Ferran Adri¨¤ saca del congelador su comida de plastilina
La revista 'Matador' dedica su edici¨®n de 2011 al cocinero Por primera vez la publicaci¨®n, que debut¨® en 1995 con el n¨²mero 'A', se centra solo en una persona
El escenario no era exactamente el mismo. Uno jugaba en el Santa Eul¨¤lia F. C. y el otro ha pisado los mejores estadios de Europa. De hecho, el Camp Nou donde Xavi Hern¨¢ndez regala magias con la camiseta del Barcelona podr¨ªa contener un tercio de los habitantes de Hospitalet de Llobregat u Hospitalet, la ciudad catalana donde el joven Ferran Adri¨¤ dirig¨ªa el mediocampo del equipo local. Por mucho que so?ara con emular a Cruyff, a la br¨²jula del Santa Eul¨¤lia F.C. le faltaba sin embargo talento. ¡°Jugaba de Xavi pero no estaba ni de lejos a su altura¡±, cuenta Adri¨¤. De hecho, su entrenador se lo hizo notar. As¨ª que el joven catal¨¢n colg¨® las botas y, a?os despu¨¦s, acab¨® volc¨¢ndose en la cocina, algo que se le daba bastante mejor. Tanto que ha sido nombrado cinco veces mejor cocinero del mundo y ahora la revista anual Matador le ha dedicado enteramente el n¨²mero ?, que EL PA?S adelanta hoy y que se presentar¨¢ esta tarde con la presencia del propio Adri¨¤.
Es la primera vez que Matador se centra exclusivamente en una persona. Desde el n¨²mero A, que en 1995 signific¨® el estreno de esta vanguardista revista cultural de 70 euros y 7.000 ejemplares anuales, la publicaci¨®n ha bailado entre el arte, el paisaje y la abstracci¨®n: Mediterr¨¢neo, Belleza, Tiempo, Caos y Sue?os han sido algunos de los temas que Matador ha diseccionado a lo largo de 16 a?os. Para el n¨²mero M, de 2010 y dedicado a Barcelona, su editor Alberto Anaut quiso contar con la colaboraci¨®n de Ferran Adri¨¤. De aquel acuerdo surgi¨® otro: alg¨²n d¨ªa el cocinero ser¨ªa portada de Matador.
Dos a?os despu¨¦s el horno estaba por fin para bollos. ¡°Nos interesaba much¨ªsimo Ferran Adri¨¤ en un momento de cambio en su carrera. Ha cerrado su ¨¦xito [el restaurante elBulli, clausurado desde julio de 2011] porque pensaba que estaba agotado y se ha lanzado a buscar nuevos est¨ªmulos¡±, asegura Anaut, que considera al cocinero como ¡°probablemente el espa?ol m¨¢s importante a nivel internacional, por encima de los deportistas¡±.
Para cocer un n¨²mero a la altura del chef m¨¢s influyente de la d¨¦cada, Matador necesitaba esmerarse en algo que Adri¨¤ maneja con maestr¨ªa: innovar. Todo un reto, a la hora de hablar de un restaurante y un cocinero sobre el que hay decenas de libros y centenares de art¨ªculos. A la caza del ingrediente ignoto al gran p¨²blico, Anaut y su equipo empezaron ¡°a abrir literalmente los cajones del taller de Adri¨¤, bajo su supervisi¨®n¡±, como relata el editor de Matador.
A fuerza de buscar en la nevera del cocinero catal¨¢n, aparecieron piezas que el propio Adri¨¤ casi hab¨ªa olvidado. ¡°Hab¨ªa una foto que me hice con ?douard Michelin [biznieto del fundador de la famosa gu¨ªa] y que nunca pude sacar por razones ¨¦ticas¡±, recuerda el cocinero. Tambi¨¦n salieron an¨¦cdotas, historias, im¨¢genes y fechas que pueblan las 192 p¨¢ginas de Matador.
Del comienzo a los triunfos, de la expansi¨®n en Jap¨®n a los modelos de platos hechos con plastilina, la revista avanza hasta explorar lo qu¨¦ hierve en la olla del futuro de Adri¨¤. Ante todo, la Fundaci¨®n elBulli, que abrir¨¢ sus puertas en 2014. ¡°Ser¨¢ un lugar experimental, d¨®nde trabajaremos buscando el l¨ªmite. Lo m¨¢s importante no ser¨¢ comer sino la divulgaci¨®n del conocimiento¡±, se hace el misterioso Adri¨¤.
El acceso a ese laboratorio de gastronom¨ªa ser¨¢ con cuentagotas. ¡°Invitaremos a quien queramos¡±, afirma Adri¨¤. Cualquiera, en cambio, podr¨¢ entrar en la otra grande estrella polar del porvenir del cocinero: un museo que el Ayuntamiento de Roses, donde se halla elBulli, le dedicar¨¢ en 2015. Ser¨¢ la guinda a una carrera sensacional, aunque los hambrientos tendr¨¢n un entrante ya desde febrero de este a?o: el d¨ªa 9 en el Palau Robert de Barcelona se inaugurar¨¢ Ferran Adri¨¤ y elBulli. Se trata de una exposici¨®n itinerante, que luego viajar¨¢ a Londres a Nueva York. El en¨¦simo reconocimiento a la trayectoria del cocinero, y excentrocampista del Santa Eul¨¤lia F. C. Tal vez aquel entrenador tan sincero le hiciera un favor.?
Revista de una generaci¨®n
Matador es una revista cultura que se ocupa sobre todo de artes visuales. De hecho, su primer n¨²mero, publicado en 1995, se centraba en el arte del siglo XX. La A que acompa?aba la revista era el comienzo de un alfabeto literario que terminar¨¢ con el n¨²mero Z, en 2022.
"Es la revista de una generaci¨®n, la ¨²ltima del siglo XX. Una generaci¨®n que peleaba en las calles por la democracia, que se abre al exterior aunque valora lo propio, sin sacralizarlo", sostiene el editor de Matador Alberto Arnaut.
El precio (70 euros), la tirada (7.000 ejemplares) y los contenidos permiten definir a Matador tambi¨¦n como una revista elitista. El propio Arnaut acepta el adjetivo, aunque pretende matizarlo: "Somos elitistas, pero no en el sentido econ¨®mico. En el fondo 70 euros al a?o no te limitan por capacidad econ¨®mica. La limitaci¨®n es por inter¨¦s: nos dirigimos a lectores que tengan una relaci¨®n tan intensa con el producto como para esperarlo un a?o".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.