Buraka Som Sistema: "Ahora somos una banda de verdad"
La banda lisboeta estrena disco y trae su potente directo a Espa?a
El colectivo lisboeta se esfuerza por trascender los l¨ªmites del kuduro, ese espasmo angole?o que les sirvi¨® como salvoconducto medi¨¢tico cuando ser de Lisboa no ofrec¨ªa suficiente pedigr¨ª ex¨®tico para presentarse en los centros de poder anglosaj¨®n. Casi cinco a?os despu¨¦s de su aparici¨®n, su colaboraci¨®n con M.I.A. y su vuelta al mundo en 1000 escenarios, los portugueses entregan su segundo largo, Komba, plagado de beats furiosos y ojos enrojecidos. A medio camino entre el africanismo no embotellable, el hip hop traducido a la cadencia europea y la electr¨®nica de ciudad dormitorio, Buraka Som Sistema podr¨ªan ser el equivalente portugu¨¦s al sonido jamaicano proveniente de Brixton, o a los ritmos argelinos que surgen del puerto de Marsella. Una nueva Europa que confunde a la m¨¢s vieja, convencida de que todo esto solo suced¨ªa a miles de kil¨®metros de casa. Los motivos por los que un grupo de rockabilly de M¨®stoles suena menos ex¨®tico que una banda de hip hop con raigambre africano de Portugal ya no son aceptables. Kalaf, uno de los MC¡¯s del grupo, nos da las calves para colocar a su grupo en el sitio correcto dentro del mapa musical del siglo XXI.
Pregunta. ?Qu¨¦ diferencias existen entre el modo en que hab¨¦is trabajado en Komba con respecto a c¨®mo hab¨ªais grabado hasta la fecha?
Respuesta. La principal diferencia con respecto al primer disco es que entonces ten¨ªamos un mont¨®n de ideas para canciones diseminadas por distintos ordenadores. Lo que hicimos fue ensamblar esas piezas. De alguna manera, el disco era una especie de compilaci¨®n. Incluso los temas resultantes canciones mismas eran como compilaciones de distintas ideas. Despu¨¦s de tres a?os de tocar en directo por todo el mundo, decidimos encerrarnos en un lugar al sur de Portugal, sin tel¨¦fonos m¨®viles ni conexi¨®n a Internet. La idea era poder concentrarnos en el trabajo. Nos convertimos en una banda de verdad. Finalmente, fuimos una entidad.
P. ?C¨®mo se percibe eso en el disco?
Lo del kuduro es un poco frustrante. Somos mucho m¨¢s que eso.
R. Al trabajar de forma m¨¢s colaborativa, lo que sucedi¨® fue que pensamos los temas m¨¢s all¨¢ de s¨ª mismos. Me explico: las canciones se conceb¨ªan pensando en la unidad del disco, en c¨®mo ser¨ªan interpretadas en directo¡
P. ?El ser una entidad de mayor empaque hace tambi¨¦n que os relacion¨¦is de otra forma con la gente que colabora en vuestro disco?
R. Esa es otra consecuencia de la nueva realidad. Al principio, cuando llam¨¢bamos a alguien para que colaborara le dej¨¢bamos hacer lo que se le ocurriera, porque ni nosotros mismos ten¨ªamos muy claro qu¨¦ ped¨ªa la canci¨®n. Cuando M.I.A. empez¨® a cantar, nadie esperaba eso. Esta vez, cuando hemos llamado a los colaboradores, les hemos pedido algo concreto. Lo que necesit¨¢bamos de ellos, no lo que ellos nos quer¨ªan dar.
Si este combo se hubiera formado en ?frica ser¨ªa muy distinto y, la verdad, menos interesante
P. ?Qu¨¦ significa Komba?
R. Es un ritual que tiene lugar una semana despu¨¦s de la muerte. Amigos y familiares se re¨²nen para celebrar lo que m¨¢s le gustaba en vida al difunto. La idea nos atra¨ªa por aquello de poder condensar en una fiesta, o en un disco, las cosas que m¨¢s te gustan de la vida. Vista as¨ª, cualquier existencia parece primordial y divertida Toda existencia es una fiesta. Por otra parte, tambi¨¦n nos interesaba el concepto de no tener que esperar al komba para celebrar una vida. Se tiene poco tiempo para pararse y pensar en lo que vale la pena; cuando se hacer eso, se debe aprovechar.
P. ?Hasta qu¨¦ punto deja ya de ser una curiosidad lo del kuduro?
R. Lo del kuduro es un poco frustrante. Somos mucho m¨¢s que eso. Lo que sucede es que suena muy ex¨®tico y es algo a lo que muchos se pueden aferrar.
P. Pero no negar¨¢s que el africanismo otorga ciertas credenciales.
R. No lo niego, no, pero¡
P. Sois una banda de Lisboa, no de Luanda.
R. Exacto. El tema es ¨¦se. Nosotros lo que quer¨ªamos demostrar es que Lisboa es una ciudad con una riqueza cultural bestial, con una enorme diversidad. Somos fruto de eso, y el kuduro y la parte m¨¢s angole?a de nuestro sonido es solo un fracci¨®n de todo lo que hemos recogido de la realidad lisboeta. Lo que sucede es que Portugal es como un gran secreto para el mundo.
P. ?Tan cerca y tan lejos?
R. No lo hab¨ªa pensado en estos t¨¦rminos, pero tal vez s¨ª. Estamos muy cerca, pero a la vez muy lejos. Somos ex¨®ticos desde el momento que no se nos conoce, pero a la vez somos una ciudad europea. A final, aunque gran parte del p¨²blico que nos escucha desde pa¨ªses lejanos desconozca Lisboa, les apetece m¨¢s pensar en Angola. Suena m¨¢s guay. Pero nosotros somos una banda lisboeta. Y punto. Si este combo se hubiera formado en ?frica ser¨ªa muy distinto y, la verdad, menos interesante.
P. ?Cu¨¢l es el sustrato de mestizaje con el que cuenta Lisboa y c¨®mo se refleja en vuestro sonido?
R. Somos un punto en el que se han encontrado las tradiciones del sur de Europa con las rutas mar¨ªtima brit¨¢nica y, claro, la cultura colonial sobre todo, la brasile?a y la angole?a. Poseemos influencias de cada uno de estos elementos. Desde la influencia pop brit¨¢nica hasta los sonidos africanos, pasando por cierta filosof¨ªa vital de aire brasile?o.
P. ?Por qu¨¦ crees que, si fuer¨¢is una banda de country alternativo de Lisboa ser¨ªa m¨¢s f¨¢cil ubicaros?
R. Porque el sonido yanqui es universal, y aunque es puro turismo ser portugu¨¦s y hacer, no s¨¦, rockabilly, se acepta como la forma correcta de entrar en el universo musical. Una chorrada.
P. ?Se est¨¢ demostrando que no hace falta proceder de los centros de poder pop para conseguir repercusi¨®n?
R. Es que no debes venir de Londres, Nueva York o Berl¨ªn para crear algo que es v¨¢lido. Lo hemos conseguido, y lo siguiente a lo que aspiramos es a actuar en cuantos m¨¢s lugares alejados del circuito habitual mejor. Como banda de Lisboa que somos, se lo debemos a esas ciudades que no entran en las grandes giras. Sobre ellas jam¨¢s se posan los focos y menos una banda procedente de Portugal.
P. ?C¨®mo es la vida hoy en Portugal?
R. No te voy a enga?ar. Las cosas no son f¨¢ciles en Portugal. Pero nosotros pertenecemos a una generaci¨®n a la que no le asustan los retos, aunque, la verdad, hasta ahora no ha tenido que afrontar ninguno. Las cosas las d¨¢bamos por hechas. No luchamos contra Franco, o contra Salazar. Todo vino dado. Ahora nos enfrentamos al mayor cataclismo desde la Segunda Guerra Mundial y debemos demostrar que contamos con la energ¨ªa y las ideas para salir de all¨ª.
P. ?Qu¨¦ incertidumbres trae la coyuntura actual a alguien que forma parte de un grupo con relativo ¨¦xito, que puede seguir adelante pero que es muy probable que jam¨¢s sea una estrella?
R. Vivo preocupado, pero a la vez feliz. Hay mucho de lo que tengo que no necesito y, si lo pierdo, no pasa nada. Me he dado cuenta de que el estilo de vida que deseo y que me hace feliz se puede conseguir sin demasiados bienes materiales. Lo justo. Mientras tenga tiempo y libertad para desarrollar mis ideas ser¨¦ feliz.
P. ?Qu¨¦ es lo m¨¢s importante para mantener una banda viva?
R. El realismo. Confiamos mucho en nuestras posibilidades, pero a la vez somos muy conscientes de nuestras limitaciones. Tal vez jam¨¢s logremos sacar un hit mundial, pero somos una banda con un directo muy solvente y, sobre todo muy intenso. En disco, como dec¨ªa antes, tambi¨¦n empezamos a conocernos mejor, a expresarnos de forma m¨¢s correcta. Poseemos una fuerte ¨¦tica de trabajo y tomamos las decisiones por votaci¨®n. Esto puede ser complicado y tal vez ralentiza algunos procesos pero nos obliga a no dar nada por terminado hasta que todo el mundo est¨¢ satisfecho.
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