe Sacco acude a los lugares a investigar historias para sus novelas
El caso de Guy Delisle es representativo del ¨¦xito de la llamada novela gr¨¢fica. Cr¨®nicas de Jerusal¨¦n, que ha visto la luz en diciembre, est¨¢ funcionando muy bien en Francia y en solo un mes en Espa?a casi se ha agotado la primera edici¨®n (Astiberri), de 5.000 ejemplares. La editorial ya prepara la segunda y va a reeditar Pyongyang -del que se vendieron 13.000 ejemplares en su momento- aprovechando la vigencia que ha cobrado el libro tras la muerte del dictador coreano. En el caso de Corea del Norte favorecen las circunstancias: el pa¨ªs est¨¢ igualito y el libro retrata su esp¨ªritu totalitario mejor que cualquier documental.
"El c¨®mic ha cambiado, se ha abierto a diferentes formas de hacer, ya no es solo ficci¨®n", asegura Delisle desde su casa en Montpellier. "Del mismo modo que con la edad uno cambia y le apetece dibujar otras cosas, la gente hoy se interesa por otras historias que pueden leerse cada d¨ªa en los peri¨®dicos o verse en la televisi¨®n". Delisle (Quebec, 1966) no entra en el debate de si lo que hace es novela gr¨¢fica u otra cosa, aunque siente m¨¢s cercano su trabajo a la narraci¨®n literaria que al reportaje period¨ªstico, que ser¨ªa el caso de los libros de Sacco sobre la primera Intifada palestina o Gorazde, sobre la guerra de Bosnia.
Todo empez¨® con una obra ya m¨ªtica: 'Maus', de Art Spiegelman
Las diferencias con el norteamericano son obvias; mientras Sacco va a un lugar buscando investigar una historia y documentarse para luego escribir/dibujar lo visto con toda crudeza, como si se tratara de un gran reportaje en primera persona, Delisle simplemente vive su vida en los lugares que visita y cuenta lo que le sucede de modo subjetivo y siempre con iron¨ªa. "Es lo contrario al periodismo: lo que hago es una especie de gran postal, como la que enviar¨ªa a mi familia cont¨¢ndoles lo que me ha pasado, lo que me sorprende y me choca, lo que desconozco y aprendo de una realidad", explica.
Esa aparente ingenuidad -solo aparente- y esa distancia calculada de lo que habla -sea sobre Birmania, Shenzhen, en China, o Pyongyang- son fundamentales en el hilv¨¢n de sus libros de viajes y para lograr la cercan¨ªa del lector con las historias que trata. En el caso de Cr¨®nicas de Jerusal¨¦n -"postal" del a?o que pas¨® en la ciudad santa acompa?ando a su esposa, miembro de M¨¦dicos sin Fronteras- Delisle utiliza como leit motiv su dedicaci¨®n a sus hijos peque?os -"no ten¨ªamos dinero para nanas", confiesa- y su af¨¢n por dibujarlo todo para guiarnos por los entresijos de un conflicto que ocupa las primeras p¨¢ginas de todo los informativos. El lector descubre las claves profundas del drama a trav¨¦s de sus vagabundeos por la ciudad, de los m¨²ltiples ¨¢ngulos desde donde dibuja el muro vergonzante que divide a ¨¢rabes de jud¨ªos y sobre todo de sus bromas inteligentes. En Gaza, dice, los palestinos "tienen derecho a votar democr¨¢ticamente, pero deben votar democr¨¢ticamente al partido que elija Israel".
El chino Li Kunwyu ajusta cuentas con la historia de su pa¨ªs natal
"La novela gr¨¢fica es solo un concepto, una forma de llamarlo, pero sigue siendo c¨®mic. Lo que pasa es que hoy el c¨®mic ha madurado y trata un mont¨®n de temas que cada vez interesan a un p¨²blico m¨¢s general", asegura H¨¦lo?se Guerrier, editora de Astiberri. En su cat¨¢logo hay m¨¢s de 300 obras y d¨ªa a d¨ªa se ampl¨ªa el n¨²mero de las que tratan asuntos "de actualidad", como los c¨®mic del propio Delisle. Est¨¢ tambi¨¦n Viva la vida. Los sue?os de Ciudad Ju¨¢rez, de Edmond Baudoin, una indagaci¨®n antropol¨®gica sobre la violencia en esa ciudad mexicana, o los tres tomos de Una vida en china, de Li Kunwyu, quien despu¨¦s de 30 a?os de realizar dibujos de propaganda para el Partido Comunista, ajusta cuentas con la historia de su pa¨ªs.
La editora H¨¦lo?se Guerrier sostiene que el g¨¦nero "ha madurado"
David Hernando, director editorial de Planeta DeAgostini C¨®mics, quien lleva en Espa?a la obra de Sacco, coincide en que este tipo de historias serias "cada vez tiene mayor aceptaci¨®n". Gracias a ello, dice, "el c¨®mic poco a poco puede equipararse con la narrativa, donde caben g¨¦neros de toda ¨ªndole". Son temas que tienen tanto gancho, o m¨¢s, que cualquier aventura de ficci¨®n.
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