Crisis 'made in Spain'
Si Hollywood tiene a ¡®Margin call¡¯, el cine espa?ol tambi¨¦n ha sido capaz de contar la recesi¨®n actual con t¨ªtulos como ¡®La chispa de la vida¡¯ o ¡®Cinco metros cuadrados¡¯
?Cu¨¢nto tiempo necesita el cine para reaccionar ante lo que ocurre? Cada vez menos. No hubo grandes pel¨ªculas sobre la guerra de Vietnam hasta a?os despu¨¦s de su final. Eso s¨ª, obras maestras como Apocalypse now o El cazador. Con los ¨²ltimos conflictos en el Golfo P¨¦rsico el tiempo de reacci¨®n se ha reducido. ?Y con la crisis econ¨®mica? El cine indie ha espabilado, documentalistas listos como Charles Ferguson -bueno, y con dinero- han rodado Inside job, incluso productoras de cierto peso han estrenado trabajos como The company men o Margin call, con actores de peso (en una, Ben Affleck, Tommy Lee Jones o Kevin Costner; en la otra Kevin Spacey, Jeremy Irons, Stanley Tucci o Demi Moore).
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?Y Espa?a? Pues tambi¨¦n ha habido cineastas que han reaccionado con rapidez. El ¨²ltimo ha sido Alex de la Iglesia, que ha convertido un guion de Randy Feldman, producido por Andr¨¦s Vicente G¨®mez, en su propia visi¨®n de aqu¨ª y de ahora en La chispa de la vida. El bilba¨ªno apuesta porque los cineastas usen sus propios estilos para hablar de lo que ocurre. ¡°Yo no soy qui¨¦n para decir qu¨¦ debe rodar alguien, pero s¨ª siento que como cineasta tengo la obligaci¨®n de mostrar lo que nos rodea. Yo no hago filmes sociales, no soy as¨ª, sino que mantengo mi estilo¡±. Es decir, que La chispa de la vida usa la tragicomedia made in De la Iglesia para ahondar en el paro. ¡°No tiene sentido un documental, sino que a trav¨¦s de un personaje cuento esa sensaci¨®n de falsa inestabilidad: si se mueve, se muere por la barra en la cabeza. Igual que la crisis: todo parece que se sostiene pero todo en realidad se desvanece¡±. Su protagonista, un publicitario que acaba mendigando empleo, ve incluso el lado positivo en una situaci¨®n mortal: ¡°No perdamos de vista que hay que luchar, que debemos ser optimistas para salir de esta crisis. A De la Iglesia le apetecer¨ªa ver una pel¨ªcula que describiera ¡°c¨®mo Alemania nos manda lo que hay que hacer¡±.
En el pasado festival de M¨¢laga, Cinco metros cuadrados, de Max Lemcke, o c¨®mo la crisis inmobiliaria (la nota propia en esta crisis econ¨®mica global, la triste aportaci¨®n espa?ola a la debacle financiera) destroza familias, se llev¨® el gran premio. Porque si los griegos y los italianos aparentemente se hunde por miserias gubernamentales, en Espa?a la corrupci¨®n galopa por las costas. Ya nos lo cont¨® Enrique Urbizu y La caja 507. En Cinco metros cuadrados los tejemanejes de los concejales arruinan la vida de la gente de la calle. ¡°Sospecho¡±, dice Lemcke, ¡°que hemos abordado poco estos problemas, y que, como Urbizu, la crisis se acabar¨¢ colando en las tramas¡±. En su caso, por desgracia, el alargamiento del problema ayud¨® a su pel¨ªcula. ¡°Empezamos a escribir el guion, se par¨® la producci¨®n, rodamos, fuimos a M¨¢laga, estrenamos comercialmente y a¨²n segu¨ªa la crisis inmobiliaria. Est¨¢ siendo mucho m¨¢s grave de lo que esper¨¢bamos¡±. Por cierto, el protagonista de este drama negr¨ªsimo es Fernando Tejero, que tambi¨¦n sale en La chispa de la vida y que aparec¨ªa como secundario en el t¨ªtulo m¨ªtico que marc¨® la primera gran crisis en Espa?a: Los lunes al sol, de Fernando Le¨®n. ¡°A m¨ª¡±, comenta Lemcke, ¡°tambi¨¦n me interesa documentales que nos acercan a este hecho, como Inside job o, por supuesto, Mercados de futuros¡±.
Mercedes ?lvarez, la realizadora de Mercados de futuro, tambi¨¦n tard¨® en poder estrenar: ¡°Empezamos en 2008. No quer¨ªamos desde luego hacer un filme sobre la crisis, pero entiendo que hoy un espectador lo vea de otra forma. De verdad, nuestra intenci¨®n no era dar esa batalla; si hubiera ido por ah¨ª habr¨ªa incidido por ejemplo en el sistema de producci¨®n¡±. Sin embargo, en su paciencia, en su labor de recolecci¨®n de esos momentos especiales, est¨¢ su ¨¦xito para contar lo que vivimos. ¡°Rodamos con una intenci¨®n humilde, para acercarnos a lo que pasaba. Por el camino encuentras las sorpresas, grabas a esos comerciales que venden casas como si actuaran, como si estuvieran implicados en una especie de juego. Adem¨¢s, esa escenograf¨ªa que les rodea, de para¨ªsos de palmeras y playas, de maquetas de edificios perfectos, acentuaba su impostura¡±.
Alfonso Garc¨ªa, socio de Analistas Financieros Internacionales, asegura que Inside job es un ¡°reflejo perfecto y bien documentado de lo ocurrido¡±. Pero, ?podr¨ªa el cine espa?ol hacer lo mismo? ¡°S¨ª, en mi d¨ªa a d¨ªa podr¨ªa incluso haber distintas situaciones muy cinematogr¨¢ficas. En la toma de decisiones, en los impactos, en las repercusiones de los hechos¡ Hay material¡±. Al cine espa?ol siempre se le ha acusado de ser muy social, pero este es el momento de alimentar este g¨¦nero. Garc¨ªa apunta que puede que esa acusaci¨®n sea porque no ha cuidado otros estilos. ¡°Pero desde luego debe contar lo que est¨¢ pasando aqu¨ª y ahora que es muy duro. Por ejemplo, podr¨ªa hacerse una pel¨ªcula que recorriera todas las caras de la crisis, desde las oficinas burs¨¢tiles a los desalojos, que se viera las muy diversas consecuencias que provoca una decisi¨®n, la relevancia que tiene una sola decisi¨®n¡±. Si ah¨ª fuera hay un Soderbergh espa?ol, aqu¨ª est¨¢ su Traffic 2.
Babelia
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